Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

miércoles, 4 de julio de 2007

El Paraiso no está tan limpio.

Esta es la imagen del Salterio correspondiente a esta entrada que dedico a Edu, que ya está a punto de salir para la India que, a pesar de todo, es el Paraiso Terrenal.


EL FUEGO DEL HOGAR.


Hay cosas que, con toda razón, le dejan a uno flipando. Por ejemplo la magia de Tamariz. Despliega unas cartas. Vuelve la cabeza a punto de destrozarse las cervicales para demostrar que no está viendo. Mano inocente que coge una carta, la mira, 6 de corazones, la enseña al público, la mete de nuevo en la baraja. Tamariz mezcla, remezcla, hace las mil pijadas y ¡¡¡tatachán, tatachán!!! ¡saca una carta ¡el 6 de corazones! y violinazo virtual ¡apoteósico!

Pero hay otras magias que no emocionan nada, como, por ejemplo, que se abra un grifo y salga agua ¡Hombre! Eso es natural. Pues no, no es nada natural. ¡Es sorprendente! Como es sorprendente ver como desaparece arrastrada por un torbellino de agua de aspecto galáctico la deposición, recién efectuada. Anda que no tiene truco: el embalse, la potabilizadora, la conducción a alta presión, la depresión, la distribución por la tubería, el ascenso al quinto B, los contadores, la domiciliación del recibo del agua, hasta que uno, indolentemente, gira el mando del grifo o pulsa el botón del inodoro ¡Es que habría que aplaudir frenéticamente! Y cuando uno esté un poco deprimido, con ir al grifo y abrirlo debería experimentar un subidón.

Bueno, pues un asunto de parecida complejidad es el poder disponer del calor en una casa ¡el hogar es el receptáculo del fuego que le da nombre al lugar donde se vive, es el rasgo esencial del habitáculo humano! Yo, que no es que sea viejo, pero llevo ya tiempo siendo joven, recuerdo de mi juventud el problema que era eso. Lo más remoto que recuerdo, allá por los cuarenta, es un poyo con dos hogares que había en la cocina, como dos ventanitas en la parte frontal, comunicadas con dos huecos cuadrados que estaban encima, con una parrilla en cada de ellos. Aquello, que era una delicia, funcionaba con carbón vegetal que vendían en las carbonerías. Recuerdo el sabor exquisito de aquel magro de cerdo ibérico –porque no había otro- que asaba mi madre en aquella lumbre, recogiendo la grasa que rezumaba en ese pan tan blanco. Era un placer estacional del mes de enero. Con la ceniza se blanqueaba la colada ¡no había lejía! Para calentarnos estaba el brasero, que funcionaba con cisco, carbones delgaditos, que había que encender. Todo eso está lleno de evocaciones, que no es cosa de desplegar ahora. Pero por lo menos hay que recordar que para hacer más eficaz esa calefacción se ponía ropa a la mesa camilla y ahí nos acurrucabamos . El frío que sentía uno cuando se levantaba etc., y el juego de la lotería con los vecinos. Luego vendría la tele a mandar a cada mochuelo a su olivo.

Cuando empezamos a progresar empezamos a cagarla, salvo el periodo que recuerdo de “cocina económica” de hierro y alimentada con carbón mineral y con leña, ambos combustibles raros en Huelva que es de donde soy y donde vivía. El fracaso fue total con las cocinas de petróleo. Venían a ser como lámparas muy grandes, con una grandísima mecha redonda, que se acomodaba a una pieza cilíndrica. El petróleo olía fatal, con lo que se estropeaba el sabor de los alimentos, y las mechas eran caras. Las amas de casa para ahorrar mecha las fabricaban con aljofifas ¡un desastre!

Más recientemente se generalizó el uso de las cocinas eléctricas, y más aún las de butano. Pero claro, menuda organización supone el uso del butano o del gas natural. Ahora estamos en la era de la vitrocerámica y del horno mural.

Ahora y aquí, porque en otros sitios aún no se ha alcanzado la era del carbón vegetal. Como en la India, donde se cocina, principalmente, con mierda de vaca. Es llamativo ver las fachadas guarnecidas de boñigas puestas a secar. O los carros cargados de boñigas secas ¡cientos de kilos! Es toda una producción industrial, en la que se compatibiliza el culto al animal sagrado, la industria láctea y el ocioso vegetar de los toros. Porque la mayoría de las “vacas” que se ven por la calle no son tales sino bureles con mucho trapío.

Pues como empiecen a hacerle ascos al combustible tradicional ¡en menudo lío se van a meter! Menos mal que allí suele hacer calor y en la mayor parte de ese gran país no hace falta calefacción. Pero claro, aunque seguro que se puede, es un poco difícil conseguir que funcione el aire acondicionado con mierda de vaca…


"Planta de producción energética " en Benarés. Abajo detalle del combustible.

6 comentarios:

Rafol dijo...

Joder Tomas, menudo ritmo que llevas de posts, vas lanzado, por eso veo muy apropiada la imagen que has puesto.

