Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

domingo, 4 de noviembre de 2007

Se que hoy me meto en un jardín.

Este post, que se inicia con este dibujo del Salterio, se lo dedico a mi amiga Carmen por obligación y sobre todo por devoción.





IGUALDAD DE GÉNERO.



Parece obligado que para lograr una igualdad hubiera que pasar necersariamente por una desigualdad de distinto signo, algo parecido a lo que dicen los comunistas-marxistas-leninistas: “para lograr la democracia hay que pasar por la dictadura del proletariado”. Pues yo no lo veo así, para lograr la democracia se busca directamente, sin hacer transbordo en ningún sitio y para lograr la igualdad de género se evitan todas las diferencias que sean posibles, y las léxicas las primeras, porque son, si se quiere, muy posibles.

Continuamente pasa que con la mejor intención se hace justo lo contrario de lo deseado, por ejemplo: tengo una amiga de la que se dice que es GERENTA, será gerente. Su predecesor era gerente, no gerento. Supongo que ese tic es debido al ansia, justa –por supuesto- de igualdad entre los géneros. Es decir igualdad entre mujeres y hombres, frase sincopada que más completa sería: “igualdad de derechos, obligaciones y de trato entre mujeres y hombres”.

No es que tengamos que ser iguales, pertenecientes a un único sexo, con idénticos atributos sexuales externos e internos para todo el mundo ¡no se trata de eso! Sino Igualdad de trato, de derechos ¡y denominación de la profesión ejercida! que es reflejo de esa igualdad, siempre que sea posible y oportuno. Como hombres y mujeres ejercemos del mismo modo cualquier profesión, es inoportuno indicar con el nombre de tal profesión si quien la ejerce es hombre o mujer. Todo lo más con el artículo: la gerente, el gerente.

Existe otra estrategia, la de “feminizar” el nombre de la profesión cuando quien la desempeña es una mujer, para que se note a la legua el mérito de tal mujer, y de que hay muchas mujeres con méritos para desempeñar un trabajo importante como el de jefe, gobernador o presidente ¡No hay que decir jefa, ni gobernadora, ni presidenta, por lo menos hasta que se diga jefo, gobernadoro y presidento! La estrategia de designar femeninamente a las profesiones tiene sus partidarios, entre los que no me encuadro. Soy partidario de la igualdad literal ya, aquí y ahora.

Porque igual es lo que es igual, no lo que es distinto. La igualdad no se establece, se restablece. Puesto que en lo profesional no hay diferencia entre hombres y mujeres, no hay que andar alertando con denominaciones discriminadoras. De modo que si hay una palabra ambigua, como es gerente, decir gerenta es establecer desigualdad donde había igualdad. O sea, es ir en contra del deseo inicial ¿o no?

Hay muchas palabras que se adecuan al fin perseguido, como pianista, ebanista, modelo, policía, agente, concejal, edil, alcalde, ¿por qué alcaldesa? Alcaldesa era la mujer del alcalde, que no era alcalde, si se dice alcaldesa el correspondiente masculino será alcaldo o alcaldeso. Tampoco habría que decir tenienta, porque no se dice teniento, está bien teniente para chica y chico, y comandante, y coronel, y general. O electricista, o modista. (Respecto a este concepto hay un palabro antiguo: modisto, por aquello de desmarcarse de una presunción de afeminamiento). En la prensa se dice ahora jueza, horrible palabra ¡que nos están pegando a todos! si se aplica la sencilla regla, como no se dice juezo, es mejor decir juez a mujeres y hombres con tal profesión. Y menos mal que aún se dice fiscal, tanto si es hombre como si es mujer, será porque fiscala suena de pena, a mi jueza me suena parecido. Hay otras muchas palabras aplicables indistintamente a hombres y mujeres como estudiante, docente, caminante, paseante.

Pienso que el igualitarismo en este terreno consiste en utilizar las palabras que ya existan para designar a profesionales de ambos géneros. Ya hay muchas, antes dije unas pocas y hay muchas más como artista, novelista, socialista, comunista, facha, oficinista o carterista, tan sólo hay que usarlas. Pero habiendo una palabra como poeta que termina en a se dice poetisa ¿Por qué a los vates no se les llama poetisos o poetos?

