Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

sábado, 8 de agosto de 2015

Confundir la velocidad con el tocino.



LA GIMNASIA Y LA MAGNESIA.

Pues eso, que no hay que confundir el culo con las témporas.

Un partido político es una institución privada, particular y oficiosa.

Mientras que un Organismo Público, por ejemplo, el Estado de la Nación, o un Ministerio, o un Ayuntamiento, o el Senado es una institución pública, oficial, general, en el sentido de que no es algo particular, ni privado. O sea, que no es un chiringuito de nadie.

Los partidos políticos tienen la función de proponer candidatos a cargos públicos, que una vez elegidos desempeñan las funciones propias de los organismos públicos.

Los partidos políticos elaboran, según sus estatutos y normas propias, las listas de candidatos. Hacen la propaganda, etc. etc. Y en esa función los partidos políticos son soberanos y pueden hacer y deshacer como quieran o como puedan.

Pero una vez elegidos, e investidos de autoridad pública, los partidos no deberían manosear a esas autoridades, sino acatar su autoridad, valga la redundancia.

Porque de lo contrario estaría ocurriendo que los miembros de instituciones privadas estarían interfiriendo en el normal funcionamiento de las instituciones públicas. Es decir que unos particulares estarían manipulando, manoseando, pervirtiendo funciones públicas ¡que son sagradas!


Descendamos a los detalles:

En su momento el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, destituye a Tomás Gómez, como candidato a la alcaldía de Madrid.

¡Bien hecho!

Se celebran las elecciones correspondientes y sale como concejal Antonio Miguel Carmona.

Carmona ya no es un mero candidato del PSOE, es un Concejal del Ayuntamiento de Madrid.

A Sara Hernández, secretaria general del PSOE de Madrid, no le gusta el concejal,Manipula para privar a Carmona de la portavocía y le pide que renuncie a su condición de Concejal y que se "retire" al Senado
.
¡Mal hecho!

¡Eso es el colmo! porque un miembro de un partido no es nadie para manosear, manipular y trastocar la estructura de gobierno de un Ayuntamiento.

Ni tienen los dirigentes de los partidos  que convertir el Senado en asilo de políticos desahuciados.

¡Hasta dónde hemos llegado!

Parece que en este caso el aparato del PSOE, con su secretario general a la cabeza, han puesto en marcha este atropello. No atropellan al militante del PSOE Antonio Miguel Carmona. Sino a un Concejal del Ayuntamiento de Madrid. De modo que un organismo privado altera gravemente la estructura de gobierno de un Organismo Público.

¿Y dónde está la profesionalidad de esos políticos? ¿Dónde su cultura política?