Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

lunes, 26 de julio de 2021

El cuadro "perdido y hallado en el templo".


 

REENCUENTRO INESPERADO.

Yo estudié en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando en la calle Alcalá número 13. Y mi curso fue el último que concluyó sus estudios en ese lugar, por eso pasados 25 años celebramos una exposición conmemorativa que titulamos "Los últimos de San Fernando". Título contestado por estudiantes de los cursos siguientes porque en la nueva sede de la Ciudad Universitaria seguía siendo Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, luego no éramos los últimos de San Fernando. Su transformación en facultad universitaria vendría más tarde.

No niego que la protesta tenía sentido ¡pero no es lo mismo enero que febrero! porque la sede de la calle Alcalá era la misma de su fundación en 1.725 en época de Felipe V. Y aunque a la Ciudad Universitaria se llevaron muebles y enseres, los duendes y algunas cosas más, como la que voy a describir, se quedaron en Alcalá 13.

Como digo, después de nuestra graduación se trasladaron los estudios y los  estudiantes a la Universitaria y en Alcalá 13 empezaron las obras de ampliación de la Real Academia de San Fernando a costa de las aulas y otros espacios de la ya extinta Escuela de Bellas Artes.

Yo, como todos, había recogido mis cosas al terminar el curso ¡pero demoré la retirada de un cuadro! quizás porque era demasiado grande y por ello engorroso de trasladar. Cuando volví para recogerlo ya aquel sitio estaba en pie de guerra, lleno de albañiles trabajando en medio del ruido y la polvareda. En vista de lo cual di por perdido mi cuadro.

He sentido la pérdida del cuadro a lo largo de toda mi vida, aunque tampoco hay que exagerar. Quiero decir que no se me olvidó, sino que intermitentemente lo recordaba y me ha dado penita haberlo perdido. Aunque de haberlo recuperado lo habría metido en un trastero a dormir el sueño de los justos como hice con otros.

Ayer mismo, hurgando en Google para ver lo que hay de mis actividades artísticas veo una imagen del cuadro en cuestión después de más de medio siglo ¡No me lo podía creer!

Es la imagen que ilustra este post, que corresponde a un ejercicio de la clase de pintura en el que se ve una escena formada por una figura desnuda, de Felix, que es un modelo que recuerdo muy bien porque lo he pintado muchas veces y que está perfectamente retratado en este cuadro, un maniquí vestido y diversas telas de distintos colores y texturas.

Y resulta que este cuadro ahora forma parte de la Colección de Pintura de la Real Academia de Bellas Artes San Fernando, cuyos datos figuran en el siguiente link:

 . https://www.academiacolecciones.com/pinturas/inventario.php?id=1151

¡No cabía en mí de alegría! La verdad es que me enterneció el celo que ponen en esa augusta casa para conservar su patrimonio. Si se hubieran encontrado un Goya, por ejemplo, no tendría tanto mérito recogerlo con tanto mimo, pero hacerlo con un cuadro que es un ejercicio de clase de un estudiante de bellas artes resulta verdaderamente admirable.

Ese lance ha sido para mí motivo de gran felicidad.


domingo, 25 de julio de 2021

Despertar a la Bella Durmiente.

EL REINO DE SEVILLA.

Se me ocurrió, y se lo dije a mi amiga Eva, porque ella puede que tenga de donde para darle cuerpo a esa idea: hacer un ente cultural, una exposición se me ocurrió a mí, pero podría ser otra cosa, para desvelar un genio soterrado:  EL REINO DE SEVILLA.

Porque tiene que haber algo muy grande que nadie ve, pero que tiene que existir necesariamente.

Una cultura

¡Un culturón del copete!

Porque si uno se asoma a GOOGLE y pregunta por el Reino de Sevilla se encuentra que eso era una región, o algo así, de la Corona de Castilla desde el siglo XIII hasta 1.833

¡Ahí es nada!

Y si se ha formado un culturón en tres siglos en América de habla española ¡Qué no se habrá formado en el suroeste de España en el doble de tiempo!

Pero no se nota nada.

 Y ¿por qué no se nota?

Pues seguramente porque los ciudadanos de los territorios que hoy son Huelva, Cádiz, Badajoz y Málaga no les apetece que se diga que son sevillanos, porque ya son onubenses, gaditanos, pacenses o malagueños respectivamente y no verán la necesidad de llamarse nada más. 

Porque si se reconoce que toda esta gente es del antiguo Reino de Sevilla ¡pues serán sevillanos!

Creo que esas cosas no tendrían que molestar ¡pero molestan! 

Y porque molestan esas cosas ya no se dice Hispanoamérica a la parte de América de habla española.

Ni Iberoamérica a la parte de América de habla española o portuguesa.

