LA FORMIQUETA.
Yo he vivido en Barcelona todo un
curso escolar 1963-4, creo. Es decir, casi un año. Fue una experiencia
inolvidable durante mucho tiempo. Hoy el recuerdo está más atenuado, pero está
lleno de afecto.
Barcelona en aquella época era
más brillante que Madrid, por lo menos en lo referido a las bellas artes, que
era lo que más me interesaba. Al día de hoy Barcelona no ha perdido cota pero
Madrid la ha ganado y no aprecio ya esa ventaja.
Como vivía allí, digamos,
provisionalmente ciertos rigores no me calaban. Por lo general todo el mundo
hablaba catalán y me parecía la cosa más natural del mundo. Ya finalizando el
curso, en una ocasión en que hacía autostop me recogió un profesor mío, muy
cariñoso, que contrastaba con su seriedad en clase. Me preguntó que qué tal me
había sentido y que si pensaba quedarme a vivir en Barcelona y me animaba a
hacerlo y a aprender catalán. Notaba que era una amable invitación. Y aunque ya
tenía decidido emigrar de mi Huelva natal
prefería hacerlo a un lugar más "ingrávido", a Madrid que me
parece que es el destino perfecto para un emigrante.
Aprendí muchas cosas. Aprendí a
hacer salsa "rumesco" que se hace con 7 almendras, 7 avellanas, ajo y
tomates pochados, ñoras, pan frito, aceite, sal y pelín de vinagre. No puse
interés en aprender catalán porque no me pareció necesario. Porque cuando me
hablan en catalán lo entiendo perfectamente y si hablo en español me entienden
porque son bilingües ¿Qué habría hecho de vivir allí? Pues no lo sé, yo es que Madrid
no lo cambio.
Pero tenía una compañera de clase
que le llamaban "la Formiqueta", la hormiguita ¡que ni idea que habrá
sido de ella! Espero que esté disfrutando de una vida feliz y, por si acaso,
desde aquí le mando muchos besos. Guapita, no guapísima, tampoco era pequeña,
en contra de lo que el mote indica, calladita, discreta y muy agradable. Me
llamó la atención que no hablara catalán.
¿No sabes hablar catalán?
Sí que sé.
¿Y por qué no lo hablas?
Porque temo hablarlo mal.
¿Pero dónde has nacido?
Aquí, es que mis padres son
andaluces.
Sus padres serían andaluces, pero
ella no. Y parece que el haber nacido allí no era razón suficiente para
integrarse completamente ¡En su propia tierra de nacimiento!
Conozco a otras personas en
análoga situación son más papistas que el papa, más catalanistas que los de
la seba, verdaderos fanáticos del catalanismo. Dolientes y lacerados que echan
fuego por sus fauces contra el centralismo opresor. No hace falta que me
esfuerce, conoceréis algunos.
¿De qué tanto furor patriótico?
Voy a pensar mal: Notarán que en esa "nación" viven ciudadanos de
primera y de segunda, opresores y oprimidos. Y ellos se ven de segunda y
quieren ser de primera. Quieren desoprimirse oprimiendo.
A lo mejor no es así ¡Pero lo
parece!
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