BORINQUEN QUERIDA.
Me encantó que le ofrecieran la
nacionalidad española a los sefardíes. Creo que tendrían que hacer lo mismo,
con más motivo si cabe, con los puertorriqueños.
Cuando expulsaron de España a
moros y judíos se cometió un gran atropello porque no eran solo moros o judíos ¡eran
españoles! De religión musulmana o de religión judía, pero españoles. De haber
sido extranjeros puede que hubiera estado mal, pero no tanto, ni sería tan
imperdonable.
Por otra parte el imperio español
no era tal imperio en el sentido anglosajón. Ya que no consistía propiamente en
una metrópolis con colonias. Desde luego no fue así durante el reinado de los
austrias aunque empezó a serlo con los
borbones, que parece que tienen la misma concepción de la cosa los gabachos y los
anglosajones. La estructura era la de un estado, llamado la Corona de España
que tenía territorios en Europa, en América, en Asia, en África y en Oceanía.
En el siglo XIX todos esos
lugares se independizaron, si no lo habían hecho antes, menos los de la
Península Ibérica, formando estados propios. Es decir que fue voluntad de los
españoles de todos esos sitios dejar de serlo para pasar a ser mexicanos, colombianos, argentinos, etc. por iniciativa
propia. No fue el caso de Cuba, Puerto Rico y Filipinas, que fueron desgajados
de la Corona Española a la fuerza por los Estados Unidos.
Cuba y Filipinas habían
emprendido guerras de independencia largas y persistentes, por lo que la
separación de España podía enmascararse como un movimiento independentista.
Pero claro ahora les queda desmarcarse del amigo americano. Pero Puerto Rico la
voluntad de segregarse de España, que también la hubo, no fue tan intensa.
Eso no nos da derecho a los españoles a
reivindicar ese territorio como propio ¡a buenas horas! Pero sí nos debería imponer
la obligación de aceptar como compatriotas a los puertorriqueños que lo desearan.
No creo que quede ninguno de los puertorriqueños
nacidos españoles, que tendrían por lo
menos 116 años, pero habrá muchos hijos de padres puertorriqueños-españoles que
hoy tendrán entre 70 y 90 años. Y nietos y biznietos una infinidad, diría que
casi todos los puertorriqueños.
Me decía mi amigo Javier que al
principio de la dependencia de los EEUU los ciudadanos de Puerto Rico podían
optar entre las nacionalidades española, puertorriqueña y americana. Luego se
simplificó ese panorama haciendo universal la americana. Algo que para mucha
gente es muy satisfactorio, casi un título nobiliario en el mundo latino.
Hoy por hoy Puerto Rico es un
país de cultura indudablemente hispana ¡Lo sé porque he vivido allí tres años y
lo he visto! El gobierno autonómico de Puerto Rico ha contribuido a que
persista ese efecto.
Pero recientemente el pueblo
puertorriqueño, en referéndum, ha decidido mayoritariamente que Puerto Rico sea
el estado 51 de los Estados Unidos. Ahora falta que quieran las autoridades de los
Estados Unidos. Cosa que parece que no está clara.
Si tal cosa ocurriera lo
esperable sería que Puerto Rico se transculturizara totalmente como ha ocurrido
en Texas, California, Florida y otros estados que en el siglo XIX eran parte de
México.
Los Estados Unidos, a pesar de
ser el segundo país en el mundo en número de hispano-parlantes, por delante de
España, no es un país hispano. Los hispanos, hoy por hoy, están allí de
prestado, son de segunda, y se habla español en el patio de atrás ¡las cosas son
así!
El hecho es que, hoy por hoy,
puertorriqueños y españoles compartimos la misma cultura. Y de evolucionar como
Estado 51 de la Unión esa cultura quedará arrasada, como ocurrió en los casos
precedentes.
Por eso digo que los borícuas no
tendrían que ser menos que los sefardíes ¿O no?
1 comentario:
Me encantaría ir a Puerto Rico!
Para mi es raro, porque es un lugar que nunca he visitado pero tengo siempre muy presente. Y es que lo conozco de alguna forma... Llevo toda la vida oyendo hablar de lo fantástico que es Puerto Rico!
Tendríamos que ir todos!
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