Es la segunda vez que me ocupo en este blog de ángeles y de diablos.
Extraigo el tema de un relato inédito mío, de hace ya bastante tiempo, que se titula “Los ángeles perdidos”. Que no se si alguna vez pasará por imprenta. En este post lo voy a destripar, porque en realidad da lo mismo. Porque no es una novela de suspense y da igual conocer el argumento y hasta el final. Porque, además, lo importante de los relatos es la chicha y esta queda fuera de los resúmenes.
Lo que digo allí es que un ángel es un ave con humanidad. Y un hombre es un mono con humanidad.
Y ¿qué es la humanidad?
Pues ese rasgo que nos diferencia a los humanos de los que no lo son. Como es el lenguaje humano, la ciencia, la poesía, la tecnología que va mucho más allá de sacar hormigas de un hormiguero con un palito…aunque he visto en la tele a un mono que tenía un veterinario en su consulta como ayudante ¡que ponía los pelos de punta de lo increíblemente humano que resultaba!
Se suele decir que los humanos tienen alma humana que se expresa como soplo divino. Es decir que Dios sopla al inhumano y lo humaniza ¡Es un decir! Una metáfora. No hay que coger las cosas al pie de la letra.
Sopló monos y resultaron hombres. Y de haber soplado aves tendría ángeles. O sirenas, que en la antigüedad clásica las sirenas eran de dos clases: acuáticas y aéreas. Y de haber soplado caballos tendría centauros. A toros minotauros. A focas minofocas, que también formaban parte de la mitología clásica.
También es sabido que próximos a las aves están los reptiles. De hecho los dinosaurios que se tenían por reptiles, ahora se tiende a tenerlos, cada vez más, por aves. De modo que es posible que la Serpiente del Paraíso fuera medio reptil, medio ave y además humanizada, ya que hablaba. Algo así como Quetzalcoatl, la Serpiente Emplumada, que es la deidad principal de los aztecas y de toda mesoamérica. Se cree que la serpiente bíblica es el diablo.
Hay que tener mucho respeto con la mitología religiosa. No es una mera superchería. Sino que tales historias al ser sagradas han resistido el desgaste de los tiempos y permanecido incólumes y frescas surcando siglos y milenios. Es prudente, me parece, no tomárselas como verdades literales, aunque ese sea su fin, sino como portadoras de informaciones verdaderas que están prendidas en las creencias remotas. Son metáforas que siempre encierran núcleos verdaderos.
Y ¿qué pasa con los demonios?
Pues que son ángeles malos.
¡Cuidado! ¿Qué es eso de ser malo?
Si se fija uno bien, malo es sinónimo de enemigo. Porque a los enemigos siempre se les ve inequívocamente malos, mientras que los amigos, por hijo-putas que sean, siempre tienen un atenuante. Se dice que “en el fondo” son buenos. El caso es que si los demonios son enemigos de los hombres es porque se enfrentarían en algún conflicto bélico.
Y ¿quién ganaría?
Pues la primera batalla la ganarían los demonios, si nos fiamos de la historia sagrada, porque los hombres fueron expulsados del Paraíso por ángeles con espadas de fuego ¡armas de fuego por aquel entonces. T K GAS! Pero al final debieron ganar los hombres porque los diablos han desaparecido ¡No se ven ni vivos ni muertos!
En toda guerra se perpetran grandes putadas y ¿qué putada les harían los demonios a los hombres?
Pues expulsarlos del Paraíso y mandarlos al desierto.
Y ¿qué putada les harían los hombres a los demonios para terminar, como terminaron, a hostias?
Pues una gordísima: comerse los huevos que habrían puesto en nidos en los árboles del Paraíso ¡Tenemos noticias! también sagradas ¡que hay que interpretar debidamente! ¡¡Sin la hermenéutica no somos nada!! Las relativas a El Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal.
Se dice que la serpiente –posiblemente Quetzalcóatl- ofreció a Eva una manzana. Es decir: que el fruto de los demonios pasó a manos de los hombres. Se dice que “por las buenas” y a lo mejor fue “por las malas”. Al estar dicho fruto en un árbol se ha supuesto que era una fruta. Pero pudo muy bien ser un huevo de un nido perteneciente a la Serpiente Emplumada, que no fuera ofrecido por esta, sino arrebatado a ella, que es lo más probable.
¡Menuda putada! No es que les sometieran arrebatándoles sus propiedades o que mataran a muchos ¡Es que los ponían en vía de exterminio! Y salvo que estén por ahí escaqueados en las espesuras de las selvas, nuestros antepasados más remotos debieron comerse o destruirles todos los huevos, y con ello los aniquilarían.
Y ¿qué fue de los ángeles, propiamente dicho? Supongo que esos “amigos” debieron ser colaboracionistas de los hombres. Diablos traidores, que lucharon contra sus hermanos en el lado de sus enemigos los hombres. De tal hecho ha quedado constancia en las imágenes del Arcángel San Miguel, de las que una de ellas remata este post. Al final los ángeles debieron ser eliminados por sus aliados los hombres, traidores a su vez, porque de ellos no ha quedado descendencia. Aunque los han glorificado e inmortalizado en imágenes cada vez más melifluas y sacarinosas.
Pudiera ser, como dije la otra vez, aunque es difícil, que restos de la estirpe de ángeles, o diablos, hubieran podido sobrevivir emboscados. Y sin dar la cara pudieran estar observándonos. Y, al ver como las gastamos, aunque estuvieran vivos se harían los muertos.
Salterio Online
Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...
jueves, 14 de agosto de 2008
Otra historia seráfica.
Este post, que se inicia con este dibujo del Salterio, se lo dedico a Sara y a Javi porque ¡se casan! ¡¡¡felicidades!!!
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2 comentarios:
Hola Saltes! Me gusta mucho esa reinterpretación de la historia de Adan, con muchos mas visos de realidad que la clásica. Creo que hubiera dado juego, es una lástima que le hayas preparado una lucha tan adversa: la has enfrentado nada más y nada menos que contra el mes de agosto, un auténtico titán, si de entradas blogueras se trata.
Isa, es que está clarísimo. La historia es la que es y la hermenéutica al uso es interesada y bastarda.
Ya se que agosto no es el mejor mes para captar la atención de los amigos que anda cada uno por su sitio aprovechando el mejor mes del año ¡pero ya se terminó! y ahora nos resbalamos en septiembre, para caer en picado en noviembre en ese horrible pozo oscuro y frío que es diciembre. Tratan de dorar la píldora con las navidades y el año nuevo. Pero da lo mismo, es un mes horroroso. En enero los días se alargan y a mitad de febrero viene el verdadero año nuevo, ¡el año nuevo chino! y la fiesta de la primavera en la que ya se puede empezar a respirar de nuevo.
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