Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

domingo, 18 de octubre de 2015

Cría cuervos.


 
IDEALISMO VERSUS EMPIRISMO.

Hace unos días, cuando acudí a la invitación de cumpleaños de mi amigo Ina, me presentó a un joven arquitecto inglés, al que le había enseñado la libreta con los dibujos que yo le había hecho como regalo.

Estuvimos charlando un poco y no sé muy bien por qué expresé mi opinión acerca de los ingleses. Decía yo que se la dan de empiristas y luego son muy idealistas. No dije más.

El idealismo es una plaga que nos corroe. Afecta a la población de derechas y de izquierda, en eso hay acuerdo.

No digo que no deba haber idealismo, lo que defiendo es que debe haber equilibrio, entre idealismo y empirismo. Porque son extremos, como lo ácido y lo básico, y en el término medio está la virtud. Ni tiene que ser como el planeta Venus, donde dicen que llueve ácido sulfúrico, ni como en esos lagos volcánicos de África llenos de sosa caústica, en los que tan solo viven microorganismos a prueba de bombas y los flamencos que los pescan.

Desde luego tengo más simpatías por el empirismo que por el idealismo. Y para equilibrar voy ahora a pecar un poco de empirista:

Un país, un Estado, una Nación, una Patria, no son ni más ni menos que comunidades de ciudadanos. Comunidades de vecinos. Pero universales porque comprenden la totalidad de los vecinos.

Eso queda chungo ¿por qué? ¡porque el idealismo está alojado en lo más íntimo de nuestras entretelas! Y frivolizar con temas como patria, libertad o democracia es algo muy reprobable, como decir que la acción política es meramente administrativa.

Somos muchos los que vivimos en un país y nos tenemos que poner de acuerdo a la hora de administrarlo para que funcione. Una de las maneras es la DEMOCRACIA ¿y qué es eso? Pues que como no se puede agradar a todo el mundo, por lo menos se intenta agradar a la mayoría. Pero claro, sin atropellar a las minorías, que también tienen su corazoncito.

Para mí que el paradigma es el de las comunidades de vecinos. Que se reúnen, pongamos cada 4 años, para votar una "junta directiva" formada por REPRESENTANTES de todos los vecinos. Esta Junta Directiva gobierna en nombre de todos los vecinos, y no lo hace directamente sino a través de un ADMINISTRADOR que es un "profesional" que tiene una oficina y que se ocupa de realizar los actos ordenados por la "junta directiva".

En política es lo mismo, la "junta directiva" se corresponde con los gobierno, nacional, regional o municipal. El administrador y sus administrativos se corresponden con los FUNCIONARIOS, estatales, regionales o municipales.

Pero en la política real este esquema se altera, y se pervierte, de modo que los cargos públicos, y los "de confianza" promovidos por estos, suplantan las funciones de los funcionarios. En tal caso Leviatán se convierte en una vaca gigantesca, todo tetas a las que están adosados miles de chupantes. Y esa vaca cómo ¿se alimenta? con los dineros de los contribuyentes.

¿Qué debieran ser los políticos en ejercicio?

Pues debieran ser GERENTES que orientaran con sus órdenes a los funcionarios para el buen gobierno de la comunidad.

En tal caso ¿en qué consisten las elecciones políticas?

En actos de reclutamiento de representantes, agrupados en PARTIDOS POLÍTICOS.

Cuando uno vota escoge a un grupo de representantes con un programa. Con lo cual se debe establecer una relación recíproca: los representantes se deben a sus representados, y los representados se sienten representados por su representante ¡y si no reclaman! Pero claro, con las listas cerradas y cocinadas por los partidos ese vínculo personal entre representante y representado no pasa de ser mera teoría reñida con la realidad.

Tras la votación y realizado el escrutinio queda determinado el número de representados que tiene cada grupo. Y si uno tiene mayoría gobierna. De no ser así se tienen que formar alianzas. Y los que no gobiernen tendrán que pasar a la oposición. 

Verdaderamente cuando uno vota determina sus representantes. Y no solo eso, sino que además manifiesta su deseo de que sean CONTRATADOS para ser gobernantes. O sea, qué manifiesta que gerentes prefiere. ¡igual que en una comunidad de vecino! La diferencia es de tamaño y que estos gerentes cobran ¡y mucho!

