Dedico este post nº 149 del Salterio a Ana y a sus amigos, que son mis amigos.

LA MELITA.
Pensaba yo que me había quedado seco. Porque se aproximaba el domingo, que es el día que me he marcado para hacer las entrega de este blog, y no tenía nada que ofrecer ¡Bueno! ¡Qué vamos a hacer! ¡No pasa nada! Voy a prepararme el desayuno. Tiro del caótico embudo de la melita, que está hecho un desastre, lleno de pegaduras y masillas y ¡se enciende la lucecilla! ¡Pero si tenía un tema pendiente! ¡El de la melita!
Efectivamente, desde hace algunos siglos somos melitadependientes. Antes usábamos las conocidas cafeteras italianas que sacan ese café tan fuerte y a las que a veces se me olvidaba ponerle agua y eran como una bomba. Nunca llegó a explotar ninguna pero si se le derritió la goma alguna vez. Pero un día vi aparecer por casa una melita ¿Qué es esto? Con la jarrita tan americana y tan frágil y tan propensa a rodar y a desintegrarse en el suelo en una infinidad de transparentes y amenazantes uñas.
Pronto prescindimos de la jarrita y pusimos el peculiar embudo directamente sobre la cafetera-termo en forma de huevo sobre unas bolillas a modo de trípode.
El peculiar embudo de plástico también tiene querencia por el suelo. Pero es más resistente. Admite pegaduras pero se pone un poco morroñoso al teñirse con el café. De modo que lo reemplazábamos de vez en cuando.
El último de los embudos está en un estado terrible. Ese tope anular que tiene se le ha roto y se ha desprendido. He intentado pegarlo pero no es fácil, de modo que lo he tenido que sujetar con un cordón de masilla ultra fuerte y así va tirando.
Me diréis:
¿Por que eres tan guarro, o tan rata, y no te compras uno nuevo?
¡Pues porque no lo venden en ningún sitio!
¿Cómo que no lo venden?
¡Pues no lo venden! ¡¡¡NO LO VEN DEN!!!
Lo que venden por todos los sitios son las cafeteras, que parecen radios góticas de gran standing, Nesespresso con la imagen simpatiquísima de George Clooney.
Ya se lo que buscan: sacarte la pasta al meterte en la chola que si te tomas un cafelito de esa cafetera pues eres el vivo retrato de George Clooney. Claro ¡como no te ves! Y no vas a ser tan gilipollas como para irte a tomar el café ante el espejo. Y en el caso, poco probable, de que vayas ¡seguro que te ves clavadito a George Clooney!
Total que no quiero cafeteras Nespresso porque veo que me van a sacar la pasta (y es que en el fondo soy un rata) y porque, como también soy un jodido carca, quiero perpetuar la costumbre de la melita.
Pero ¿qué misterio es este? Por qué ya no hay modo de encontrar los peculiares embudos ¡Pero sí hay filtros! Y hasta las anticuadas jarritas.
Es que hay unas cafeteras que usan esos filtros y esas jarritas. Que son eléctricas para calentar el agua que se pone en un depósito.
Diréis:
Y ¿por qué no te compras una de esas cafeteras?
Porque no quiero tener el mecanismo eléctrico de calentar el agua.
Pero si la tienes que calentar en cualquier caso.
Ya, pero es que esas cafeteras son cazurronas. Y antes de verme hecho un cazurro prefiero hacer como George Clooney y comprarme una Nespresso. Aunque no creáis que me rajo tan fácilmente y si no encuentro un embudo nuevo, ya remendaré este por los siglos de los siglos. Amén.