CAMPAMENTO DE VERANO.
Ya ha finalizado la primera parte
del campamento de este verano de mis nietos Nico y Jorge (de 7 y 5 años
respectivamente) en casa, en Fuencarral.
Aquí están como en el campo. Fuera
del casco urbano, pero con patio, jardín y huerto y casi sin ninguna relación
con las casas de los vecinos. Es como una isla en mitad del Pacífico, o como un
oasis en mitad del desierto. Tan solo salíamos a comprar el pan, cada uno con
su sombrero, para resguardarnos algo de ese solazo de justicia. Y, claro, al
final de la jornada, nos íbamos en coche al Metro para que lo lleven a la clase de
natación.
Este campamento carece de
cualquier ventaja urbana, no tiene más cines que el ocasional cine de verano, ni
teatro, ni exposiciones ¡todo en él es rústico! pero muy estimulante. Nunca hay
un plan. Tan solo un pie forzado: La lectura. Primero leímos "El pequeño
vampiro" que es una excelente novela. Y cuando se acabó empezamos "Alicia
en el país de las maravillas", que también dio tiempo a terminar. No así
"Alicia en el país del espejo" que la leeremos en la segunda parte
del campamento de verano allá a mediados de Agosto.
Menos mal que cuando inventan
algo no desaparece lo anterior: con la fotografía no desapareció el dibujo, ni
con el vídeo la fotografía, ni con el cine el teatro, ni con la tele la radio,
ni con todos los nuevos medios desapareció la lectura. Si por ellos fuera
pondríamos "Clan" todo el rato. Pero la tele ni la encendemos. Y tras
cada capítulo leído les pregunto que si seguimos con otro, y siempre dicen que
sí. Pero no abuso, y como yo también me canso de tanto "teatro leído"
lo dejo a tiempo.
Y ¿qué hacemos? Pues de todo,
regar todos los días. Un día dibujan al estilo de Kelly, otro escriben en
chino, otro fabricamos un pequeño emparrado para desenmarañar una parra medio
salvaje enredada en un cajón de leña.
Otro día cazamos avispas durante
la comida. A tal efecto ponemos un poco de comida en la mesa y cuando una está
comiendo la atrapamos con el vaso. Ellos han perfeccionado el invento, porque
pusieron la carnada dentro del vaso y cuando entró una taparon con un cojín.
Otro día nos dedicamos a
"identificar cables". Se trataba de identificar los cables que había
enterrado para el riego automático poniendo una bombilla en el extremo exterior
de un cable y los extremos interiores de casa los vamos enchufando a la red.
Cuando se encendía la bombilla el cable quedaba identificado. También tuvimos
que buscar el extremo de uno que estaba enterrado y totalmente perdido. Lo
encontramos empleando el principio de Ariadna que todo cable y toda cuerda
lleva implícito.
También hicieron carreras de
caracoles. Pintándole un número en la concha a cada uno de los corredores.
Otra actividad consiste en
bañarse en la pisci, aunque a veces estaban tan enfrascados que pasaban de
baño.
En una de las jornadas volvieron
con sus padres después de la clase de natación e hicimos un cine de verano.
Ponemos una pantalla artesanal de tela de foscurit que tenemos de tres metros
de alto y cuatro y medio de ancho y con un proyector pasamos la peli. Pusimos
"El viaje de Chihiro" en la que, como sabéis los que la hayáis visto,
sale casi al final Haku que es un dragón blanco. Pues bien, cuando terminó la
peli apareció por allí un joven y delgado gato blanco, que no es nuestro pero
se nos acopla ¡que parecía el dragón que se hubiera escapado de la película! Y
desde entonces los niños le llaman Haku.
2 comentarios:
¡Qué buena foto! :-)
¡Muchas gracias Ani!
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