Sino Latinoamérica ¡como si allí se hablara el latín!

Y al Instituto de Cultura Hispánica le han cambiado el nombre a Instituto de Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo por lo mismo.

Pero insisto, esa cultura del suroccidente español tiene que existir y seguro que existe. Pero para que exista totalmente hay que reconocerlo.

Como existe una cultura propia que comparten España y América de habla española.

El que eche de menos el Reino de Sevilla y quiera sacarlo de las tinieblas que lo hacen invisible no es porque padezca un trasnochado nacionalismo que quiera resucitar. 

Porque la redistribución de los territorios españoles en provincias que hizo Javier de Burgos por encargo de la Regente María Cristina en 1.833 está requetebien.

Porque modernizó nuestro país que estaba atomizado en señoríos realengos o de abades y marqueses.

¡Cómo voy a echar de menos eso! 

Como no echo de menos ni tengo nostalgia de una Corona de España que se extendía por casi toda América. 

La independencia de todos esos países está muy bien. Ese imperio español y ese reino sevillano están muertos y bien muertos. 

Lo que está muerta es esa realidad política, que existió, pero que ya no existe.

Pero no está muerta esa realidad cultural ¡que está vivita y coleando! que compartimos los americanos de habla española y los españoles. Por lo que infiero que la cultura de las provincias y los pueblos que formaron el Reino de Sevilla no estará muerta. Aunque lo parezca. 

Y hay que darle un besito a esa bella durmiente para que vaya desperezándose en beneficio de todos.

Lo que se me ocurre para salvar la situación, y que no se me ofendan los sevillanos, es que podríamos ponernos al tajo de emerger esa secreta cultura de ese territorio que antes comprendía los territorios de las modernas provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz (pongo el orden que viene en GOOGLE) algunos municipios de Badajoz y la Depresión de Antequera llamándolo con otro nombre, distinto al de  "ANTIGUO REINO DE SEVILLA", como por ejemplo "CULTURA  DEL SUROESTE DE ESPAÑA".

Quiero decir, por último, que a mí, que soy onubense, lo de ser sevillano del antiguo Reino de Sevilla no me molestaría nada.

Pero ya se sabe cómo somos...

 

viernes, 23 de julio de 2021

Esto está ¡que arde!


LA ECONOMÍA DESDEÑADA.

España es un país deficitario de energía que para funcionar importa gas natural y petróleo.

Lo que comporta un gasto en esos combustibles, y un incremento del CO2 y supongo que un gasto en la compra de derechos de producción de dicho gas contaminante.

Simultáneamente se producen  cada verano terribles incendios que comportan enormes gastos para apagarlos y para reponer las pérdidas que por ello se producen.

Por otra parte este es un país que sufre una despoblación en las zonas rurales porque en ellas no hay trabajo y un paro importante en las zonas urbanas que son incapaces de dar empleo a la población desplazada.

Y mi pregunta es ¿Por qué no se cuidan los bosques?

Porque con ese cuidado se da empleo a mucha gente y con ello se fija la población rural.

Y por otra parte los residuos efecto de ese cuidado es material combustible. Que se puede transformar en pellets, que se combustionan directamente o llevarlos a centrales térmicas para producir electricidad.

En contra de lo que parece este es un proceso sostenible que no comporta incremento del CO2. porque arde el carbono producido en el crecimiento de las plantas que estas volverán a fijar cuando sigan creciendo, en un proceso circular en el que en definitiva se utiliza la energía solar.

Por otra parte el carbono fijado por los bosques descuidados es muy inestable, porque fácilmente se incendian y esa energía no solo se pierde sino que produce desastre dramáticos con pérdidas de vidas y de propiedades que es imposible o muy caro compensar. Mientras que el carbono fijado por los bosque cuidados es muy estable, como es muy estable el de la madera producida en esos bosques.

Cuando yo era niño el consumo energético de los hogares era abrumadoramente de carbón vegetal. Las cocinas eran de carbón y la calefacción era el brasero o las chimeneas.

Bien es cierto que sobre todo la calefacción era muy deficiente. Mientras que el cocinar era indudablemente más trabajoso ¡pero de gran calidad! Y los pobres carboneros tenían una vida esclava...

¿Estoy defendiendo eso?

Evidentemente no.

Lo que estoy defendiendo es aguzar el ingenio. Aplicar las nuevas tecnologías y las nuevas maquinarias para hacer viable el autoconsumo de energía circular, evitando o reduciendo de paso las catástrofes que producen los incendios y el abandono de las residencias rurales.

Esos planteamientos no se hacen porque conllevan una economía minuciosa y de baja rentabilidad para los millonatis. Pero es que infravaloramos el sufrimiento que supone el paro y la baja remuneración de muchos trabajadores.