Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

miércoles, 22 de diciembre de 2021

Habría que vulgarizar el léxico.


PAREIDOLIA ARTIFICIAL.

¡Pareidolia es una palabra rarísima!

No viene ni en el Moliner ni en el diccionario de la RAE de 92 que es el que tengo.

Y el caso es que debería ser muy corriente.

Porque significa, más o menos, ver formas reconocibles  en configuraciones fortuitas. Como, por ejemplo la "las caras de Belmez".  O esta lechuza producida fortuitamente al pisar en un suelo embarrado.



Pues hay otra realidad que ni siquiera tiene una palabra para designarla, lo que podríamos llamar "pareidolia artificial". que es lo que ocurre cuando se dibuja, se pinta o se esculpe algo figurativo.

Porque cuando se dibuja o se pinta o se escupe de modo figurativo se producen formas reconocibles, pero no son fortuitas sino producidas ex profeso por artistas.

Pero no solo cuando se trata de artes plásticas que son manuales también las artes que se valen de recursos automáticos como las imágenes "fotográficas" como la fotografía, el cine y el vídeo. Porque las imágenes que producen "no son reales", "son virtuales" como las de las artes plásticas.

Desde luego que todas estas artes plásticas figurativas son comunicativas, porque informan de cosas.

Pero sus signos "son motivados" ya que significan en virtud de la semejanza entre el significante y el referente.

Mientras que en "las artes literarias" sus signos "son inmotivados", porque, salvo en las onomatopeyas, el signo y el referente no se parecen en nada ¿en qué se parece una lechuza a la palabra lechuza? ¡Pues en nada! mientras que la imagen fortuita de esta lechuza se parece bastante a una lechuza de verdad. Y los signos del arte figurativo se parecen un montón a lo que representan.

Moraleja primera:

Al arte figurativo habría que llamarle "arte pareidolista artificial" ¿no?

Moraleja segunda:

El arte figurativo habla de cosas pero lo importante, lo que vale y por lo que se admira es por lo que habla de sí mismo. Y en eso no se diferencia en nada del arte que no es figurativo.


 

viernes, 10 de diciembre de 2021

Circunstancias opresivas.

EL NEOTALIBANISMO.

No soy un negacionista, ni nada que se le parezca.

Soy un obediente pertinaz.

Soy la negación de la rebeldía.

Pero ¡vamos! la mascarilla de marras está resultando demasiado alienante.

Pongo un ejemplo:

Voy a cantar a un coro ¡la ilusión de mi vida!  Seremos cerca de treinta y ya llevo yendo cuatro o cinco días ¡y no conozco a nadie por culpa de la maldita mascarilla!

Si me encontrara con alguno de mis co-coristas en algún sitio no lo podría reconocer.

Eso es un disparate. Una alienación.

Es algo propio de talibanes.

Ya es corriente en nuestra cultura no ir enseñando las vergüenzas, que también es algo talibán.

Lo digo porque fui una vez a una playa nudista, pero mixta, porque los había en bolas y en bañador. Y no me pareció escandaloso. Lo que me pareció es que estaba en clase. Porque como soy de bellas artes y los modelos posan desnudos.Pues esa imagen playera me pareció más docente que indecente.

¿Alternativa a la penosa férula buconasal?

Pues no lo sé, pero está resultando muy pesado y empieza a ser lesivo...

 

 


 

domingo, 5 de diciembre de 2021

Historiadores en zapatillas.



 

LO QUE TENDRÍA QUE HABER Y NO SÉ QUE LO HAYA.

Tendría que haber un depósito en la Biblioteca Nacional o en la Academia de la Historia donde se recogieran testimonios de la gente.

Y tendría que ser de conocimiento público la existencia de tal depósito.

Y tendría que hacerse publicidad para estimular a la gente a que escribiera sus testimonios y los enviara a dicho depósito.

¿Por qué?

Porque ese depósito sería un pozo o un aljibe de testimonios a disposición de los historiadores.

Porque ¿qué es la Historia?

La Historia está compuesta por narraciones de los historiadores que tratan de que perdure en la memoria de la población hechos pasados, que "ya no son" pero "que fueron".

Porque se cree conveniente que permanezcan en la memoria de la población presente.

Lo ideal es que tales narraciones sean verdaderas. O si no lo son que se puedan modificar de modo que lleguen a serlo.

Rara vez los historiadores describan hechos de los que fueron testigos presenciales. Generalmente se basan en testimonios de auténtico testigos directos. O, en su defecto, en noticias publicadas en periódicos, o en otras fuentes de veracidad garantizada, como pueden ser actas fidedignas de diversa índole.

No solo los "hechos trascendentales" son importantes. Decía el famoso sociólogo Juan Linz que había encontrado cuadernos con anotaciones de su madre relativas a sus compras del mercado donde aparecían productos y precios relativos a fechas concretas, y eso tenía un indudable valor sociológico de carácter histórico. También decía que tenían mucho interés las guías telefónicas, de las que se editaban muchos miles cada año y que increíblemente de algunos años no había podido encontrar ninguna. En ningún sitio, ni tampoco en Telefónica.

