
También a mí me pasa eso: un dibujo sin gracia o que no diga nada me gusta menos que uno que te cuente algo. Lo principal de los dibujos es que sean transitivos, que sean un medio de enterarse uno de algo. No obstante reconozco que los dibujos tienen interés en sí mismos.
Con los cuadros me podría pasar lo mismo, pero me pasa todo lo contrario: no aprecio su carácter transitivo, que tradicionalmente lo han tenido y todavía lo tienen, mientras que lo que más aprecio es su valor intransitivo, su valor en sí mismo, como objetos, como cosas, cuyo conocimiento es experimental. Las cosas así son inefables. Por eso me gustan los cuadros que no representan nada, que no remitan a nada más que a sí mismos, a su propia forma y a su propio colorido.
Esto ha sido el gran obstáculo a la aceptación del arte moderno por la mayor parte de la población durante todo el siglo XX y lo que llevamos del siguiente. Cada vez hay más gente que lo acepta, es decir que la minoría de amateurs va aumentando, pero no deja de ser minoría. La gran pregunta sigue siendo ¡qué significa! Y la respuesta inaceptada es que no significa nada, sino que propicia una experiencia, como el que se come unas gambas, no pretende enterarse de nada, ni de que son artrópodos y no miriápodos ni de ninguna otra cosa, sino disfrutar de esa experiencia, nada más y nada menos.
En contra de lo que pudiera parecer soy un ecléctico, me gustan todos los géneros, pero no me interesa hacer cuadros REALISTAS, ni ABSTRACTOS, que son parecidos, porque unos y otros son efecto de abstraer. Me interesa hacer los cuadros CONCRETOS, que son cosas concretas, objetos, realidades (no realismos = simulaciones de la realidad)
Los cuadros concretos son geométricos porque no pueden ser de otro modo. Imaginemos un cuadro informalista compuesto de manchas hechas por un autor que no tuvo intención de representar nada. Un espectador, no obstante, puede ver nubes o rocas o amebas, en definitiva cosas representadas. Y una cosa representada depende en todo de lo representado, siendo tan sólo un aspecto mínimo. P. e. una representación de un gato no es un gato, no corre, no maulla no salta, aunque si la representación es cinematográfica puede hacer todas esas cosas ¡pero no le puede arañas a uno, ni huele a gato, ni deja la habitación llena de pelos, ni produce alergia! Mientras que si vemos un dibujo de un triángulo eso no es una representación de un triángulo ¡es un triángulo! con todas las cualidades de los triángulos. Como que la suma de sus ángulos es igual a la de dos rectos. o que su superficie es igual a la mitad del producto de su base por su altura, o que si es rectángulo su hipotenusa al cuadrado es igual a la suma de los cuadrados de los catetos y si se inscribe en una circunferencia el centro estará en la hipotenusa etc. etc. Hay cosa triangulares, pero un triángulo puro no es más que un triángulo. Luego lo cuadros de naturaleza concreta serán geométricos porque asi no son ni figurativos ni abstractos ¡es una garantía!
En estos días estoy participando en una exposición colectiva donde muchos de sus cuadros son concretos, entre ellos los míos. De mi aportación teneis referencia por las dos imágenes que figuran a continuación. Y de la exposición una foto de la invitación donde vienen todos los datos ¡estais invitados!