Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

domingo, 29 de marzo de 2009

Y apareció la lagartija con una ramita de olivo en la boca.

Este post nº 109 del Salterio se lo dedico a Jorge, que cumplirá en esta semana dos años, y a Nico, Isa y Javi que lo cuidan muchísimo.¡VUELVEN LOS REPTILES!


¡Qué nombre más impropio el de reptil!

Suena fatal: “el que repta”, es decir, el que se arrastra.

¡Las lagartijas no se arrastran! Sino que levitan a gran velocidad sobre sus patitas que parecen bordadas con hilos finísimos.

Y las salamanquesas tampoco se arrastran. Se están más que quietas, y cuando se desplazan lo hacen diligentemente sin arrastrarse.

Y las serpientes se mueven con tal gracia y rapidez que casi no da tiempo a verlas. Y para percibirlas tiene uno que recurrir sobre todo al recuerdo de una presencia que es como la de un relámpago. ¡Hombre! Las del zoo parecen de cartón piedra. O mierdas desvencijadas sobre las ramas.

Los reptiles que puedo ver en mi edén particular son como los que he descrito antes. Y además son heraldos del tiempo feliz, ya que cuando por fin se les ve podemos exclamar tranquilos ¡estamos salvados! Porque se avecina el mejor clima del año.

Porque en Madrid hay muchos climas. El peor de todos es el de Octubre y Noviembre, porque puede hacer mucho frío y predomina la oscuridad. Y por si fuera poco cambian la hora adelantando la noche. Haciendo gala de una perversidad inexplicable ¿Para qué coño cambian la hora? El argumento es el ahorro de energía. Es una memez ¡Anda que no se puede ahorrar energía en cosas! Lo que ceo es que para mandar hay que joder ¡Y eso lo hacen para que no se nos olvide!

Después de las fiestas de Navidad, Año nuevo y Reyes (que las habrán instituido, pienso, para evitar suicidios colectivos) empiezan a alargarse los días. Por los Reyes lo notan los bueyes, y por san Vicente la gente, dicen en León. Yo lo noto con los bueyes ¡Será de las ganas que tengo!

Enseguida viene el verdadero Año Nuevo, el de los chinos, también llamado Fiesta de la Primavera, al final de Enero y principio de Febrero. Aún puede hacer mucho frío ¡pero hay más luz!

Pero cuando la cosa se aclara definitivamente es cuando aparecen los primeros reptiles. Ya llevan unas semanitas. La felicidad se oficializa cuando restauran la hora ¡en esta misma noche en la que sale este post! Último domingo de marzo ¡Con lo que mi alma vuelve a entrar en caja! Hasta que la vuelvan a cambiar…¡Pero quién va a pensar en eso ahora! Tiempo habrá para ponerse de mala leche ¡Ahora vamos a disfrutar!

(Esto estaba en una tienda del Soho de NY)

domingo, 22 de marzo de 2009

Artistas chusqueros.

Este post nº 108 del Salterio se lo dedico a Miguel (para que me llame más veces).
FIGURANTES.


¡He descubierto la vocación de mi vida! ¡¡Quiero ser figurante!!

Hace unos días nos invitaron a ser figurantes en el “corto” que iba a rodar Miguel Méndez ¿No habíais oído hablar de este joven director? Pues ¡oiréis!
Este es un vástago de una saga de la que sí habréis oído hablar. Sobrino de Alberto Méndez, autor de los Girasoles Ciegos, de Juan Antonio Méndez, también escritor y restaurador del restaurante Nicolás. Bueno, ¿para qué voy a seguir?

El caso es que nos convocaron en el Tanatorio Sur a las nueve y media de la noche. Ambiente draculero por aquella carretera de Toledo oscura como boca de lobo y un frío que congelaba la calavera.

¿Por qué en el tanatorio? Porque la idea básica del corto es relativa a un tío falto de afecto que iba a los tanatorios para hacerse pasar por deudo para que lo abrazaran.

Llegamos. Gran ambiente. Una de las salas de velatorio transformada en plató. Más bien parecía un trastero. Y otra en capitanía general o intendencia o ambas cosas. Encontramos a los progenitores del portento y a muchos de sus amigos, entre los que nos encontrábamos, fichados como figurantes para la opera prima del vástago.

Pasad, pasad a maquillaje. La maquilladora es una chica jovencísima que con la brocha y la pastilla de maquillaje fue cubriéndonos la cara de una casi imperceptible veladura.

Todos los que hacían la peli eran muy jóvenes, los iluminadores, cámaras, los que colocaban trocillos de cinta adhesiva en el suelo para marcar posiciones, los de producción…Queda uno con la enorme satisfacción de saber que los mandos este mundo van cayendo en manos jóvenes y expertas.

