
ROMPER UNA LANZA POR RUBALCABA.
Este blog no es habitualmente un tablón de anuncios para propagandas políticas, pero un día es un día.
A mí nunca me ha gustado Zapatero, ni sus amigotes, ni su empeño oportunista por realizar ilusiones. Porque las ilusiones son eso, ilusiones. Ni que negara la evidencia de una crisis, ni que regalara bombillas, ni 400€, como si sobrara el dinero, ni otras cosas más graves y menos evidentes. Su papel, creo, es el de administrar debidamente el país, y en esa tarea fundamental no me parece que haya acertado mucho. Pero puede que yo esté equivocado porque soy un ignorante. Rubalcaba me parece que es distinto. Es el único clavo ardiendo que nos queda ante la omnipotencia de los señores de la derecha.
Rubalcaba lo tiene difícil. Por muchas razones lo tiene difícil. Por ejemplo, lo tiene difícil para que las votaciones favorezcan su candidatura. Porque habrá quien vaya gustoso a votar al PSOE. Pero mucha gente cabreada con la situación de postración en la que está el país no le votaría ni loco, y concederá a Rajoy el beneficio de la duda. Y otra gente que no es que sea “anti-sistema” sino que percibe claramente que el sistema es anti-gente ¡cómo va a votar a Rubalcaba! Si Rubalcaba también es parte de ese sistema anti-gente.
Para votar de modo favorable a Rubalcaba hay que pasar por el trago de escoger en su día la papeleta socialista, meterla en un sobre, llevarla a la mesa electoral, y dársela al presidente para que la introduzca en la urna. Mientras que para votar a la derecha no es necesario nada de eso. Porque como están las cosas con quedarse uno en casa tranquilamente es suficiente. Porque abstenciones, nulos y blancos obrarán a favor de la derecha.
Así y todo, si es lo mismo, más o menos lo mismo, ¡qué más da! Pero es que no me parece que sea lo mismo. El PP está en plena expansión y tratando del alcanzar el poder absoluto que parece tenerlo al alcance de la mano, mientras que el PSOE anda buscándose a sí mismo y tratando de renovar la izquierda como sea. Y no es que el otro día cuando fui a la entronización de Rubalcaba me cayera del caballo.
¡Pero es que fuiste a la entronización de Rubalcaba? ¡Es que confiesas aquí cada cosa…! me diréis.
Sí, fui, pero no pensaba ¡ni siquiera sabía que fueran a entronizarlo!
El caso es que me llamó mi amigo Pedro para invitarme.
Es que creo que tengo compromiso para ese día…mentí.
Oye, si no te apetece ¡no hay compromiso!
Total que la mañana de autos me llamó y me preguntó que si iba. Y como no había impedimento metafísico me fui con él.
Llegamos al piso menos cuatro del palacio de congresos de ifema y aquel teatro tan grande estaba petado y no pudimos entrar en la sala. Bien es verdad que de haber escogido una sala mayor –que la hay- ese restillo de espectadores tardones no hubiéramos podido acomodar, supongo, dejando además huecos. Pero en estos casos la estrategia favorece las molestias del lumbago.
A unos pasos de la puerta de la sala donde se desarrollaban los acontecimientos, y tirado en el suelo, pude ver ¡por televisión! (gran pantalla, eso sí) el mitin de Rubalcaba.
Tiene Rubalcaba media papada descolgada apenas disimulada por una corta barba de ralos pelos. Los dientes negros del tabaco. Una calva reluciente…, bueno, ya lo conocéis.
Pero aquel mitin no parecía un mitin, sino una conferencia. Una clase. Y eso me encantó. Ignoro si su proyecto tiene o no viabilidad ni cuanta tiene, pero ya es algo el que le hiciera tantos guiños al 15M. En eso se diferencia bastante del PP, cuyo líder aseguraba que podría haber despejado la Puerta del Sol en un pis pas y la lideresa también se mostraba indignada que le tuvieran hecho un asco la panorámica de su despacho y apremiaba al gobierno para que le despejara aquello, a mamporros o como fuera.
Hubiera sido preferible que en vez de una proclamación hubieran sido unas primarias. Y mejor que al estilo español, manoseadas por el aparato del partido, al estilo francés, en la que tiene derecho a votar toda la población, y no solo los militantes socialistas, y sale candidato el más votado. No sé si eso llegará algún día. Pero, en su defecto, parecía que los cuadros del partido estaban unánimemente en sintonía.
El PP que ya domina este país en el modo mosaico de autonomías y ayuntamientos, pretende dominarlo también en el modo monolítico nacional. Con lo cual tienen la omnipotencia asegurada. Y eso me produce escalofrío…
Decía un amigo del PP que de no cometer ningún error a última hora, como el cometido a propósito de la tragedia de Atocha queriendo imputar a ETA aquel horror, ganarían seguro. Así lo creo yo también, pero la inclinación que tienen a mentir compulsivamente en beneficio propio puede que les pierda. Ya lo están intentando al querer descabalgar a Rubalcaba a propósito del dudoso caso faisán.
Si no lo consiguieran y se les viera bien el plumero, y a pesar del voto masivo e incondicional de los del mitin del papa, puede que el descabalgado sea Mariano ¡Verdaderamente está en nuestras manos!