Al final quedan CONTRATADOS equipos con el fin de SERVIR a los ciudadanos.

Pero la realidad es otra. Como en la famosa película "El sirviente" de Losey el supuesto sirviente se sirve de sus "servidos", los sojuzgan y los esclavizan.


jueves, 15 de octubre de 2015

¡Qué cosas!

Este post se lo dedico a Elia.

SE ENVEJECE PRONTO.

El pasado 5 de octubre nació mi nieta Elia ¡un verdadero encanto!

Sabe hacer todas las cosas correspondientes a su temprana edad. Duerme mucho, apenas llora, tan solo lo necesario para avisar de que tiene hambre. Y es muy guapa, con unos ojazos negros que enseña poco, porque generalmente los tiene cerrados.

Cuando despierta se despereza haciendo toda clase de estiramientos, especialmente con las manos y con los pies, aunque estos los tiene generalmente tapados. Pero los dedos de las manos los mueve muchísimo. Tiene manos de violinista o de bailarina, acompañando esos movimientos con el de los brazos y parece que baila sevillanas.

Aprende cosas, porque cuando nació no sabía mamar, y le costó un poco aprender, pero hoy domina la técnica perfectamente. Mientras que evacuar lo ha hecho con toda perfección desde el primer instante.

Escribo esto el 15 de octubre, y desde ayer es ciudadana de pleno derecho puesto que acudió con sus padres a inscribirse en el Registro Civil

No tengo que decir que es extraordinariamente joven.

¡Bueno, pues ya ha envejecido algo!

Porque hasta hoy para hacer la inscripción en el Registro Civil había que acudir a la oficina correspondiente, que es lo que ha hecho mi nieta. Pero a partir de hoy en adelante dicha inscripción se puede hacer en el propio hospital en el que se viene al mundo.

Ergo mi nieta es demasiado vieja para haber podido acogerse a ese beneficio. Ella pertenece a la era en la que había que ir a inscribirse en el Registro ¡y esa era ya pasó! Son los jóvenes nacidos de hoy en adelante los que pueden acogerse a esa ventaja.

¡Es como para no creérselo!



sábado, 10 de octubre de 2015

Lujoso calzado.

LOS ZAPATOS MÁS CAROS.

Hace unos días, en el velatorio de un queridísimo amigo, estuve hablando con un buen amigo y me fijé en los zapatos que llevaba. Finos a la vez que firmes. Con dibujos de sacabocados y pespuntes. Limpísimos y de un bello color marrón ¡un lujo! y me trajo a la memoria unos que vi en Paris hace una infinidad de años en la calle Faubourg de Saint Honoré.

En dicha calle, donde está la residencia del Presidente de la República, que parece vigilada de cerca por las imponentes embajadas del Reino Unido y de los Estados Unidos, marcadas por sus ondeantes banderas. También ondea allí mismo la bandera de Colombia, marcando su embajada ¡pero en el primer piso! que el bajo hay tiendas, porque salvo en dichos edificios tiendas hay en casi todas las casas ¡Menudas casas y menudas tiendas!

En la acera de enfrente de los citados palacios, y mucho antes de llegar desde la Madelain vi en algún viaje anterior una zapatería ¡vaya zapatería! La busqué inútilmente en una esquina que recordaba. Y mira que en la esquina anterior seguía una tienda de ropa femenina, de floridos vestidos de seda en una fina decoración de paja, como un exquisito establo ¡pero de la zapatería nada!

Me diréis ¿Pero qué te pasa con la zapatería?

Pues me pasa que allí vi los zapatos más caros que nunca había visto ni pude imaginar. De esto hace muchos años, pero el par valía ¡medio millón de pelas!

Pero claro si comprabas dos pares no te costarían un millón ¡es un consuelo! sino 30 ó 40 mil pesetas menos. No era un descuento, sino que no te cobrarían dos veces lo moldes de tus pies, o de tus piernas, necesarios para construir semejantes obras de arte.

También había botas de media caña. Algo más caras que los zapatos, pero no mucho más. Me decía un amigo hace años lo que valía un violín strardivarius ¡una pasta!-¿y un violonchelo? -Hombre, más o menos lo mismo ¡pero te quedas más a gusto!

