Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

domingo, 6 de marzo de 2022

¡Paz ya!




¡HAY QUE PARAR ESTA GUERRA!

Esta guerra hay que pararla ¡YA!

Desencadenar este torbellino de desgracias sobre esta pobre gente es algo que no tiene nombre.

Y ya sé que invocar esto a la gente despiadada que lo produce es inútil. Pero es que estos despiadados tampoco van a salir triunfantes de este desastre.

Porque Ucrania, inexorablemente, va a perder esta guerra, porque carece del apoyo bélico de Estados Unidos con el que parece que contaba y con sus propios medios es imposible que ganen.

Y porque Rusia, inexorablemente, va a perder la paz. Y no sé cuál de las dos pérdidas es la peor.

Pero los que más pierden son los ciudadanos de a pie, sobre todo, de Ucrania y también los de Rusia y también nosotros, los de todo el mundo.

Esto es una tragedia en lo que lo perdido, las vidas y la paz del pueblo llano, ya es irremediable. El asunto está en que esta catástrofe no siga creciendo.

Lo suyo es que los que tienen en su poder las claves de esta tremenda desgracia se den cuenta de que tienen que parar lo antes posible esta horrible guerra.

 

sábado, 5 de marzo de 2022

Carpe diem.


HOY

Vivimos HOY, recordando AYER y presintiendo MAÑANA.

Y dentro de HOY vivimos AHORA. Recordando el ANTES y presintiendo el DESPUÉS.

Porque el verbo SER no tiene más  que dos tiempos: PRESENTE de indicativo y sobre todo el  GERUNDIO. Y todo lo demás PERTENECE MÁS BIEN AL "VERBO NO SER". Porque AÚN NO ES o YA NO ES.

Este enfoque tiene algo muy  bueno, que uno mismo es inmortal.

Porque el muerto no es propiamente uno, sino un despojo inanimado perteneciente más bien al reino mineral.

Porque el mundo que ES HOY se termina con cada uno.

Y, para uno, ya no habrá más HOY, más AYER ni más MAÑANA.

Y desde un punto de vista subjetivo (que no hay otro) para nadie.

 


 

martes, 1 de marzo de 2022

Otra vez David y Goliat.

JUICIO DE DIOS.

Cuando era niño no salía de mi sorpresa cuando me enteré de que en el Medievo cuando todo juicio humano se mostraba imposible recurrían al Juicio de Dios.

Que consistía en el enfrentamiento, en una justa mortal, entre los jefes de los grupos irreconciliables.

Y yo decía ¡pero cómo va a ser eso! Ganará el más fuerte, el más hábil, el más tramposo pero no el que diga Dios ¡Absurdo total!

¡Pues no! Eso es lo que hay.

En medio de la invasión de Rusia a Ucrania se busca justicia en la ONU, pero como Rusia tiene veto ¡pues hay que recurrir al Juicio de Dios! Y se impone el duelo. Pero no entre los jefes para salvar a la gente común ¡No! Entre la gente común, para salvar a los jefes, aunque el ucraniano está dando tipo metiéndose en el follón y compareciendo públicamente en camiseta y camisa de guripa.

Porque la justicia con su toga y con su pompa tiene, en el mejor de los casos, un alcance menor. Algo de andar por casa. Pero cuando la cosa va en serio, como ahora, se impone el Juicio de Dios.

Concepto en realidad blasfemo, porque en este caso en el lugar divino está Rusia con su inconmensurable fuerza letal atropellando malamente a Ucrania.

Otra vez David contra Goliat pero no parece que se pueda producir un desenlace bíblico...

¿Tendría que enfrentarse al lado de Ucrania USA y sus acólitos (que somos nosotros)?

Pues hombre...sería un juicio más canónico, pero...

Lo dicho, que la justicia... más o menos...

¡De la señorita Pepis!