Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

domingo, 30 de octubre de 2011

Las mudas artes.




DIBUJAR Y PINTAR.

Dibujar es describir gráficamente en un papel, o en algo parecido, mediante lápiz, tinta, o algo semejante.
Pintar es extender pintura sobre algo para modificarlo cromáticamente.



Pintar una puerta es cubrirla de pintura. Dibujar una puerta es hacer un dibujo que represente una puerta ¿no?

Entonces ¿qué es lo de Velazquez y cia?

Es dibujar con pintura. Con lo que se logra una doble realidad: algo que es un dibujo y a la vez una pintura.

Los dibujos son mensajes, las pinturas decoración.

¡Hemos mentado la bicha! ¡¿que las pinturas son decorativas?!
Pues sí. Las pinturas decorativas y los dibujos ilustrativos. El lugar propio de una pintura es un habitat a escala humana. El de los dibujos un porta folio o un libro. Es verdad que hay miniaturas y dibujos gigantescos, pero son excepciones.

Los dibujos ilustran. Se entera uno de cosas cuando se miran.

Las pinturas decoran porque cambian el espacio donde están. Y no es necesario estar mirándolas atenta y continuamente para que causen efecto sobre los habitantes. Los murales cambian el aspecto de las paredes. Los cuadros son pinturas portátiles que causan efecto circunstancialmente. Convertir los murales en cuadros, como han hecho en el museo de Cataluña, es una burrada propia de asnos poderosos.

Las pinturas figurativas ilustran y decoran. Pero decoran más que ilustran, porque el modo ideal de ilustrarse uno es sentado cómodamente, no mirando a la pared o al techo en una posición incómoda y exasperante con peligro de padecer una tortícolis.

También los dibujos tienen una necesaria plasticidad, pero en menor grado que las pinturas.
A mí me gusta sobre todo las pinturas que son solo pintura o sobre todo pintura. Los dibujo que me gustan son algo pictóricos.

¿Y las fotos?

Son dibujos realizados automáticamente, aunque no concebidos de ese modo.

Desarrollo del dibujo, fotográfico o no, es el cine y sus derivados. Ingenio cinético donde interviene la duración y por ello el tiempo. Y además desde hace mucho no es mudo. Pero es ilusorio porque se borran cuando se apaga la luz que los anima.

¿Y las esculturas?

Como escultor tengo poca experiencia, si exceptuamos unas pinturas exentas que parecen esculturas. Tan solo cuando estudiaba modelé en barro durante un curso. Tenia que copiar cabezas de escayola y tenía la sensación de estar haciendo muchos dibujos a la vez, de frente, de perfil, de medio perfil, de alante, de atrás, de arriba de abajo y de muchas otras visiones intermedias. Y tenían que casar todos. Algo verdaderamente interesante que no he vuelto a hacer, pero que me gustaría.

Hay otra escultura que no es descriptiva que consiste en inventar objetos que son una realidad en sí mismos.

En los dibujos y en las pinturas el tiempo se congela y uno mismo con el tiempo. Las esculturas son más dinámicas. Requieren ser rodeadas y emplear tiempo en ese dinamismo.





2 comentarios:

isa dijo...

Interesante entrada Saltes, planteas un tema que me apasiona. Y el esquema que propones más interesante todavía: decorativo frente a ilustrativo. Según lo leo me parece ya claro (aunque concluyo algo un poco distinto a lo que te he entendido): creo que las funciones ilustrativa y decorativa no son exclusivas de uno y otro, dibujo y pintura, sino ortogonales a ellos. Aunque sí reconozco que las pinturas tienden a ser más decorativas y los dibujos más ilustrativos. Pero hay ejemplos de lo contrario: los dibujos de Picasso Kelly son extraordinariamente decorativos y, por otro lado, en la pintura clásica me parece que hay muchos ejemplos de pintura ilustrativa, como los cuadros naturalistas de finales del siglo 19. De hecho, la pega que yo le veo a la pintura clásica es que me resulta mucho menos decorativa que la moderna.

Y enlazando con esto, sobre el tabú de llamar decorativa a la pintura (supongo que porque se entiende que es menospreciarla o algo así) yo tampoco creo que sea un menosprecio en absoluto. Creo lo contrario, que la cualidad de decorar es enormemente valiosa y no prejuzga la intensidad-genialidad-complejidad del objeto decorativo: puede ser resultón sin más o puede destilar genialidad por los cuatro costados y en ambos casos tener un fuerte poder decorativo, entendido esto como mejorar la calidad estética del espacio donde está.

Ala, ahí queda mi speech!

saltes dijo...

Muchas gracias Isa.

Toda la pintura religiosa es ilustrativa, la medieval y la moderna, porque representa historias para que se afiancen profudamente. Y no dejan de ser decorativas haciendo de los templos lugares conmovedores y atractivos.

Ambas funciones concurren a un mismo fin, la captación de los fieles y su afianzamiento como tales. Quedando persuadidos de la veracidad de las doctrinas.

La belleza es un mecanismo de persuasión tan poderoso como la razón. Cada uno en su estilo. Y, naturalmente, a unos les gusta un mecanismo y aborrece del otro.

Por otra parte parece como si con el predominio de la razón la estética de la persuasión perdiera fuerza. Por lo menos hay una coincidencia, porque la plástica del XVIII es peor que la del XVII. Y la iconografía religiosa del XIX es catastrófica, la del XX es, por lo general, penosa. Y en lo que llevamos del XXI la cosa no parece enmendarse en absoluto.