Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

domingo, 29 de junio de 2008

Los colores del arco iris.

Este post, precedido de un dibujo del Salterio, sale una fecha después del Día Mundial del Ogullo Gay. Y como todos los santos tienen octava, aquí está para sumarse a la celebración. HERMAFRODITAS.

Hoy me voy a meter en el hipercharcazo.

Zapa se apunta unos tantos y Cerolo predica enfáticamente.

Yo no acabo de ver esa política que promueve las salidas de armario con redobles y fanfarrias “¡Aquí estoy yo y quiero que se me aprecie reconociendo mi condición”…porque mi marido…”, dice uno “…mi mujer…”, dice una ¡No lo veo! Creo que esa política yerra el tiro, por la simple razón de que apunta para un lado distinto de donde está el blanco.

La solución, siempre difícil y nunca absoluta, estaría más bien en erradicar los armarios. Al cantante Miguel Bosé le preguntaron una vez por la tele que cuándo iba a salir del armario (¡¡¿cómo se puede preguntar una cosa así?!!). A lo que respondió que él no tenía armario.

Veamos: la gente homo tiene una parte de la población en contra, y otra a favor. Y querría, es de suponer, tener más partidarios. Los planteamientos aludidos ¿aumentan los partidarios?

No me parece que mucho, porque los que estaban a favor siguen estándolo aunque con más entusiasmo. La fiesta del orgullo es una explosión de júbilo. Y eso me parece positivo. Pero puede que no haya aumentado la tolerancia, sino que los mismos tolerantes de siempre muestran mayor entusiasmo. Y eso puede que signifique algo respecto a la aceptación de los homo, en el sentido que los simpatizantes “salen del armario”, decir, no se avergüenzan de mostrar su simpatía, ¡y eso es mucho!

Pero en estos tiempos inmediatos no creo que se haya producido un sensible avance real porque no parece que haya una deserción apreciable de antipatizantes que se unan a las filas de los simpatizantes. A más largo plazo el avance ha sido enorme, si lo comparamos con la dictadura.

Parece que la doctrina oficial homo tiene dos rasgos característicos: 1: exhibir los rasgos peculiares (las pumas) y 2: el público reconocimiento de las uniones entre personas del mismo sexo.

A mi me parece que ambas medidas son desacertadas porque creo que son contrarias a los intereses de los afectados. El matrimonio entre personas del mismo sexo es legal ¡es un hecho! Pero dudo mucho que tales casamientos –que son actos públicos- sean positivos para los interesados. Creo que los problemas económicos de herencias y prestaciones sociales se podrían resolver en un plano más privado y más discreto.

Digo que la estrategia “oficial” me parece equivocada porque el paradigma que en mi opinión se debería defender, además de que la homosexualidad sea algo tan natural como la heterosexualidad, es que LA ORIENTACIÓN SEXUAL DEBE PERTENECER A LA ESFERA PRIVADA.

De modo que ante la acusación de que fulanito es mariquita o menganita es boyera la respuesta universal debiera ser: “Y a usted ¿qué coño le importa?”

Las maneras homosexuales de ser no deben resultar escandalosas ni constituir rarezas ¡han existido siempre y siempre existirán! Y ni es una perversión, ni una enfermedad, ni nada. Son modos de ser y nada más. A uno le puede gustar o le puede molestar, pero es que con toda conducta privada pasa lo mismo. Y desde luego hay que tratar de mantener lo que es privado en el ámbito de lo privado, siempre que sea posible. Con exhibir las plumas una vez al año ya es bastante. Y a quienes, involuntariamente, se les note se les debe reconocer el derecho a no ser causa por ello de insulto o de burla.

Por ese camino creo que se pueden producir avances, de modo que cada uno sea como quiera o como pueda, pero en un plano de igualdad de derechos y de trato.

