Los pasajeros pagan para que los lleven y la compañía ferroviaria cobra por llevarlos.
No están los viajeros para suministrar fondos a la compañía y de paso darse un viaje.
Ni es un derecho de la compañía sacarles dinero a como de lugar.
Los importantes son los viajeros y la compañía está para servirles.
Pero la compañía es grande y fuerte y cada viajero pequeño y débil.
Pero la compañía no funciona por sí misma sino que necesita un líder que haga suyo el poder de esta y la conduzca. Y no es raro que abuse de los viajeros y de sus propios empleados.
¿Y si los viajeros se unen para hacer frente a la compañía?
Necesitarán un líder que los represente y acumule en sus manos una fuerza comparable a la del líder de la compañía.
Con lo que tenemos dos líderes, con parecidas "necesidades" y costumbres.
Dos colegas que se comprenden y que se ponen de acuerdo para aprovecharse de los trenes baratos.
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