Una cosa es el valor y otra el precio ¡y aquellos zapatos los valía! O sea que me pareció que costaban lo que valían. Porque tenían una piel irisada de color indescriptible, opalino, como de jade.

Es que el umbral de lo óptimo es muy bajo. A esos zapatos no les pasaba nada muy llamativo. Les pasaba a todos los demás zapatos, que quedaban mucho peor que esos. Aunque fueran unos zapatos del copete. Porque los del copete se ven ostentosos y esos no. Esos se veían chulos, pero no ostentosos.


A mí no me deslumbra lo carísimo ni lo exclusivo, por lo general me la pela. Paso de bizquear en temas de bugatis, de yates y de palacios porque los encuentro ordinarios. De los cuadros el precio no me interesa ¡no pienso comprar ninguno! Están los míos sin vender no voy a comprar otros, ese cuadro de Gauguin que está o estaba provisionalmente en el Reina que dicen que es el más caro del mundo ¡pues muy bien! a mí me da lo mismo. Paso de ver gemas reales en los museos. 

Pero tengo que reconocer que esos zapatos se me clavaron en la memoria.


miércoles, 7 de octubre de 2015

Antepasados gigantes.



Este post se lo dedico a mi nieta Elia.



EL GENIO EN LA BOTELLA.

Estos días estuve redactando un texto para el catálogo de una exposición que se hará en diciembre, creo, con obras del Centro de Cálculo y estuve contando lo que me acordaba de aquello.

Y contaba mis recuerdos de aquel ordenador gigantesco. Sus unidades que eran como grandes armarios con luces de colores que se encendían y se apagaban, de entre ellos destacaba la lectora de cintas con dos grandes bobinas que giraban en un sentido y en el contrario. De una de esas, ya anticuada y fuera de servicio, hizo el gran artista Lugán un extraño robot que tenía una antena interior mediante la cual detectaba la presencia de espectadores, a los que solía recibir con gruñidos.

Para no meter el cuezo sometí a Rafol, que es mi informático de cabecera, dicho escrito y le formulé unas preguntas acerca del mismo, para ver si estaba yo en lo cierto. Y resultó que estaba más o menos, pero me había quedado corto, porque decía que aquel monstruo que ocupaba toda una planta de un edificio bastante grande tendría una memoria igual o menor que la de un ordenador doméstico. Y ¡nada de igual! mucho menor. Y menor aún que cualquier teléfono móvil. Y es que seguramente los datos no los guardaba en la memoria sino en la cinta de la famosa lectora, antes aludida.

Decía yo también que aquellos ordenadores gigantescos carecían de muchas cosas que cualquier modesto ordenador actual tiene, porque carecían de monitor, de escáner y de imágenes fotográficas. En esto también me quedé corto, porque aquellos enormes ordenadores no tenían más dispositivo de entrada que el de las tarjetas perforadas, que un perforista preparaba en una máquina perforadora, que era bastante grande. Y es que aquel monstruo tenía algo de moviola o de organillo. El caso es que ¡tampoco tenían teclado ni ratón! ni ningún dispositivo de memoria para almacenar nada, ni disco duro ¡ni siquiera disketes!

Pero el procesador que ejecuta las instrucciones era básicamente igual que el actual, aunque mucho mayor y más lento.

De todo esto saqué una moraleja. Y es que aquel genio gigantesco y poderoso era como el del cuento de las Mil y una Noches, aunque algo diferente, porque mientras el del cuento estaba comprimido vivía en un estado de impotencia, y desarrollaba todo su poder cuando estaba expandido, con a los ordenadores pasa todo lo contrario, porque si bien los ordenadores gigantes tenían un poder muy grande, los ordenadores comprimidos dentro de su estrecho envase ¡tienen un poder mucho mayor! O sea, que dentro de su botella son mucho más poderosos. Ergo el tamaño importa, solo que al revés de lo que se piensa.


Una vez más queda demostrado que David le gana a Goliat. O que el pez chico se come al grande. O que los hijos les pueden a los padres. Lo cual no deja de ser un consuelo y una satisfacción, porque indica que se progresa adecuadamente.