Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

lunes, 24 de noviembre de 2014

En defensa de lo corriente.


EL CENTRO, CENTRO, CENTRO.

Tenemos dos verbos donde otros tienen uno, pero a veces como si nada ¡Hasta el propio idioma se cuela a veces! Tenía un amigo americano que dijo una vez: "Mi suegro es muerto" No Jimi no, se dice "está muerto". A lo que respondió: "Pues está muy muerto" ¡Excepciones que aturrullan la regla!

Otras veces no son excepciones. Verbigracia: Fulanito ES de izquierda y Menganito ES de derecha. Ahí encajaría mejor ESTÁ ¿no? Que está a la derecha de unos y a la izquierda de otros. Por lo que se ve nuestra sociedad no es circular, sino elíptica. No tiene centro ¡tiene focos, dos focos!

En realidad no es elíptica ¡es parabólica! con un solo foco y ¡una directriz! Todos piensan en lo mismo y según la misma directriz: ¡peer en botija!

Pero siguen hablando del centro, del centro izquierda y del centro-derecha.

A la izquierda o a la derecha del centro ¿no? Pero es que aquí no hay "centro". Hay centro-izquierda y centro-derecha ¡Pero qué es eso!

Lo que yo veo es que la clase política es mayoritariamente de derechas ¡No hay más que verlos! Los sueldazos, las pensiones de jubilación, los coches oficiales, las comidas de trabajo, el caché ¡y como pierden el culo por pillar un cargo! Dicen que es por filantropía ¡Ya! ¡Ya! filantropía. Auto-filantropía, en todo caso. Por eso el respetable está ya hasta el gorro y prospera, como prospera, Podemos, aunque últimamente da patinazos...¡El chasco que se avecina va a ser clamoroso!

A mí lo que más me gustaría es que hubiera centro. No centro-derecha ni centro-izquierda ¡centro! ¡centro-centro! Es que, claro ¡es poco atractivo! ni carne ni pescao. Verdurita, lo que digo, es poco atractivo.

A mí me gusta porque me gusta lo corriente, lo vulgar, lo prosaico. No me gustan las emociones fuertes, ni que me vayan dando sustos. Prefiero las lentejas al caviar, los níscalos a las trufas. No es porque sea un demagogo ¡que lo soy! Es que las lentejas pueden estar buenísimas y una vez que dieron a probar caviar del bueno me supo a tartar de chicharro. Pero es que me falta entrenamiento. Bueno, el tartar tampoco me gusta. Y las trufas frescas aún no las he probado. Tan solo las del tarrillo con agua ¡y no me gustan nada! No nos engañemos, me gusta comer ¡de puta madre! Para lo cual no son necesarias tales florituras.


A mí me gustaría un gobierno corriente, de andar por casa. Ni de aristócratas ni de mártires. Sin tanto mito ni tan gloriosas ideologías, que no sirven más que para emboscar a tanto mangante. Me gustaría un gobierno de gente corriente, que a los de izquierda les pareciera de derecha y a los de derecha de izquierda.


lunes, 17 de noviembre de 2014

En la duda la más madura.


¿DEBEMOS VOTAR A PODEMOS?

Ando desojando estos días la margarita:

Al PP, desde luego, no lo voto ni borracho.

Hasta ahora he sido votante constante del PSOE, pero a Tomás Gómez ¡ni de coña!

A Izquierda Unida no acostumbro. Andan con cambios mimetizantes estos días, pero aún no sé.

¿A Podemos?

Después de mucho meditar...¡Pues no! a Podemos no lo voto ni trompa.

¿Por qué no? ¿Por lo que dice el PP y, o, el PSOE?

Que es una especie de bolchevique tropical.

Pues no es por eso.

¿O un antisistema?

Pues tampoco.

¿Porque es un populista?

Tampoco por eso.

Y ¿quién me ha convencido de que no vote a Podemos?

¡Pues el propio Pablo Iglesia!

A quien dios ha venido a ver, y no sé aún por qué coño ha sido a él precisamente.

¡Hombre! sí que lo sé. Porque todos los que hasta ahora han gobernado se han revelado como corruptos, y Podemos no se ha corrompido, entre otras cosas porque no ha tenido ocasión, pero no es suficiente.

Lo que me echó atrás del todo fue la entrevista con Ana Pastor. Porque lo encontré pedante, vacuo, demagogo, charlatán, retórico, estereotipado y etiquetero a tope ¡A lo mejor no es así! Pero, honradamente, es lo que me pareció.

