Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

martes, 28 de abril de 2020

Más vale maña que fuerza.



DAVIDES Y GOLIATES.

No hay más cera que la que arde.

Me refiero que bien mirado no hay más que un reino en la Naturaleza

 El Reino Mineral.

Reino que parecen regirse por las leyes de la física y de la química.

O leyes de la voluntad automática, podríamos decir.

Pero también hay otras leyes que no son tan automáticas. Que son más acomodaticias, que son más ventajistas, digamos.

Son las leyes de la vida.

Las elástica leyes de los seres vivos.

Entre los que nos encontramos nosotros que nos medimos con el metro.

Seres unicelulares o pluricelulares procariotas compuestos por células con núcleos.

Que tienen sexualidad y muerte.

Otros seres vivos son los eucariotas. Bacterias, arqueas y hongos pequeños.

Seres unicelulares que se miden con las micras, que son millonésimas de metros, o milésimas de milímetros.

No los podemos ver a simple vista sino con microscopios ópticos.

Son asexuados y no se mueren sino que se dividen. Aunque a veces, por accidente puedan perecer, a diferencia de los que han de morirse necesariamente.

Y otros seres cuya existencia puede ser típicamente mineral que parece estar regida exclusivamente por las leyes de la física y de la química, pero que también puede ser típicamente vital si es que logran invadir un ser vivo, apropiándose de sus mecanismos vitales para formar colonias que pueden propagarse por todo el planeta ¡Y joderle la vida a todo el mundo! utilizando los recursos propios de sus víctimas.

Estas prendas son los virus y se miden por nanómetros, que son milmillonésimas de metros, o millonésimas de milímetros. Unidades que también se utilizan para "medir" los componentes de las células, los ácidos nucleícos, y también los átomos y sus elementos.

Esos seres infinitamente pequeños no se pueden ver de ninguna manera, ni con microscopios ni con nada ¡punto pelota!

Pero claro se puede tener conocimiento de su presencia a la vista de sus hazañas, de sus víctimas. Y de su estructura mediante los llamados microscopios electrónicos que en vez de fotones "ópticos" emplea electrones que tienen una longitud de onda mucho menor, pero eso no es ver con unas potentes gafas, es otra cosa, parece más "tocar" a manguerazos de electrones...

Creo que queda justificado el título porque estos enemigos son unos "davides" infinitamente pequeños capaces de tumbar a grandísimos "goliates", para su escala, que no pueden ver ni por donde les vienen las pedradas!



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