Este post, nº 104 del Salterio, se lo dedico a Ana y a Rafa para que lo vean desde NYC, a ver qué pinta tiene desde allí. LLAMAR LAS COSAS POR SU EUFEMISMO.
A muchas cosas se les llama por su nombre. Pero no a todas, ni muchísimo menos.
Y no sólo se nombra con eufemismos lo que nombrado con más propiedad resultaría grosero. Como decir puta. Y se dice prostituta. A mi me hace gracia prostiputa.
Pero hay cosas que no tendrían que molestar, como decir que las artes plásticas son en realidad artes decorativas.
Ergo el nombre de la cosa es “elemento decorativo” y el eufemismo OBRA DE ARTE.
Desde hace tiempo se viene “desmitificando el arte”. Pero tal desmitificación es simplemente temática, porque esencialmente perdura. La mierda enlatada de Piero Manzini no ha venido a desmitificar la obra de los artista. Sino a mitificar la mierda, si es de artista.
¿Para qué coño sirven los cuadros, las esculturas, los dibujos, los grabados y las fotos si no es para decorar? Y ¿qué coño es una instalación si no es una decoración? De casa, de teatro, de escaparate, de sala de exposición de palacio o de museo ¡Es que se sublima todo lo que se quiere sublimar!
Hay que reconocer que esas cosas, cuadros, esculturas etc.,también sirven para otros propósitos. Como fardar:
Como artista, como “creador”, como un dios minúsculo.
O bien como coleccionista: Acopiador de milagros divinos y devoto de reconocido prestigio.
O también como comisario, seleccionador y apacentador de diocesillos y propiciando milagros. Aunque tienden los comisarios a producir los milagros ellos mismos, valiéndose de la cooperación de los artistas.
Y también sirven para pillar pasta.
Pero los cuadros y todas esas cosas que he nombrado, cuando estás desplegados sirven para decorar. Y tienen, de ser buenos, un valor decorativo Q T K GAS. Como ninguna otra cosa. Por lo que son cosas decorativas.
Me pregunto: ¿por qué estará tan mal visto decorar? O ¿por qué sabe a tan poco?
Si las decoraciones están muy bien. Ayudan a vivir. Es como la ropa de los sitios. Con la ropa se viste uno, con la decoración sus circunstancias…que diría Ortega.
Lo que parece un problema es la pasta que valen esos elementos decorativos que son las obras de arte ¿Por qué se les atribuye tanto valor? Seguramente porque el valor inefable si no se traduce a pasta contable, parece que no es tal.
El caso es que cosas de gran valor etéreo carecen de valor contable y otras que no valen nada cuestan un huevo de la cara si el que tiene el poder omnímodo de atribuir valor a las cosas se lo atribuye. Porque el valor de las cosas no es una cualidad, sino un atributo.
¡Así es la vida!
2 comentarios:
¡Muchas gracias or la dedicatoria!
Lástima no haber visto esta entrada en NY..... pero casualidades de la vida, hemos visto en NY (puede que mientras escribías tu entrada) una exposición genial de Manzoni en la galería Gagosian, en Chelsea. ¡Y tenían la mierda de artista! :-)
Yo creo que es una tontería lo de que el arte valga tanto y creo que con eso en lugar de darle prestigio se lo quita. La gente normalmente ve un cuadro de Yves Klein, y le parece un timo porque no entiende que pintar un lienzo de azul ultramar valga luego tanta pasta. Pues en parte tienen razón, y el timo que ven en él les impide ver que es emocionante, porque un espacio con y sin ese cuadro puede pasar de ser una KK a ser genial.
Luego también pasa al contrario y hay quien dice que le gusta un cuadro solo porque vale una pasta y se quiere hacer el interesante, y le parecen fatal todos los grafitis de la calle cuando muchos son obras de arte.
Yo creo que hay que hacer menos caso a la pasta, y mirar y reflexionar más para sacarle jugo a la vida...
¡Q envidia! estar en NY viendo, o no a Manzoni.
Eso de los precios y la originalidad en el arte es un asunto muy importante q, además, está muy descuidado, mal entendido y pervertido.
El arte es monopolio de la oligarquía y nadie lo cuestiona y todos contribuimos, por acción o por omisión, a mantener esa situación.
Creo q está muy bien q la mantenga quien saque beneficio de ello. Pero si saca perjuicio es bastante ridículo.
Me parece es que lo suyo es que uno se ilustre y vea si puede comprar algo interesante a precio razonable, o vea el modo de hacerlo uno mismo.
A tal fin se documenta uno y se pone manos a la obra. Hay q pasar al plano de las artes plásticas lo q es común en otros planos, como el de la ropa y el de la cocina.
Existen libros de patrones. Se compra el libro, la tela ¡y a coser y a cantar!
Existen libros de cocina. P.e. el de la Marquesa del Perebere o el Simone Ortega. Se buscan las recetas. Se va a la compra. Y luego a cocinar.
Y si por el camino se le ocurre a uno inventar algo, pues lo inventa.
¿Es q si uno hace salsa mayonesa, la mayonesa q hace en una falsificación? ¡Venga ya hombre! es tan auténtica como la que en su día hiciera el q la inventara en Mahón.
Y la ropa igual y los cuadros lo mismo ¡Viva la libertad de creación!
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