Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

martes, 6 de agosto de 2019

El número del género.


EL TERCER SEXO.

Los sexos son la gran dicotomía de los seres vivos. Si exceptuamos las bacterias, que no tienen sexo.

Verdaderamente sería impropio hablar de dicotomía en materia sexual, sino más bien de tricotomía, porque más bien parece que hay tres sexos. O dos más uno: masculino, femenino y los dos o ninguno de los dos.

Para ese tercer sexo hay una palabra, hermafrodita. 

Pero se ignora y se han inventado otras recientemente, como bisexual o transexual que no acaban de tener una implantación universal carente de prejuicios.

Pero el caso es que domina el dos sobre el tres y el tres no es más que dos más uno.

Aún no he dicho nada del uno.

El uno es la unidad, la unión. El efecto de la unión.

La expresión del gran paradigma humano es la igualdad. O sea que los humanos somos uno esencialmente. Aunque nos repartamos en dos sexos. O en tres, como he dicho.

¿Y los géneros?

Los géneros son la versión gramatical de los sexos.

Hay dos principales, masculino y femenino y uno críptico.

Que en otros idiomas está muy claro, mientras que en el nuestro está muy oscuro, el neutro.

"El", "la". "lo".

Pero, claro, el lo, el neutro, apenas se usa...

¡Pues no! se usa mucho, aunque cada vez menos, como efecto del énfasis en la reivindicación femenina. Sobre todo en boca de los políticos que siempre dicen: "ellos" y "ellas".

¿Porque tienen mayor sensibilidad a la injusticia que pesa sobre las mujeres?

Me temo que no.

Lo que les pasa es que no quieren pecar de "incorrección política".

¿Por un prurito de corrección?

Otra vez me temo que no. que más bien es por miedo a perder clientela...¡mal pesado que es uno!

Entonces ¿qué pasa con el neutro?

Pues que en la lengua española el neutro viene a ser el "género no marcado" que tiene la misma forma que el masculino. Por ejemplo si se dice "los niños de la clase" se está designando a niños y a niñas. Y si se quiere marcar que hay niñas pues hay que recurrir al género femenino, que es un género marcado.

Bien mirado la dificultad está en marcar inequívocamente con un género al masculino. Porque el género masculino y el género no marcado son idénticos.

Aún es peor si cabe marcar con un género al "tercer" sexo, porque, que yo sepa, ese género marcado no existe.

Ahí hay un batiburrillo impresionante. Porque se supone que cualquier hijo de vecino o es hombre o es mujer ¡uno de los dos! Y no hay dos ¡hay tres!

De modo que hay varones que no son tales, sino hermafroditas y dejan de ser varones para ser hembras y siguen sin ser lo que son ¡ni hombres ni mujeres! Luego lo suyo sería que tomara carácter de naturaleza ¡y de naturalidad!

Pero es muy difícil Entre otras cosa porque no hay una palabra reconocida universalmente que los designen, porque hermatrodita apenas si tiene aceptación.

Hay que recurrir a circunloquios y palabros.

Y lo peor de todo es que una parte importante de la población viene sufriendo por una discriminación que además de injusta es cruel.





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