Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

jueves, 19 de mayo de 2016

Ambigüedad.


PODEMOS ES PLURAL.

¿Cuántos PODEMOS hay?

Uno en acto y varios en potencia.

Los potenciales no son pero pueden llegar a ser. Y el que está en acto puede dejar de estarlo en favor de uno potencial.

Yo no entiendo gran cosa, pero con saber lo del dominio público ya se pueden hacer jugosas deducciones.

Hay el PODEMOS comunista-tropical de MONEDERO. Es evidente. Porque se ha podido ver imágenes del adusto profesor colocándose debidamente el brazalete revolucionario venezolano y haciendo patente su fe chavista. No es este el PODEMOS oficial, pero gravita.

Hay el PODEMOS de inspiración 15M. Es el de Errejón ¡fiel como la voz de su amo! En el número 2, no en el 1, que se ha tenido que tragar algunos sapos, pero debe saber que descarrilado no se avanza.

Hay un PODEMOS "imperial" digamos. El de Pablo José. Y digo que es imperial porque parece estar interesado en poner bajo su férula toda la izquierda española. A IZQUIERDA UNIDA parece que ya la ha fagotizado. Y el PSOE se resiste, pero parece que su plan es asimilarlo
.
Este último es el PODEMOS triunfante. Como el teatro tiene dos caretas: una exultante y la otra plañidera. Con dos tonos: uno muy agudo y el otro muy grave. Poli malo y poli bueno en una sola pieza. A veces saca el palo y a veces la zanahoria ¡pero también pega con la hortaliza!

A mí me podría cautivar el PODEMOS de en medio, pero ni el primero ni el tercero.

El primero no porque una España gobernada por un régimen chavista, francamente, creo que no vendría al caso. Y el tercero pues tampoco, porque parece que sus militantes están más interesados instalarse bien en la CASTA que en que este país salga de la horrible postración en la que se encuentra.

PODEMO, de hecho, ha favorecido al gobierno del PP durante este periodo interelectoral y ha evitado resueltamente una coalición transversal que legisle a favor de los derechos laborales y en contra de los desahucios. Y ampare a los atropellados por esta situación. Perece que no les convencen los pequeños pasos, sino los grandes pasos, que nunca se pueden dar.

El progreso de este país no parece un objetivo prioritario para PODEMOS. Parecen más interesados en el propio progreso y en pavonearse en las gradas del Congreso de los Diputados.


Al triunfar ellos ¡es como si hubiéramos triunfado nosotros! ¿Es que no lo entendéis?


sábado, 7 de mayo de 2016

Síndrome de Babel.

LEER LOS CUADROS.

Eso de leer los cuadros parece una expresión metafórica de mirar las pinturas y descifrar sus arcanos mensajes.

Pues en el caso al que me refiero no es eso, sino que hay que leerlos, como el que lee los anuncios que se encuentra por la calle.

Es lo que le pasa a uno si va a ver la exposición de Rémy Zaugg en el Palacio de Velázquez del Retiro.

La exposición está bien. Muy bien. Aunque a mí no me ha vuelto loco.

Es una obra conceptual en la que el autor se comió el coco profusamente y se lo curró de lo lindo. En unos cuadros imprimió textos que en algunos borró parcial o totalmente. Pintados en unos exquisitos tonos de color beige, y en otras ocasiones son textos de vivos colores impecablemente serigrafiados sobre impolutos soportes de aluminio pintados a pistola en vivísimos colores.

Pero claro ¡hay que leerlos! Y si están, como están, escritos en alemán o en ingles ¡pues es que no me entero!

Bien es verdad que la traducción está en las cartelas ¡pero es que no me gusta leer cartelas!

Como unos cuadros celestes, parecidos a los de Spaletti ¡con unos sospechosos cantos de colorines! y uno de ellos en un blanco hueso. Si te lees la cartela te enteras de que se trata de "cuadros encontrados, alisados y pintados homogéneamente" y el blanco está pintado con pintura de imprimación.

