Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

domingo, 31 de agosto de 2008

Lo pasado, pasado está.

Este post, precedido por este dibujo de una inédita segunda parte del Salterio, se lo dedico a Marta en el día del blog. Y como recomiendan recomendar favoritos yo recomiendo dos: "¿Quién gana?" y "El Blog de Joaquín Leguina" ¡ya me direis! LA QUINTA DEL SORDO.


Hace unos años llevaba el coche a un taller que está en una orilla del Manzanares, un poquito más abajo del Puente de Segovia, en la margen derecha. Y en una fachada totalmente insulsa en una plaza donde se ensancha la calle Saavedra Fajardo, vi un rombo de porcelana de los que pone el ayuntamiento para señalar el lugar en que vivió algún prócer ¡Quién coño viviría aquí, en un lugar tan feo!

Me sorprendí muchísimo al leer que en ese lugar estaba la Quinta del Sordo, donde vivió Goya y donde pintó en la pared las famosas Pinturas Negras.



Hablando de esto con el pintor Antonio Zarco, que tiene ahora más de setenta años, me dijo que él de niño vivía cerca de la Plaza de la Cebada, y que iba con otros chicos a jugar a lo que llamaban Quinta del Sordo. Que estaba cerrada y supongo que en ruinas, pero no desaparecida como está ahora y reemplazada por una casa que es de lo más feo, soso, cutre e inexpresivo que se pueda imaginar.

Que un monumento o unos restos debidamente conservados o restaurados señalen un lugar de valor histórico es algo que reconforta, tranquiliza y anestesia. Pero que lo señale algo carente en absoluto de referencia con aquel glorioso pretérito, salvo la fea placa color natillas que utiliza el ayuntamiento de Madrid, es algo que desconcierta profundamente.

Pero ante la cruda desaparición ¿qué es más expresivo? La apariencia de que todo más o menos sigue igual, cuando en realidad no es así. O la total desolación, la evidencia absoluta de que aquello que estaba ya no está. Que lo que era ya no es.

A mí me parece, que esa insulsa y fea fachada es un monumento a la ausencia.

Las Pinturas Negras que se ven en el museo son fósiles desgarrados y restaurados de una realidad que ya no es.

Son otra realidad. Momias embalsamadas y maquilladas. Muertos con apariencia de estar vivos.

Hay en los bajos del edificio que ocupa el solar de la Quinta un establecimiento llamado La Estación donde se puede entrar a tomar algo, y de ese modo sorber simbólicamente algún efluvio que en el ambiente pudiera quedar de Goya. Tiene ese local una especie de tejadillo postizo en la fachada, en el que está encaramado un luminoso que representa un tren. Pero como no he ido de noche no he tenido el placer. De día apenas si se nota.

También hay en esa finca otro local cerrado. Que, como anuncia cartel se vende. Que por si acaso reproduzco a continuación

¡Qué buena ocasión para hacerse de un lugar histórico! O de un trozo. Hay que preguntar. Si alguien se anima que nos lo diga.

2 comentarios:

Elena.gutierez dijo...

¿y si tiene sentido que sea así?
Goya vivió en aquel solar, pintó, sufrió, enloquecío y plasmó su realidad, una más entre las miles que convivieron en la época en la que decidió hacer la foto con un pincel. Eso merece ser recordado. Aunque coincido en que a lo mejor no en color natillas.
Pero la quinta del sordo desapareció. Porque nadie quiso conservarla. Y la vida pasa. y el edificio de ahora quizá sea más simbolico de lo que parece. Es parte de un barrio que es así. No es el barrio de GOya, es otro, que quizá quede bien retratado con ese edificio feo e insulso.
En el que pasaran cosas. que caerán en el olvido. O no.

Saltes dijo...

¡Me encanta Elena que entres!
Algo que podría hacer Gallar, Espe o Zapa, o los tres, por Madrid y por ese barrio es lo siguiente: Comprar la finca, reconstruir, recrear la quinta, o simplemente hacer en ese solar un pequeño museo sucursal del Prado. Llevar allí la Pinturas Negras y "monumentalizar" un poco el barrio que falta le hace.

Cuando estuvimos en Grecia fuimos a Delfos. Han apañado las ruinas, adecentado el lugar con jardines y contruido un museo, de nuevo cuño pero que aloja ¡al Auriga de Delfos! En el museo de Atenas sería una pieza más. En cambio allí está en su sitio y despliega toda la magia del caso y contribuye al desarrollo de la industria turística.

Hay un circuito de Goya en Madrid que de ese modo se fortalecería. Ahora tan sólo consiste en el Museo del Prado y San Antonio de la Florida. Se debería incluir el pequeño cementerio de los héroes del 2 de Mayo que está cerca de la scuela de Cerámica, y hacer esto que digo.

¡El sitio tiene magia! Haría falta algo más que esa placa color natillas.