Lo que hay que inculcar a la sociedad, y por lo que hay que pelear, es:

1º Que ser homo o heterosexual son dos modos de ser y nada más, que cada uno es como es porque quiere o por que no puede ser de otro modo.

2º Que en la esfera privada cada cual, siempre dentro de la legalidad, se lo puede montar como quiera o como pueda y que nadie tiene derecho de meter las narices en lo que no le importa.

miércoles, 25 de junio de 2008

Carpe diem

Tras este dibujo del Salterio este post que sale con cierto retraso por dificultades técnicas. SÓLO SE VIVE UN DÍA.


Me decía entristecido un buen amigo mío, cuando le daba el pésame por el fallecimiento de su hijo en trágico accidente, “está claro que no se vive más que un día”.

Me quedé pensando en el significado profundo de esa frase. Meses más tarde en un programa divulgativo de zoología de “la dos” dicen que los animales sólo viven un día. El que están viviendo. A pesar de que me repugnan esas aseveraciones acerca de lo que sienten los animales ¡qué coño saben! la idea me pareció interesante.

Decían en la tele que la vida de cada animal es la transcurrida entre el despertar y el dormirse de nuevo. Me pareció interesante porque la vida puede ser eso, lo transcurrido entre un despertarse y un dormirse. Lo que pasa es que eso ocurre muchas veces, porque se REPITE muchas veces. Hasta que no se despierte uno más, pero de eso no se entera y desde luego no lo puede recordar.

En tal caso uno vive muchas veces, o muchas vidas: vidas de niño, de adolescente, de mayor, de viejo. Vidas felices, desdichadas, aburridas, excitantes. Y uno se hereda a sí mismo, sus propiedades y sus deudas. Su trabajo, sus amistades, sus enemistades y su familia.

Pensando de ese modo se vive el presente. O mejor aún, es el gerundio lo que se está viviendo. El pasado no es más que recuerdo. Signos recordados más o menos difusamente. Y en cualquier caso el pasado se vive en el presente y no es más que una selección de recuerdos, que no de vivencias.

En el presente continuo, presente-gerundio, lo que se está viviendo se vive con todos sus detalles, se vive lo principal y lo secundario y lo terciario y todo, consciente o inconscientemente.

Y del futuro, que está dominado por la imaginación, no tenemos más que inferencias. No es poco, porque sabemos a qué nos comprometen las deudas presentes. Que gastos o que inversiones nos podremos permitir en un futuro. Pero el futuro, que es incierto, determina nuestro presente. Y si no hay negros nubarrones en el horizonte nos podemos dar con un canto en los dientes, y respirar tranquilos. Pero si los hay se puede arruinar nuestro presente, es decir, nuestra vida.

Claro que no se puede vivir al día sin más. Hay que planificar el futuro, porque ¿y si se despierta uno después del sueño y se encuentra que no tiene de dónde para pasar el día? ¿A dormir otra vez?

Uno tiene que hacer sus deberes y cuando estén bien hechos ¡Que salga el sol por Antequera! Si me despierto ¡a vivir una nueva vida! y si no me despierto no tengo por qué preocuparme ¡No lo voy a notar! De modo que no voy a estropear esta vida que acaba de amanecer, o las que amanezcan, porque parece que no voy a vivir hasta los ochenta años o hasta los que sea. ¡¡Esta vida, la que transcurrirá de aquí a la noche, la voy a vivir de puta madre!!

lunes, 16 de junio de 2008

El amigo americano.

Este post, precedido de este dibujo del Salterio, se lo dedico a Anaïs, que se ha revelado como una cantante de gran calado. Cuando sea una estrella rutilante recordad que seguramente esta es la primera vez que habeis oido hablar de ella y diréis ¡qué razón tenía Saltés! USA TAMBIÉN ES UN PAÍS HISPANOAMERICANO.


Actualmente el país con mayor número de hispanohablantes no es España sino México. Y el tercero USA. Pero dentro de poco será segundo y España tercero.