Yo ya había sido extra en Barcelona hace un millón de años. En aquella ocasión Roberto Bodegas que era el subdirector ordenó: “¡A rodar que es gerundio!”

La rutina sigue siendo la misma: te dicen dónde te tienes que poner, a dónde tienes que mirar. Que si haces como si hablas pero en silencio. Que vais hacia esa chica cuando aquel se vaya a la esquina. Ella adelanta un paso y os paráis. A ver ¡se rueda! ¡Muy bien, muy bien, ha salido muy bien, muchas gracias! ¡¡Vamos a repetir!! A sus posiciones de nuevo.

Hacen las pelis como si fueran puzzles. Y las piezas también las hacen. Y al hacerlas se repiten hasta la saciedad. Es un coñazo. Pero me gusta. Quizás porque al repetir tanto las cosas se produzca la ilusión consoladora de que en la vida real pase lo mismo. Que se pueda ensayar cada cosa tantas veces como sea necesario para lograr la infalibilidad.

Bueno, si sabéis de una peli para hacer de figurante me dais un toque.

domingo, 15 de marzo de 2009

La humana estratificación.

Este post nº 107 del Salterio se lo dedico a Carmen y a Manolo, que son seguidores de este blog. NIVELES.

La democracia está Q. T-K-GAS

¡Pero hay niveles!

Que T puede gustar

O que T puede molestar

¡Pero hay niveles!

Y T pongas, como T pongas

¡Hay niveles!

Y cada uno, con los de su nivel, está en su nivel.

No es que no se pueda hablar, ni tener relación con los de otros niveles.

Se puede.

O creer que estás en el nivel que no estás.

O llegar a pensar que no hay niveles.

¡Pero hay niveles!

Y se puede estar en contra o a favor de que haya niveles.

Pero eso da lo mismo.

Como se puede estar en contra o a favor de que haya nubes. Pero si no es hoy y aquí, habrá nubes otro día, u hoy mismo en otro sitio.

Los NIVELES no son CASTAS. Pero, pero…

Las castas están cerradas y los niveles abiertos. Pero la naturaleza de los trabajos a los que se puede acceder, las retribuciones, los modos de vivir, son los característicos de cada nivel y de cada casta.

Y ¿qué se puede hacer con los niveles?

¿Destruirlos, en post del igualitarismo universal?

¡Imposible!

¿Ignorarlos?

¡Es inútil!

¿Y entonces qué?

Se puedes intentar escalar un nivel superior. O no, porque se esté a gusto en el propio. O cuidar de no caer en uno inferior. O bajar queriendo, porque en el que se está resulta insufrible.

Pero siempre habrá niveles por encima y por debajo del propio.

Otra cosa que se puede hacer es no hacerles mucho caso.

Conviene preocuparse más de la gente que de los niveles, ya que la gente, como los niveles, no es igual, es muy distinta.

La gente, como los niveles, es de muy diversa calidad. Hay gente cojonuda y gente penosa.

Pero es que –afortunadamente- gente y niveles, verdaderamente, no se corresponden. Ya que los mejores niveles no están poblados por la mejor gente, ni los peores con la peor, ni los intermedios con la intermedia. Sino que en los mejores niveles te los puedes encontrar de lo más pendejo. Y en los niveles ínfimos gente excelente. Y buena en niveles buenos y mala en niveles malos.

Total que hay que hacer poco caso de los niveles y mucho a la gente. Porque tiene uno que saber con quien se juega los cuartos. Relajarse más bien poco y estar al loro.

¡Por si las moscas!

domingo, 8 de marzo de 2009

Teología de la vacuidad.

Este post nº 106 del Salterio se lo dedico a Isa. ¡VIVAN SAN ANSELMO Y SAN MATEO!


Como os decía en el post anterior LA NADA ES PRINCIPIO Y EL FIN DE TODAS LAS COSAS. Ya que, aparentemente al menos, de la nada surge cuanto existe. Que se mantiene durante un tiempo, corto o largo. Para volver a la nada.

De lo que se desprende un argumento a favor de la existencia de Dios de naturaleza parecida al argumento ontológico de San Anselmo:

Dicen los creyentes: “Dios es principio y fin de todas las cosas”.

Dicen los ateos: “Dios no existe”. De lo que se infiere que es nada.

De ser ciertas ambas afirmaciones: Dios = Nada = Principio y fin de todas las cosas, se colige que:

Gracias al pensamiento conjunto de creyentes y ateos, Dios existe. Aunque es nada, o no es nada, o no es más que nada (que cuando se anda con negaciones se traban las palabras y las ideas).

Pero ¡cuidado! Que es una nada fértil que lo crea todo, lo construye, al salir todo de ella. Y lo “descrea”, o lo destruye, al volver todo a ella.