A mí nunca me ha gustado Zapatero, ni sus amigotes, ni su empeño oportunista por realizar ilusiones. Porque las ilusiones son eso, ilusiones. Ni que negara la evidencia de una crisis, ni que regalara bombillas, ni 400€, como si sobrara el dinero, ni otras cosas más graves y menos evidentes. Su papel, creo, es el de administrar debidamente el país, y en esa tarea fundamental no me parece que haya acertado mucho. Pero puede que yo esté equivocado porque soy un ignorante. Rubalcaba me parece que es distinto. Es el único clavo ardiendo que nos queda ante la omnipotencia de los señores de la derecha.
Rubalcaba lo tiene difícil. Por muchas razones lo tiene difícil. Por ejemplo, lo tiene difícil para que las votaciones favorezcan su candidatura. Porque habrá quien vaya gustoso a votar al PSOE. Pero mucha gente cabreada con la situación de postración en la que está el país no le votaría ni loco, y concederá a Rajoy el beneficio de la duda. Y otra gente que no es que sea “anti-sistema” sino que percibe claramente que el sistema es anti-gente ¡cómo va a votar a Rubalcaba! Si Rubalcaba también es parte de ese sistema anti-gente.
Para votar de modo favorable a Rubalcaba hay que pasar por el trago de escoger en su día la papeleta socialista, meterla en un sobre, llevarla a la mesa electoral, y dársela al presidente para que la introduzca en la urna. Mientras que para votar a la derecha no es necesario nada de eso. Porque como están las cosas con quedarse uno en casa tranquilamente es suficiente. Porque abstenciones, nulos y blancos obrarán a favor de la derecha.
Así y todo, si es lo mismo, más o menos lo mismo, ¡qué más da! Pero es que no me parece que sea lo mismo. El PP está en plena expansión y tratando del alcanzar el poder absoluto que parece tenerlo al alcance de la mano, mientras que el PSOE anda buscándose a sí mismo y tratando de renovar la izquierda como sea. Y no es que el otro día cuando fui a la entronización de Rubalcaba me cayera del caballo.
¡Pero es que fuiste a la entronización de Rubalcaba? ¡Es que confiesas aquí cada cosa…! me diréis.
Sí, fui, pero no pensaba ¡ni siquiera sabía que fueran a entronizarlo!
El caso es que me llamó mi amigo Pedro para invitarme.
Es que creo que tengo compromiso para ese día…mentí.
Oye, si no te apetece ¡no hay compromiso!
Total que la mañana de autos me llamó y me preguntó que si iba. Y como no había impedimento metafísico me fui con él.
Llegamos al piso menos cuatro del palacio de congresos de ifema y aquel teatro tan grande estaba petado y no pudimos entrar en la sala. Bien es verdad que de haber escogido una sala mayor –que la hay- ese restillo de espectadores tardones no hubiéramos podido acomodar, supongo, dejando además huecos. Pero en estos casos la estrategia favorece las molestias del lumbago.
A unos pasos de la puerta de la sala donde se desarrollaban los acontecimientos, y tirado en el suelo, pude ver ¡por televisión! (gran pantalla, eso sí) el mitin de Rubalcaba.
Tiene Rubalcaba media papada descolgada apenas disimulada por una corta barba de ralos pelos. Los dientes negros del tabaco. Una calva reluciente…, bueno, ya lo conocéis.
Pero aquel mitin no parecía un mitin, sino una conferencia. Una clase. Y eso me encantó. Ignoro si su proyecto tiene o no viabilidad ni cuanta tiene, pero ya es algo el que le hiciera tantos guiños al 15M. En eso se diferencia bastante del PP, cuyo líder aseguraba que podría haber despejado la Puerta del Sol en un pis pas y la lideresa también se mostraba indignada que le tuvieran hecho un asco la panorámica de su despacho y apremiaba al gobierno para que le despejara aquello, a mamporros o como fuera.
Hubiera sido preferible que en vez de una proclamación hubieran sido unas primarias. Y mejor que al estilo español, manoseadas por el aparato del partido, al estilo francés, en la que tiene derecho a votar toda la población, y no solo los militantes socialistas, y sale candidato el más votado. No sé si eso llegará algún día. Pero, en su defecto, parecía que los cuadros del partido estaban unánimemente en sintonía.
El PP que ya domina este país en el modo mosaico de autonomías y ayuntamientos, pretende dominarlo también en el modo monolítico nacional. Con lo cual tienen la omnipotencia asegurada. Y eso me produce escalofrío…
Decía un amigo del PP que de no cometer ningún error a última hora, como el cometido a propósito de la tragedia de Atocha queriendo imputar a ETA aquel horror, ganarían seguro. Así lo creo yo también, pero la inclinación que tienen a mentir compulsivamente en beneficio propio puede que les pierda. Ya lo están intentando al querer descabalgar a Rubalcaba a propósito del dudoso caso faisán.
Si no lo consiguieran y se les viera bien el plumero, y a pesar del voto masivo e incondicional de los del mitin del papa, puede que el descabalgado sea Mariano ¡Verdaderamente está en nuestras manos!