¿Quién puede dudar del valor histórico de "El diario de Ana Frank"?

Y ¿era Ana Frank una famosa historiadora?

Era una chica totalmente corriente que tuvo el acierto de recoger sus observaciones en la época que le había tocado vivir.

Todo esto lo digo porque tengo un amigo que ha sido testigo directo de los convulsivos hechos acaecidos en América Latina en casi la segunda mitad del siglo XX, y amigo o conocido de muchos de aquellos protagonistas. Y yo le animo a que los describa y los mande a la Biblioteca Nacional, pare que allí vaya a buscarlos los futuros historiadores.

Pero no me hace caso.

Ni él lo escribe, ni hay, que yo sepa, un depósito en la Biblioteca Nacional que los acoja.

jueves, 2 de diciembre de 2021

El pacto secreto con el diablo


LA TAPADERA VERDE.

A mí siempre me ha escamado este entusiasmo por la energía verde.

No es porque sea negacionista, que no lo soy.

Porque siempre me ha parecido que no puede ser buena esta dependencia de la combustión para obtener energía.

Como soy más viejo que la pana he vivido de lleno la energía obtenida de la tracción animal. Cuando era niño había pocos automóviles y pocos camiones. Lo que había mayoritariamente eran coches de caballo y carros tirados por mulas. No había taxis sino unos pocos automóviles llamados "7 plazas" que eran coches de alquiler destinados a viajes de emergencia principalmente. Y los arados también los movían animales, bueyes, caballos y mulos.

La tracción animal no era la única fuente de energía, también se hacía uso de la energía eólica. Recuerdo que en Punta Umbría toda la flota de pesca de bajura era de vela. Y en tiempo de mi abuelo también la de altura.

Allá por los 50, creo, se "jubilaron" los animales ¡pero también se jubiló a Eolo! Y muy recientemente se la ha vuelto a dar empleo para mover estos modernos "molinos" productores de electricidad. Recurso que, junto a los saltos de agua, producen más energía de lo que parecía al principio.

Pero subsiste un problema, que no es tan dificultosa la obtención de energía como poderla guardar hasta el momento en que se necesite, se han desarrollado increíblemente los acumuladores de energía, pero ese problema no acaba de resolverse completamente.

Pero se visualiza una buena solución, el empleo del hidrógeno.

Pero siendo el hidrógeno tan abundante en la naturaleza no es, aunque lo parezca, una fuente de energía ¡porque no hay hidrógeno libre y puro en ningún sitio! Lo hay formando compuestos en el agua y en los hidrocarburos. Pero hay que liberarlo, para lo que se requiere gasto de energía ¡y lo que necesitamos no es gastar, sino obtener!

Luego el hidrógeno no puede estar en el papel del petróleo y del gas, sino en el de las baterías. Puesto que se puede emplear "energía sobrante" en un momento dado para producir hidrógeno que se puede gastar en el momento oportuno, Por ejemplo descomponiendo agua con energía eléctrica, guardando el hidrógeno que se puede emplear como fuente energética cuando se necesite.

La situación actual es que dejamos de consumir carbón, con lo que se reduce la obtención de energía ¡y suben los precios!

Se mantiene el uso de los hidrocarburos ¡porque si no palmamos! y la energía "verde" está a medio camino (que no es poco) de cubrir las necesidades energéticas, pero no la cubre totalmente ¡ni de coña!

Por otra parte no se contempla la reducción del uso energético a proporciones más discretas porque el capitalismo al uso tiende al gigantismo y a la reducción irresponsable del gasto.

Ni tampoco se opta con entusiasmo por la explotación de la biomasa con fines energéticos, porque resulta engorroso y poco lucrativo . 

¡Una solución quiero!

¿Qué hacer?

¡Pues un pacto con el diablo!

Que es lo que los gabachos vienen haciendo y se aprestan a incrementar notablemente.

¿Qué diablo?

La energía nuclear.

Porque ¿dónde hay una energía abundante que no tiene efecto invernadero?

¡En el uranio!

Que produce una energía limpia.

Tan limpia que mata limpiamente.

El problema de esta fuente de energía es que produce residuos peligrosísimos, que es imposible neutralizar y guardar eficazmente.

Y cuya acumulación hará de este mundo un lugar en el que no se podrá vivir porque la contaminación radiactiva ¡es letal!

"Desde que te vi venir dije por la burra viene" porque todo el clamor por la "energía verde" tiene muy loable intención. Pero lo que me escama son los "altavoces"de los poderosos. A los que por fin se les ve el plumero. Porque ya defienden a las claras que se considere "energía verde" a la energía nuclear. Como puede verse en el artículo de Anna Gumbau "La energía nuclear y la taxonomía verde" en EL PAÍS de hoy (2-12-2012)

¡Vivir para ver!