NEGRO, NEGRO ¡NEGRÍSIMO!
Se dice en mi Huelva natal de algo extremadamente negro que es más negro que los cojones de un burro.
No niego que es una expresión muy ordinaria. Pero es que con esa salida de tono se refuerza la expresión de tan desmesurada negrura. Es decir, que de algún modo se dramatiza la expresión de una negrura tan dramática.
Que pueda ser tan inoportuna en modo alguno disminuye la exactitud del aserto. Porque los huevos de los burros son verdaderamente muy negros. Da igual que el burro sea blando, peludo y suave, porque todos los que he visto, tengan el pelaje que tengan, tienen los huevos negrísimos. Por lo que me extraña que Juan Ramón, siendo un observador tan fino, pasara por alto tan sobresaliente rasgo.
Ahora ya es difícil comprobar la exactitud del refrán, pero antiguamente era más fácil. Yo lo pude constatar precisamente en Moguer cuando fui de niño con mi padre en un viaje inolvidable. Nunca he visto un campo como aquel, tan luminoso y aromático.
Como por Moguer no pasa el tren fuimos hasta San Juan del Puerto y allí nos esperaban con burros para llevar a los niños. Uno era yo y el otro había ido con su padre a San Juan a recibirnos montado en un burro. Y a la vuelta también volví montado en un pollino. Y tuve ocasión más que suficiente para comprobar la negrura de las gónadas de aquellos burros.
Me diréis: ¿A que viene tanta insistencia con la negrura extrema?
Ello es debido a que estos días atrás y en relación con la elección del nuevo Papa sacaron una fumata negra ¡negrísima! ¡Qué exageración! Era tinta china gaseosa. Como si fuera obra de una gigantesca sepia aérea que sumiera el aire en la más retinta oscuridad.
Cuando sacaron la fumata blanca no era tan blanca como negra la negra. Pero era tan abundante que salía a borbotones ese gas lechoso.
¡Qué exageración!
Y es que se pusieron los químicos a enmendar la plana a la historia en ese modo de comunicar. Que es más propio de los siux que de la curia romana. Me parece.
1 comentario:
Pues felicidades por tu aclaración.
Ese era un dicho muy familiar en mi casa, más negro que el cordobán, y siempre pensé que esa palabra era una confusión. Ahora me lo has aclarado.
Mi abuelo materno provenía del sur aunque era vasco, así que seguramente de ahí el uso de ese dicho.
Gracias otra vez.
Publicar un comentario