LOS PEPINOS
ESPAÑOLES.
Palmaron un par de alemanes.
¿ Y qué han comido?
Pepinos españoles. ¡Están envenenados! ¡Los pepinos
españoles están envenenados! Esa especie de consoladores vegetales están
envenenados ¡Es que los españoles son unos guarros!
Y venga a tirar camiones y
camiones de pepinos. Y a echar gente a la calle.
Me contaron que alguien de una familia
alemana, que parecía de lo más razonable, se lamentaba del caso. Y al final
apostillaba: "Ante la duda de que fuera verdad que estuvieran
envenenados ¡es mejor no comerlos!"
Y luego resultó que no eran los
pepinos españoles, sino que fueron unos asquerosos brotes alemanes los que
estaban envenenados.
Pues lo que está pasando ahora
con el rescate es parecido.
¡Austeridad! dice la gorda ¡Que
estáis viviendo por encima de vuestras posibilidades! ¡Que os entrampásteis! ¡Y
no pagáis lo que debéis!
¡Pero cómo lo vamos a pagar si
vale más el ajo que el pollo!
Son los intereses de la prima de
riesgo los que nos están ahogando. Que suben y suben cada vez más. Y es muy
gravoso vender bonos nuevos para poder pagar los vencimientos de los viejos a
la espera de tiempos mejores. Y lo peor de todo es que amenazan con no comprar
aunque el rendimiento sea tan grande.
¡Claro! ¡Es que sois unos
manirrotos! ¡En Alemania no pasa eso!
¿Qué es lo que no pasa? ¿Que no
contraen deuda? ¡Pues sí que la contraen! ¡Mucho más que nosotros! ¡Solo que sin pagar prima de riesgo alguna!
Y en España pagamos por nosotros y por Alemania. De modo que a la Merkel le conviene esta situación.
¡Hasta que estalle! Como ocurrió en
España cuando los bancos prestaron irresponsablemente en la confianza de que si
no pagaban sus acreedores se quedarían con el piso, o con lo que fuera, con la
pasta que ya habían pagado y con la que les quedaba por pagar. Pero fueron
tantos los quebrados que los bancos también quebraron.
Y mientras en España este
gobierno de chicha y nabo aprieta y aprieta el dogal de la gente común, sigue
salvaguardando los intereses de los capitalistas, que no obstante sacan la
pasta del país para ponerla a engordar en parajes más serenos. Y nos
intervienen para capitalizar a los bancos que se han quedado en bragas
especulando, como dije antes ¡y encima no se aclaran cómo hacerlo sin que sea peor el remedio que la enfermedad!
¡¿Donde pasamos la gorra?! dice el ministro
del ramo.
Donde los defraudadores, para que
blanqueen la pasta que han defraudado.
Que blanca y saneada ira,
probablemente, a engordar a parajes más serenos.
"¡Es que nos han dejado una
herencia...! dicen, (que no podemos gobernar) es lo que se callan, pero es lo que dan a entender.
Pues si no podéis gobernar vosotros
que gobiernen otros más espabilados ¡Que con la mayoría absoluta nos váis a llevar a la ruina absoluta!
No hay comentarios:
Publicar un comentario