Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

lunes, 13 de agosto de 2018

Mesticismo.




PINTURAS BASADAS EN EL I CHING.

Parece disparatado que un pintor onubense y por ello andaluz y español plantee una exposición basada en el I CHING.

Porque el I CHING es un sistema oracular chino basado en la filosofía taoísta. Y cabe preguntarse ¿qué tiene que ver un español con la cultura china?

Pues la cultura china, como la española, como la de cualquier país, es integrante de la cultura universal. De modo que hoy en día, por ejemplo, no es raro leer en España y en otros muchos países las novelas del japonés Murakami (por lo general traducidas). Ni que el propio Murakami incluya en sus libros textos de Henri Bergson y de otros autores occidentales. Porque la cultura actual es universal y mestiza. Y los casos aludidos no son propiamente excepcionales. Verdaderamente son reglamentarios. La cultura universal es un mosaico de localismos, que no son solo del continente en el que está ubicado el propio país, sino de la totalidad de los continentes de todo el mundo.

Dicho esto cabe recordar también que el uso artístico del I CHING en occidente no es muy raro porque, por ejemplo ya lo usaron los pintores Julio Plaza y Elena Asins, entre otros.

De todos modos no está de más describir brevemente qué es el I CHING porque, desde luego, en España no es del dominio público.

 El I CHING o Libro de la Mutaciones, es un libro oracular chino muy antiguo, se calcula que tiene unos tres milenios y medio. Pertenece al pensamiento taoísta, y es como una extensión del sistema formado por principios contrarios, el YIN y el YANG y se emplea para predecir el devenir de aquello que ya está en curso.

Está compuesto de 64 HEXAGRAMAS que consisten en 6 segmento lineales apilados que pueden estar enteros o quebrados.

De estar enteros indicarían fortaleza y de estar quebrados debilidad y cualidades análogas.


Esta disposición de HEXAGRAMAS se logra formando un cuadro de doble entrada en el que las filas y las columnas determinan, mediante trigramas, las partes superior e inferior de cada hexagrama.

Los trigramas tienen gran entidad en la cultura taoísta, y por extensión la de todo el oriente asiático. Prueba de ello es que 4 de ellos y el símbolo del YYING y el YANG figuran en la bandera de Corea del Sur.



Los hexagramas son "dibujos" que vienen a representar algo así como un conjunto de 6 vigas apiladas que pueden ser firmes o no y representan por ellos grados de fortaleza, debilidad, rigidez o flexibilidad, etc.

Inicialmente se usaban solo dos signos, que podríamos llamar MONOGRAMAS, correspondientes al SÍ y al NO, respectivamente entero y quebrado, que se corresponden al "cara-cruz" occidental. Más adelante se complicó un poco el sistema, serían los DIGRAMAS, surgiendo más posibilidades, 4 en vez de 2: sí-sí, no-no, sí-no, no-sí.

Por último hay que decir que los HEXAGRAMAS son las figuras constitutivas del I CHING. Libro inicialmente carente de texto, formado tan solo por esos 64 signos. Luego se le añadirían los nombres y los textos debidos a prestigiosos filósofos que constituye una hermenéutica.

Seguramente la traducción del chino al alemán que hizo Richard Wilhelm sea la versión más prestigiosa que circula por occidente. que tiene un prólogo de Jung y un poema de Borges. Y de esta versión en alemán hay una traducción al español debida a D. J. Volgelman igualmente prestigiosa para los lectores en lengua española.

A este oráculo se accede por la mediación de un experto que por azar compone un hexagrama que interpreta a la luz de su sabiduría, de su experiencia y con la ayuda del libro.

Dicho esto hay que resaltar que estas pinturas basadas en el I CHING nada tienen que ver con la función oracular, que es el rasgo principal de este sistema, sino con la plasticidad que le es propia.

Esta exposición está compuesta por 4 grupos de cuadros

HEXAGRAMAS, TRIGRAMAS, DIGRAMAS y MONOGRAMAS.

Los HEXAGRAMAS están compuestos de TRIGRAMAS. Que tienen su origen en DIGRAMAS y estos en MONOGRAMAS.

Todas estas figuras están compuestas más que por trazos por bandas, que son de dos clases: continuas o discontinuas.

De ser continua la banda está entera y es de un color del "CÍRCULO CROMÁTICO"


Y de ser discontinua o quebrado la banda está compuesta de dos mitades, una anterior y otra posterior al color que le correspondería si fuera entera. De modo que:

A una banda roja le corresponde una violeta-naranja.
A una naranja una roja-amarilla.

A una amarilla  una naranja-verde.
A una verde una amarilla-azul.
A una azul una verde-violeta.
Y a una violeta una azul-roja.


HEXAGRAMAS.