Sí, ya se sabe que en USA se habla inglés, que los hispanos son minoría, que era una colonia inglesa etc. etc. pero ¡ojo! que muchos hispano-parlantes no lo son por ser emigrantes, sino porque en sus estados, antes de ser tales, ya se hablaba español, tal es el caso de California, Tejas, Nuevo México y Arizona.

Pero hay muchas cosas que no se saben, o se saben mal porque son falsas. Como p. e. que no es que el actual territorio USA antes de la independencia perteneciera a Inglaterra. Pertenecía a Inglaterra una crestita al este y nada más, el mogollón estaba en Canadá, y todo lo demás era o México -un tercio del territorio de los Estados Unidos en el siglo XIX era parte de ese país- o había sido de España, parte también a Francia, o era un territorio salvaje, con indios o no, o a lo mejor de nadie.

¡Norte América es un invento de los norteamericanos! Un imperio soñado por Washington, Franklin, Jefferson, Adams y cia., que hicieron realidad. Compuesto por muchos estados que empezaron a cuajar en dos grandes países diferentes: una federación y una confederación. El tema se resolvió con una guerra que tuvo el efecto de que los federales vencieron y sometieron a los confedérales y conquistaron su territorio. El final fue que se realizó el imperio ideado por los fundadores.

Buena parte del territorio de los EEUU, de ese imperio soñado, perteneció en su día al imperio español. Pero no sólo eso, la corona española apoyó la fundación de los EEUU mucho más que nadie, circunstancia que se ignora premeditadamente, no se si reconocerá abiertamente alguna vez. Sirva como ilustración que el signo del dólar, una “s” con dos palitos, es el de la moneda española que le dio origen: los palitos son las columnas de Hércules y la “s” la leyenda “non plus ultra” O sea que…

Pero la cosa no termina aquí, porque consolidado el imperio norteamericano se lanzan a conquistar el mundo ¿de qué modo? Diciendo a la corona española “quítate tú que me voy a poner yo” le declara la guerra y se hace con lo que quedaba de su imperio: Cuba, Puerto Rico, Filipinas y otras islas del Pacífico, que no son otra cosa que puntos de apoyo para dominar el mundo.

El mal rollo producido por ese conflicto, (que es la primera guerra internacional de USA y la última de España), perdura después de más de un siglo y origina una antipatía mutua que habría que pensar en superar alguna vez.

El caso es que el papel de USA en el mundo es el heredado de la corona española. Herencia lograda a capones. Eso directamente, porque, indirectamente, es el espejo de todos los países hispanoamericanos.

¡Pero tampoco termina ahí la cosa!, porque al final de la II Guerra Mundial. Cuando los alemanes habían conquistado prácticamente toda la Europa continental. Rusia se resistía y parecía que iba ganando, y de hecho ganó, el Reino Unido que no veía el modo de ganar ¡escoge con quién quiere perder, para parecer que gana! E invita a USA a entrar en el baile ¡Y USA conquista Europa! La ocupa militarmente, aunque disimuladamente, mediante la OTAN que es la versión moderna de los Tercios de Flandes.

¿Dónde fracasa USA? Pues fuera del “marco español”: En Corea, en Vietnam y donde fracasaron los otros europeos en los territorios donde Las Cruzadas fracasaron -no los españoles que no participaron-. Allí es donde los norteamericanos fracasarán enseguida. Tan sólo han triunfado fuera del marco español en Japón (por medios irresistibles).

A la vista de lo visto ¡¿cómo no vamos a considerar a USA un país hispanoamericano?! Si se asienta en una buena parte en territorio hispano-americano y no para de recibir hispano-americanos, y todos conservan y usan la lengua española.

La impronta original británica tiene que ir necesariamente en regresión. Porque una cosas las hace bien pero otras mal. Me refiero ahora a los negros. Hay en Norteamérica mucho negro. Y pudiera ser, como es sabido, negro el próximo presidente.