Aunque no sabemos si alguna vez todo estuvo reducido a la nada a la vez y si alguna vez todo estará reducido a la nada simultáneamente.


¿Os ha gustado?

Todo esto que os digo, ya lo sé, no es más que una paja mental.

Lo que pasa es que me parece que el big bang también lo es. Sólo que esa es una “big–paja mental”. Que te la tienes que creer porque Doctores tiene la Ciencia, como antes que te creías lo increíble porque Doctores tiene la Iglesia.

¿Hemos dejado de creer en Dios creador para creer pendejadas?

¡Venga ya hombre!

Es que yo ya:

“si no lo veo no lo creo
Almacenes San Mateo”.

Es por eso que digo que viva San Anselmo y que viva San Mateo.



Esta ilustración es un graffity en la calzada del Soho de NY.

domingo, 1 de marzo de 2009

Lo que es, ni era, ni será.

Este post nº 105 del Salterio se lo dedico a Graciela que sabe de ceros y de otros números. ACERCA DE LA NADA.



Con la nada nos apañamos de pena. Y se expresa mal. Si decimos “es nada”, “es” dice que es y “nada” que no es ¿es o no es? Si decimos “no es nada” las dos negaciones se anulan mutuamente y decimos que es, cuando nada no es.

Por otra parte la nada es algo incómodo, molesto y amenazante, que se rehuye y que no tiene un sitio en nuestra civilización occidental, mientras que en las civilizaciones orientales detenta el protagonismo. Ya que como Dios, la nada es principio y fin de todas las cosas.

Un ejemplo del peso tan distinto que la nada tiene en oriente y occidente es que el cero, que expresa la nada como cantidad. Es un número que se incorpora a nuestras matemáticas muy tarde, en el Renacimiento, mientras que los indios ya lo usaban desde mucho antes y los árabes nos lo pusieron al alcance de la mano. Le oí al profesor Escotado que cuando nosotros no teníamos cero, los chinos tenían ocho clases de ceros ¿! Y desde luego las matemáticas sin cero están cojas.

Es perfectamente pensable que de la nada surge cuanto existe, que se mantiene durante un tiempo, para volver a la nada.

Hay una nada, respecto a la gente, que es la muerte. Que generalmente se percibe como un mal. Aunque a veces se perciba como un bien. Por otra parte, la concepción, que culmina con un nacimiento, es salir de la nada. Que suele percibirse como un bien, aunque a veces como un mal.

Para los hinduistas parece que el mal es ser, existir. De modo que el nacer es un hecho triste. Un abrirse a un sin fin de sinsabores. Por lo que la vida nunca es suficientemente positiva. Y tras la muerte viene otra vida, la reencarnación. En la que uno tiene la oportunidad de enmendar errores de vidas precedentes. Y si se porta bien, se reencarnará cada vez mejor hasta alcanzar el NIRVANA que es la total extinción, alcanzar LA NADA. Creo que los budistas están en lo mismo.

Me pareció entender en el libro “¿Qué sabemos del Universo?” de mi ilustre amigo Juan Pérez Mercader que en el vacío intergaláctico donde “no hay nada”, lo que hay es materia y antimateria en equilibrio. O sea una densidad doble que se anula ¡tela del telón! Pero que si se pudiera separar de algún modo, lo que tenemos en la talega vacía, sería el gato y el antigato.

La nada, nada, nada, me parece que es inconcebible. Cuando se dice nada se refiere uno a algo que ya no está. Pero la nada absoluta y real es imperceptible, ni deja huellas, ni señales. Pero hay cosas que evocan la nada, sin ser nada, sino siendo algo, como los cementerios. Porque una cosa es una cosa y otra muy distinta su descripción. Pero la nada no es una cosa. Por lo que ni se puede ver ni tocar ni nada. Mientras que la descripción de la nada si es algo tangible. Que tiene el poder de evocar la nada.

Signos de la nada hay muchos. Hay uno que veo frecuentemente y me subyuga. Está cerca del metro de Fuencarral en Madrid hay un descampado que siempre me resultó misterioso. Un día veo en la estación del Metro un plano de la zona, y en el sitio correspondiente a ese solar descampado hay una indicación que dice que es el antiguo cementerio de Santa Ana en ruinas.

No hay tales ruinas, es un simple solar con yerbajos donde llevan perros a pasear. Me pareció el signo perfecto de la nada. Ya de por sí un cementerio es expresión de la nada. Pero si encima no está ni tan siquiera el cementerio ¡Eso es la expresión de la hipernada!

Remato este post con una foto del lugar. Minimalismo puro y duro. Seguro que levitan los invisibles fantasmas de allí exiliados ¡Os juro que los noto siempre que paso por allí, y paso mucho!