Realmente curioso lo de la mierda de vaca. Eso si que es sostenible y no como aquí, que nuestros perros estan todo el día desperdiciando un valioso combustible en parques y demás lugares de deposición. Por cierto que bueno el nombre de la imagen "KK+DE+LA+VACA.JPG" más claro imposible. Jejejeje.

En cuanto a la visión restrospectiva supongo que será siempre así, dentro de XX años diremos "fijate, antes existian unas cosas que se llamaban blogs y tenias que teclear lo que querias publicar y subir tu las imagenes. Con lo facil que es ahora proyectando telepaticamente la historia directamente al ultraordenador que tenemos incrustado en el cerebro" :-)

Grande Saltes! este blog se supera cada dia.

Anónimo dijo...

que pasa tomas!! me ha dado Almudena tu blog, esta bastante curioso! no sabia que tu le dabas a estas cosas del interné, yo aki ando en san francisco, haciendo el gamba, estoy haciendo un blog pero es muy malo!

http://mateoray.wordpress.com/

un saludo!

Anónimo dijo...

Pues yo creo que los indios son muy listos, y santifican a animales reales y potentes que les simplifican la vida. Porque claro, la vaca da leche y, bueno, nosotros las utilizamos en el campo y nos las comemos. Allí no, claro!!, porque son sagradas. Pero usan su mierda para cocinar, para construir... Aquí no me imagino a las grandes promotoras inmobiliarias de este pais (con lo que nos gusta construir aquí) poniendo mierda de vaca en la memoria de calidades de las viviendas que construyen. ¡Pero es que allí es sagrado! Con lo que no puede haber una calidad mejor. Pero aquí eso no pasaría, porque cuando es algo sencillo y soluciona problemas rápidamente no nos gusta. Nos gusta lo exclusivo. Lo nuestro encaja mejor con la entrada anterior de Saltés "Ángeles y demonios", en la que descubrimos que nuestros ángeles son las aves. Porque la mierda de pájaro si que es dificil de conseguir. Cagan todo el rato por los coches, la ropa tendida... pero para reunir suficiente para utilizarla como combustible o en la construcción sería todo un lujazo. Y entonces sí... Me imagino a los grandes promotores locos por conseguir mierda de pájaro para hacer "promociones de viviendas sagradas" que costarían un congo. Ahora que parece que explota la burbuja inmobiliaria, quizá esa sea su salida. ¡Aves echaos a temblar!

Rafol dijo...

Hombre anita, una cosa es que seamos exclusivos con nuestras casas y otra es que digamos "me he comprado un pisito por el centro muy mono, ESTA HECHO DE MIERDA". Las visitas irian con cuidado de no rozarse con las paredes. Por muy sagrado que sea tiene poco glamour.
Además no se si hubiera habido mierda suficiente para construir San Chinarro y Las Tablas.

Un abrazo!

Saltes dijo...

Bueno, queridos Anusk y Rafol, está claro que la cosa va de mierda. En la India hacen casas con mierda y las que hacen aquí, para lo que cuestan, son una puta mierda. Y en cuanto al combustible, lo mismo: en la India el combustible es mierda, pero aquí no, son derivados del petróleo, pero se usa tan abusivamente que queda todo hecho una verdadera mierda. Con una diferencia, que el sistema de la india es reductor mientras que aquí es ampliador exponencial, por lo que, como no se invierta el proceso, acaberemos ahogados en mierda.

También le quería decir a Rafol que para dentro de 20 años, a este paso, podré celebrar el post 2000. Y puede que pase lo que tú dices, que el ordenador esté integrado en los sesos de la gente, y se habrá miniaturizado de tal modo, que para la edad que tendré entonces podré teclear con la dentadura postiza y escanear con las gafas de culo de vaso.

A Matt quiero decirle que he visto su blog ¡está muy bien que no transportes gratis a Sanfran! Pero que tengas cuidado y no te dejes abrumar por tonterias, que estés con los ojos bien abiertos que eso es como estar en el cine ¡pero dentro de la pantalla! Yo más o menos con tu edad me fuí en autostop a Paris en una época en la que la caspa franquista nos tenía sepultados a todos. Era como bucear en esa polvareda gris que lo asfisiaba a uno y no le dejaba ver nada. Y yo que vivía de vender, clandestinamente, dibujos en un puente del Sena, siempre estaba acojonado, pensando que al día siguiente no tendría para el cartón de leche, la baguette y el camembert que era mi dieta exclusiva. Cuando crucé de vuelta la frontera y me iba sumergiendo de nuevo en aquel oceano de caspa, lo comprendí todo ¡mira que soy gilipollas! estar angustiado por tonterías habiendo estado en un lugar paradisiaco, en vez de estar con los cinco sentidos puestos en que no se me escapara ni un detalle. Y desde entonces lo que vivo lo vivo a conciencia.

Anónimo dijo...

¡muchas gracias Tomás! estoy emocionado la verdad! siento haber llegado un poco tarde pero es que uno es de lo mas informal.
yo también he estado en sitios fantasticos y no he sabido disfrutarlos por bobo.A mi me cuesta un poco mas vivir a conciencia como dices, por eso me encanta conocer gente como tú y como ana que me recuerde como estar en un lugar y da igual de qué parte del mundo estemos hablando. se aprende con vosotros y contagiáis cosas buenas!