¿Cuántas clases de negros hay en USA? Pues según se mire hay 3, 2 ó 1. Veamos: están los descendientes de sus esclavos ¡que constituyen una minoría! Es decir que no están del todo integrados. Los inmigrantes que acaban de venir de África. Los latinos negros ¡Qué no son negros porque son latinos!

¿Qué quiere esto decir? Que en Hispanoamérica los negros se integraron hasta el extremo de que estrictamente no son negros, están más o menos morenitos y tienen los morretes más o menos relevantes y no son tan puros porque están más mezclados, no accidentalmente sino porque se formaron familias interraciales, cosa a lo que se resistían los gringos y se resisten todavía. Tampoco hay en Hispanoamérica indios como los de las películas. Puede parecerle a uno que están más o menos achinados pero ni está claro que sean puros y sobre todo ¡no los confinan en reservas! Eso lo hicieron con mejor o con peor intención, pero es un obstáculo a la integración.

El integrar debidamente a la población es lo que tienen que aprender los gringos si quieren que la fiesta termine en paz. Y esa canción no se la saben los anglosajones, esa la saben los latinos. Ahora se nota que vive cada mochuelo en su olivo y el entendimiento parece que no es malo. Pero el panorama, paradójicamente, debe estar más desorganizado en la superficie para que esté más organizado en el fondo. Porque el ambiente de batiburrillo y confusión favorece la integración. Mientras que la clasificación lógica en etnias y pueblos la entorpece.

Por todo esto digo que USA es un país hispanoamericano. Lo es en parte, y cada vez lo será en mayor proporción porque la emigración hispana llega masivamente, crece y se reproduce, y estos hijos no son emigrantes, sino nativos. USA se hispaniza a marcha forzada ¡Es que no puede ser de otro modo!


domingo, 8 de junio de 2008

Ir a la contra.

Este post, precedido de este dibujo del Salterio, se lo dedico a Consuelo porque está al loro.
MÉNAGE EN TROIS



Tenía un libro, que perdí, de Caplow titulado “Dos contra uno: Teoría de las coaliciones en las triadas”. Se expresa en ese libro una curiosa teoría que, creo recordar, dice más o menos:

Si tan sólo hay uno que tenga autoridad los demás se joden.

Si hay dos, uno es más fuerte, porque tiene más autoridad, gana siempre, y para el caso como si hubiera uno solo.

Pero lo bueno es cuando hay tres: uno con mucha autoridad, otro con menos y otro con poca. Se pueden establecer alianzas entre dos para joder al otro. Pero estas alianzas no son estables porque se pueden romper y formar otras distintas, con lo que es el cuento de nunca acabar.

Y si hay más de tres se producen alianzas menores para que al final queden siempre tres contendientes.

Me acordé de esto al leer dos “postes” del Quién Gana. En ese blog compiten, por lo general dos personajes, pero en uno, excepcionalmente compitieron tres * y en otro cuatro*. De ese blog conozco al amo del calabozo que juega al baloncesto. Yo le decía a veces lo bueno que sería que hubiera partidos de baloncesto con tres equipos y tres canastas o de fútbol con tres equipos y tres porterías. O tableros de ajedrez con perímetro hexagonal, tres juegos de piezas: blancas, negras y rojas, con un peón más cada una, que ocuparían al comienzo tres lados alternos del tablero con 384 casillas triangulares blancas y negras.

Sería cojonudo, porque cuando fuera ganando uno con mucha diferencia se podrían aliar los otros dos para joderlo, pero cuando uno de los dos aliados fuera sacando mucha ventaja se podría hacer una nueva y distinta rompiendo la anterior.

En realidad que haya más de dos contendientes no es tan raro, porque en los maratones y en las carreras de bicis, motos, coches y otras, compiten no tres, ni cuatro, sino muchos participantes individuales o muchos equipos a la vez. Cada uno en contra de todos los demás, e incluso dentro de cada equipo hay competencia…¡y sangre! También juegan cuatro en el parchís y al dominó, aunque se puede jugar a compañeros, con lo que viene a ser dos “equipos” de dos jugadores. Y en muchos juegos de cartas juegan varios, a compañeros o no.