Una vez vi en una exposición del Reina Sofía a una niña que corría de cartela en cartela tomando notas. Tarea que le facilitaba el calzonazos de su padre (eso lo supongo yo). Como también supongo que ese extraño comportamiento estaría motivado por el encargo que le hieran en clase de hacer un trabajo ¡Horrible! Ni esa niña ni su (supuesto) padre vieron ni un solo cuadro.

Cuando yo era profesor de jovencitos les ponía dieces a los alumnos que visitaran las exposiciones que yo les indicaba. Y si iban con su padre ¡Dos dieces!

¿Tenemos que hacer un trabajo?

¡No!

¿Qué tenemos que hacer?

¡Pues mirar los cuadros atentamente y rezar un Ave María en cada uno de ellos!

¿Un Ave María?

O un credo ¿No habéis oído hablar de lo milagroso que es rezar? Rezas un credo mientras hierves un huevo y sale un perfecto huevo pasado por agua ¡Con los cuadros igual! los miras un rato y te enteras de lo que te tienes que enterar.


Pero si para enterarte de lo que hay en un cuadro lo tienes que leer, se restringe mucho la proverbial universalidad de la pintura. Si además te tienes que leer la cartela ¡Algo está funcionando mal!


martes, 3 de mayo de 2016

Teología subyacente.


LO MÁGICO Y LO SAGRADO EN EL ARTE.

El arte es mágico ¡lo tengo la mar de comprobado!

Por ejemplo, en el viaje que hicimos a la Toscana hace unos años, cuando me detenía a dibujar algo se acercaba gente, a veces chicas monísimas, a las que se les notaba la admiración. Y los dibujos no tenían especial mérito ¡Pero es que no hace falta ni siquiera que haya dibujos! como indica lo siguiente: Hace poco en el aeropuerto de Los Rodeos, en el control policial descubren en mi mochila una petaca metálica de las usadas para contener licor que llevaba con agua para las acuarelas.

¿Qué es esto?

Es agua.

¿Se puede tirar?

Sí, claro.

Amablemente me dice la señora de aquella inspección que si quiero que la puedo rellenar en el aseo que es potable.

Gracias, no es necesario porque la llevo para pintar y ahora no voy a tener ocasión.

¡Para pintar! dijo con cara de admiración.

Ya digo, el arte es mágico y los artistas magos. Es un valor que se les supone.

Pero, claro, magos al estilo Tamariz, no más que eso.

¿Y eso está bien? Pues yo creo que sí, porque depara amenidad a esta vida que puede llegar a ser tediosa.

Pero la gente no se para ahí, sino que sacraliza el arte.

Llama la atención como en esta era en la que progresa el ateísmo proliferan los creadores ¡Creadores, nada menos!

También se dice de los artistas muy reconocidos que "se han consagrado".

Se ha sacralizado el arte. Y a los considerados mejores artista se les ha elevado a los altares.

Y la gente acaudalada atesora colecciones de obras de arte en cuya adquisición han gastado muchísimo dinero, con lo que ellos mismos, tras alcanzar una colección importante, también quedan sacralizados. Y hacen exposiciones ¡de cuadros que no han pintado ellos!

El arte parece que sirve para conservar fortunas "congeladas" aunque, como dice un galerista que conozco, muchos coleccionistas se van a llevar un chasco cuando pretendan liquidar esos valores.

El caso es que el arte como magia me parece bien. Pero la sacralización del arte, francamente, me parece una exageración.

Porque no hay que ser elitista. Los artistas con talento, como toda la gente con talento, no están hechos de una pasta especial. No hay "elegidos" y plebe. La gente normal y corriente se apaña por sí misma y puede alcanzar cotas elevadísimas sin dejar por ello de ser normal y corriente.


La gente afortunadamente es así. Ya sé que todo el mundo no está de acuerdo con esto, pero es lo que creo.