Buen pedagogo sí que es, porque los estereotipos que se inventan se los incrustan en la memoria a todo quisque: la "casta", la "puerta giratoria" y todo lo demás.

¡Vamos, que no le voto!

¿Y a quién?

De momento quien va a la cabeza es Ciudadans. Porque su líder al hablar dice. Y se opone, con un par, a los independentistas de izquierda y de derecha, y a los que con sus ansias de votar ¡como sea! atropellan el estado de derecho. Y porque los catalanes me caen bien, a pesar del empeño que ponen en caer mal los que más la pían.

¡Pero si son de derecha! me dice Ángel.


Pues a lo mejor, pero se muestran limpios y coherentes, y defienden sus ideas en las circunstancias más adversas. Porque tienen en contra a los independentistas y a favor al PP ¡que no sé qué es peor!

sábado, 1 de noviembre de 2014

Pellejo duro.


Este post se lo dedico a mi amigo Jorge.


¿1 Ó 2?

Cada uno de nosotros ¿somos uno o somos dos?

Tenemos dos ojos. Dos orejas. Una nariz, pero con dos agujeros. Una boca, pero con dos mitades simétricas. Dos brazos. Dos piernas, etc. Y todo ello gobernado por un cerebro que tiene dos lóbulos. Muchos dicen que son dos cerebros. El de la izquierda gobierna el cuerpo de la derecha y el de la derecha el de la izquierda.

De ser dos cada uno, ambos están coordinados y son inseparables. 

De estar separados cada uno de ellos andaría a la pata coja, tendría que tener suturada la parte de la unión, dividir el hígado y el corazón ¡ni se sabe! Pero no hay problema porque estamos juntos y tan coordinados que funcionamos como uno solo. Y de muchos de los órganos duplicados bastaría con usar uno solo y el otro de repuesto. Yo, por ejemplo, estaba sordo como una tapia, de los dos oídos, me operaron uno y voy tirando, y ahí tengo el otro para operarlo si viniera al caso.

Todo esto que digo parece bizantinismo puro ¡nadie se va a separar en sus dos componentes!

¡Ay que no! Le ha pasado en parte a mi amigo Jorge. Se le ha metido un coágulo en una arteria y ha dejado sin gobierno a uno de sus dos socios. Y ahora anda entrenándose para rehabilitar el brazo, la pierna y el ojo sin gobierno. Y la función común de ambos Jorges que es el deglutir. Para lo cual hace ejercicios musculares.

¿Qué está pasando realmente?

Lo que a mí me parece que está pasando es que están entrenando al cerebro sano para que se haga cargo del gobierno de ese socio desgobernado ¡Y parece que la cosa funciona!

Eso no le ocurre solo a los bichos que tienen simetría axial como nosotros. Le ocurre a otros muchos, como las estrellas de mar. Muy claramente ocurre en otros equinodermos, muy parecidos a las estrellas, las ofiuras. Son esos discos con cinco rabos. Si uno se fija bien este disco está compuesto por cinco cabezas firmemente soldadas, y a cada una de ellas tiene una especie de espinazo, con sus vértebras y todo. Son como colonias, de cinco individuos. En tal caso nosotros seríamos colonias de dos individuos. Si una de esas "colonias" que son los equinodermos las separamos rompiéndola, por ejemplo en tres y dos ¡no pasa nada! porque la de tres genera las dos que le faltan y la de dos las tres.

Los equinodermos, que no están tan alejados filogenéticamente de nosotros, proceden de larvas que, como las nuestras, son bilaterales. Lo que parece que pasa es que cuando se desarrollan ¡le dan por formar "colonias" de cinco! Cabría pensar en alguien que se pinche con un erizo de mar y se convierta en un Equíderman, y que de su cabeza salgan otras cuatro y que esos cinco cuerpos solidarios vayan haciendo de las suyas por ahí. Serían invulnerables, porque si algún enemigo lo despedazara ¡se multiplicarían al instante y el enemigo estaría jodido! Es lo que le decía a mi nieto Nico para consolarlo cuando este verano se pinchó con un erizo.

Esta clase de colonias se da en otros bichos, como la carabelas portuguesas. Parecen medusas pero no son sino colonias de pólipos y medusas que tienen funciones diferenciadas. Uno de los componentes es una especie de empanadilla transparente que hace de flotador y de vela. Otro  hace de aparato digestivo, es el único que come, otro de reproductor que es el que jode y el otro también jode, pero a los bañistas, porque es el urticante.


Me dice mi chica, más o menos, que me invento gilipolleces. Pues seguramente ¡Se me ocurren cuando veo que mi amigo Jorgito progresa adecuadamente!