Este post nº 109 del Salterio se lo dedico a Jorge, que cumplirá en esta semana dos años, y a Nico, Isa y Javi que lo cuidan muchísimo.
¡VUELVEN LOS REPTILES!
¡VUELVEN LOS REPTILES!¡Qué nombre más impropio el de reptil!
Suena fatal: “el que repta”, es decir, el que se arrastra.
¡Las lagartijas no se arrastran! Sino que levitan a gran velocidad sobre sus patitas que parecen bordadas con hilos finísimos.
Y las salamanquesas tampoco se arrastran. Se están más que quietas, y cuando se desplazan lo hacen diligentemente sin arrastrarse.
Y las serpientes se mueven con tal gracia y rapidez que casi no da tiempo a verlas. Y para percibirlas tiene uno que recurrir sobre todo al recuerdo de una presencia que es como la de un relámpago. ¡Hombre! Las del zoo parecen de cartón piedra. O mierdas desvencijadas sobre las ramas.
Los reptiles que puedo ver en mi edén particular son como los que he descrito antes. Y además son heraldos del tiempo feliz, ya que cuando por fin se les ve podemos exclamar tranquilos ¡estamos salvados! Porque se avecina el mejor clima del año.
Porque en Madrid hay muchos climas. El peor de todos es el de Octubre y Noviembre, porque puede hacer mucho frío y predomina la oscuridad. Y por si fuera poco cambian la hora adelantando la noche. Haciendo gala de una perversidad inexplicable ¿Para qué coño cambian la hora? El argumento es el ahorro de energía. Es una memez ¡Anda que no se puede ahorrar energía en cosas! Lo que ceo es que para mandar hay que joder ¡Y eso lo hacen para que no se nos olvide!
Después de las fiestas de Navidad, Año nuevo y Reyes (que las habrán instituido, pienso, para evitar suicidios colectivos) empiezan a alargarse los días. Por los Reyes lo notan los bueyes, y por san Vicente la gente, dicen en León. Yo lo noto con los bueyes ¡Será de las ganas que tengo!
Enseguida viene el verdadero Año Nuevo, el de los chinos, también llamado Fiesta de la Primavera, al final de Enero y principio de Febrero. Aún puede hacer mucho frío ¡pero hay más luz!
Pero cuando la cosa se aclara definitivamente es cuando aparecen los primeros reptiles. Ya llevan unas semanitas. La felicidad se oficializa cuando restauran la hora ¡en esta misma noche en la que sale este post! Último domingo de marzo ¡Con lo que mi alma vuelve a entrar en caja! Hasta que la vuelvan a cambiar…¡Pero quién va a pensar en eso ahora! Tiempo habrá para ponerse de mala leche ¡Ahora vamos a disfrutar!
(Esto estaba en una tienda del Soho de NY)
5 comentarios:
Ya lo noté ayer, que salí del curro de día... ¡Qué subidón! :-)
Lo único malo de este cambio horario es que el domingo te quedas sin una hora... Yo creo que si este cambio lo pasaran al lunes, y todo el mundo currara una hora menos estaría mucho mejor!! Manteniendo, claro, el cambio horario de otoño en domingo para tener una hora más...
De todas formas yo estoy con Saltés, y por mí que dejen este hoario todo el año!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Muchas gracias, Saltes, por dedicarnos la entrada del inicio de la primavera.
Entregándome al placer de la superstición, creo Jorge no podía haber nacido en otro momento del año, porque es la alegría y el buen humor hechos personita... también tiene brotes de furia de vez en cuando, pero creo que eso no invalida lo anterior, sino que más bien lo remacha (por aquello del yin y el yan).
Pues sí Ana, para la gente solar es mejor este modo de contar el tiempo ¡Y aún no engañan en una hora! que para alcanzar el horario solar aún hay q retrasar una hora más. Parece q no importa ¡pero importa mucho!
Isa, los abrileños somo así, alegres y feroces.
La verdad es que sí sienta bien esto de salir del trabajo y que aún sea de día, aunque a veces acostumbrarse a esa hora que pierdes el domingo cuesta un poco.
Pero socio, me temo que te equivocas respecto al horario solar. Para que el mediodía fuera a las 12 no habría que retrasar una hora, sino adelantar dos. Quizá el problema más que en la hora está en nuestras absurdas costumbres españolas de hacerlo todo tardísimo. Cuando todo el mundo come sobre las 12, nosotros a las 14 o más, terminamos de trabajar más tarde que nadie, cenamos más tarde que nadie, nos acostamos más tarde que nadie... Y luego, claro, nos quejamos de que se hace de noche pronto... ¡Normal!
Socio, no te discuto lo de la hora solar porque yo con esto me hago un lío.
Estoy de acuerdo en que el retraso gástrico nos arruina la luz del día. Pero tan sólo discrepo en un matiz: lo que otros hacen a las 12, en vez de a las 2, no es comer, sino ayunar. Aunque si ayunáramos un poquito + no nos vendría mal.
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