Según dicho plan la configuración y la disposición de los HEXAGRAMAS sería el expresado en el siguiente esquema:

Concretamente en esta obra, de arriba a abajo, está la serie del CÍRCULO CROMÁTICO: Rojo, naranja, amarillo, verde, azul y violeta.

Cada pieza mide 40 X 40 X 1 cm. de madera contrachapada y con una imprimación de un color parecido al de la madera está pintada al óleo de modo que deje ver las vetas de la madera.

Se pueden ver las imágenes fotográficas de los cuadros correspondientes a los 64 HEXAGRAMAS en este enlace de mi página web:

http://www.tomasgarciaasensio.com/colecciones/iching.html

TRIGRAMAS.

También forma parte de esta exposición el conjunto de 8 TRIGRAMAS.




Estos 8 cuadros están pintados con la misma técnica y tienen la misma superficie que los anteriores, pero la medida de cada uno de ellos es distinta al ser distinta la proporción, resultando 80 X 20 X 5 cm.

Y hasta aquí la exposición basada en el I CHING con sus HEXAGRAMAS y TRIGRAMAS. Pero puede ampliarse comprendiendo "DIGRAMAS" y "MONOGRAMAS".

En el I CHING no existen monogramas ni digramas, pero en la obra de Wilhelm ( I CHING. El libro de las mutaciones. EDHASA 1981) en la página 62 dice el autor que originariamente se expresaba el SÍ con un trazo entero y el NO con uno quebrado y que más adelante, aunque todavía en época muy temprana, se duplicaron los trazos  por alcanzar mayor precisión: sí-sí, no-sí, sí-no y no-no. Luego no resulta abusivo utilizar MONOGRAMAS y DIGRAMAS en esta derivación del I CHING para fines estéticos.
"DIGRAMAS"

Se materializa en esta exposición en 3 coloridos distintos:

ROJO y AZUL y sus correspondientes VIOLETA- NARANJA y VERDE-VIOLETA.

AMARILLO y ROJO y sus correspondientes VERDE-NARANJA y NARANJA-VIOLETA.

AZUL y AMARILLO y sus correspondientes VERDE-VIOLETA y NARANJA-VERDE.

Estos cuadros también están pintados con la misma técnica y también tienen la misma superficie que los anteriores, pero también la medida de cada uno de ellos es distinta al ser distinta la proporción, resultando 120 X 14 X 5 cm.

"MONOGRAMAS"


que también se materializa en 3 coloridos distintos:

ROJO  y su correspondiente VIOLETA-NARANJA.


AMARILLO y su correspondiente NARANJA-VERDE.





AZUL y su correspondiente VERDE-VIOLETA.


También están pintados con la misma técnica y también tienen la misma superficie que los anteriores, pero también la medida de cada uno de ellos es distinta al ser distinta la proporción, resultando 160 X 10 X 5 cm.

Por último diré tan solo que tan pronto se realice esta exposición en algún sitio os daré noticia de ello.


sábado, 4 de agosto de 2018

La trenza de los tiempos.


AGGIORNAMENTO.

Hace unos días fui al médico. Nada serio, la "ITV" de turno.

Esperaban tres damas, que entraron cuando salí, pero que mientras atendían al paciente anterior tuve ocasión de observar detenidamente y disfrutar de ello.

Dos de ellas eran monjas porque iban vestidas con hábito.  El atuendo de la tercera era prácticamente un hábito. Blusa, un poco traslúcida, y falda amplia. Ambas prendas tenía colores abarquillados muy parecidos a los del hábito de las otras dos.

Las tres llevaban pequeñas cruces, griegas, de madera, como taruguitos, colgadas con cordoncitos, más bien cuerdecitas, del cuello. Las de hábito llevaban cofia y cíngulo reglamentarios, la otra no.

Una de las monjas era una matrona mayor, de aspecto agradable que calzaba sandalias. La otra monja, más joven y menuda, tenía carita de pájaro y calzaba zapatos. me pareció que era la paciente porque fue la que contestó más determinadamente cuando el médico la llamó, aunque las otras dos también contestaron. 

La tercera es la que más me llamaba la atención. Siempre la veía casi de espalda y me fijé, sin la menor malicia, en que su traslúcida blusa  dejaba ver el arnés del sujetador, que llevaba, inusualmente, muy alto, porque no estaba más o menos por debajo de las escápulas como es lo habitual, sino por encima de la mitad de ellas.

Conversaban muy animada y alegremente a propósito de las imágenes de una tablet que esta última mostraba a las otras dos, por lo que me pareció que mostraba una "modernidad" que contrastaba con el ambiente religioso que suele ser proverbialmente arcaizante.

Pero lo más chocante de todo es que esta dama tenía tatuado por encima de uno de sus talones, un pez esquemático, como los que designaban a los primeros cristianos en época del Imperio Romano.

Desplegaba un trenzado cronológico entre lo arcaico y lo moderno que me tenía fascinado.