Verdaderamente el mínimo de contendientes no son dos. Puede haber uno sólo jugando contra sí mismo, como ocurre cuando juega al frontón uno sólo. O al solitario con cartas. O uno contra alguien que no es nadie, como ese ajedrez que se juega contra una máquina. O cuando se juega en una máquina tragaperras. O contra la banca.
En realidad da igual el número de jugadores o de contendientes, porque siempre es uno mismo que se enfrenta o se confronta con alguien, que puede ser otro, otros, nadie o la imagen virtual uno mismo.

Aunque, no nos engañemos, generalmente uno ni se enfrenta, ni compite, ni juega ¡ni da palo al agua! Sino que se declara partidario de unos colores y experimenta las emociones de la competición o del combate tirado en el sofá ante la tele o con el transistor pegado a la oreja ¡o las dos cosas!
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*Cliqueando en el rótulo rojo sale el post correspondiente.


domingo, 1 de junio de 2008

La risa de Bergson.

Este post, precedido por este dibujo del Salterio, se lo dedico a los que ya son exalumnos, con los que hasta la semana pasada compartí el concentrado espacio de la clase y ahora comparto el diluido espacio del mundo. El título de este post alude al famoso libro y puede ser también el de la foto manipulada del final.
ACERCA DEL HUMOR.


Aunque del humor hago casi una filosofía de vida no se muy bien qué es.

“La risa” de Bergson no me gustó, no me enteré de nada. Creo que hay razones bergsonianas para que dicho autor no diera en el clavo, si es que no estoy en un error.

Lo que me gusta de Bergson es que dice, me parece recordar que dice, que para comprender hay que sentir, que se sabe lo que se comprende y se comprende lo que se siente. P.e. cuando una avispa paraliza a una larva de un picotazo no es que sepa de la anatomía y de la fisiología de las larvas, sino que siente donde se quedaría paralizada si le picaran, obra en consecuencia y acierta. Y Bergson no debió reírse en toda su puta vida. Debió ser un sieso y un triste, por lo tanto ¿qué va decir de la risa?

A mi lo que me gustó es lo que le oí a Víctor D’Ors en una conferencia hace mil años. Andaba con la vaina de su padre de lo sublime, lo bello y lo gracioso. Y creo que decía que cuando algo sorprende por lo inesperadamente acertado, satisface tanto que se produce una respuesta somática, una carcajada en la que el diafragma se agita incontroladamente.

A pesar de que los D’Ors situaban lo gracioso en lo más bajo de la escala, a mi me parece que debe estar en lo más alto. Lo bello ¡vaya! lo sublime es -de lo mismo- más todavía, pero es que con lo gracioso te descojonas, te partes el culo. No pasa nada parecido ni con lo bello ni con lo sublime, y además garantiza que lo cursi queda excluido ¡que no es poco!

Pero esa es la escala positiva ¡y hay una negativa! Que discurre de menos a más negativa: lo feo, lo horroroso y lo que provoca el llanto.

La escala total, como la de los números reales, va de lo más negativo a lo más positivo. La escala que empieza en lo más negativo va de “para echarse a llorar”, pasando por lo horroroso a lo meramente feo. En medio, lo insulso (que corresponde al cero) y en la parte positiva: lo bello, lo sublime y lo gracioso.

Pero como también se puede llorar de risa, ahí tenemos el infinito, donde se confunden ambos lloros, que es donde la pescadilla se muerde la cola.

Pero el humor no está acreditado entre la pedante clase seria. Tiene más prestigio lo coñazo. Aunque ¡siempre se impone la razón! porque en el culmen de la cultura está El Quijote que no es otra cosa que un libro humorístico.