No creo que sea oportuno “feminizar” los nombres de profesión que sean neutros, sino neutralizar los que indiquen género inventando palabros igualitaristas. Pongo algunos ejemplos: ARQUITECTISTA, APAREJISTA, INGENIERISTA, FOTOGRAFISTA, PINTARISTA, ESCULPISTA, ESCRITISTA, MUSIQUISTA, BARRENDERISTA, BASURISTA o TENDISTA en vez de tendero y tendera

Diréis…es que no se pueden inventar palabras… ¡hombre!, ¿es que no se están inventado palabrajas todos los días que están arrinconado el léxico prudente? Hay que inventarlas, pero bien. De modo que os invito, aparte de discutir el tema, a proponer palabras que configuren un léxico integrador, justo y que no provoque que nos llevemos las tías y los tíos como los perros y los gatos. ¡Llevémoslos como se llevan las ovejas con sus parejas! ¡Joder!

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Parece que los lectores de este blog lo tienen muy claro...fíjate, Saltes, que creías que te metías en un jardín, y nada de nada. Ni una reacción. A tus lectores habituales les resulta natural tu reflexión...lo cual, en mi opinión, no significa que no haya gente que discreparía, sino que no existe una blogesfera sino muchas aisladas (porque hay cada uno por ahí, pero claro, no paran mucho por este sitio)

Besos

Saltes dijo...

¡Es verdad Isa! Yo miro acojonado a ver si hay comentarios esperando y temiendo que me caigan chuzos de punta, pero de momento nada...

Besos

Anónimo dijo...

ARQUITECTO.
A mi me gusta así porque tiene todas las vocales, por cierto que tengo que ir a recoger el título esta semana, ya os diré qué pone...

Pero al tema: el inventeo de palabras.

Lo primero, es que algunas de las palabras que dices que ya son "neutras" (es decir, que son un poco rollo) algunas no lo son, porque policía sería femenino, y si nos ponemos a neutralizar habría que decir POLICISTE, a los modelos, MODELES, a los bibliotecarios, BIBLIOTEQUISTES o BIBLIOTEQUERES, pero estos son unos palabros (masculinización de palabra que la adjetiviza negativamente) muy feos así que como hoy no estoy muy inventiva, voy a recurrir al cheli:

Electricistas=chispas
Fontaneros=aguas
Policías=maderos
Abogados=picapleitos
Médicos=matasanos

¿Arquitectos?= maestres, claro… almadedios….

Anónimo dijo...

Isa, yo creo que la gente sí se pasea por este sitio, porque lo gracioso es que se forman los debates propuestos en este blog cuando te encuentras físicamente con las personas (y debería decir también "los personos").
En cuanto al tema propuesto, no puedo entrar en polémica, porque estoy totalmente de acuerdo.
Yo también creo que la igualdad debería ser con nombres de profesiones neutros, puesto que da igual para desarrollar una profesión que se sea macho o hembra. O si no, por lo menos jugarnoslo a ver quien cambia el nombre. Porque pase lo de terminar con "a" las profesiones que terminan en "o" y solían ser de hombre, pero las que no terminan en nada definitorio... Eso, ¿por qué no juezo? Y ¿por qué el policía no es policío? Y lo peores lo de poetisa, que ya teníamos poetA.
Lo que pasa es que estoy con Anais que los nombres neutros que propones, aunque son lógicos son muy largos... Yo propondría que los que no acaben en "a" ni en "o" se dejen igual (que son un montón) y los demás, que se terminen en "e" o en "i", como en italiano, que queda bonito. Y así tendríamos ingenieri, bomberi o cocineri.

Saltes dijo...

Ana, me encanta tu propuesta, pero la terminación en i del italiano indica plural, por lo que me gusta aún más sin la i y terminando en consonante que es menos sexista con lo que resultaria arquiter,ingenier, bomber, cociner y las propuestas chelis de Anaïs: chisper, agüer, mader, picapleit, matasaner...

Besos

Anónimo dijo...

Pues yo cambio mi popuesta.
Venía reflexionando sobre este tema en el metro (fijate Saltés como nos calan tus entradas...) y es que cada vez que sale el tema, no sabía qué decir, si soy arquitecto o arquitecta. Me daba un poco igual. Pero ya lo he decidido, y soy arquitecto porque ya sean terminados en "a" o en "o" o en cualquier otra letra, las profesiones en castellano entiendo que son neutras, como en inglés. Otra solución sería que, como en alemán, todas las profesiones tengan terminación femenina o masculina como los adjetivos, pero en ese caso tendría que haber: policíos, artistos, electricistos, dentistos, violisnistos, deportistos... Y si no se hace la diferencia nada más que en algunas profesiones, y solo para el género femenino me parece una desigualdad.
Así que, por mí o se quedan las cosas como están, asumiendo que la profesión no tiene nada que ver con el género, o se cambian los nombres de todas las profesiones, y que haya de todo en femenino y masculino.

Anónimo dijo...

las palabras que hemos usado siempre son las que mejor suenan en mi opinión. La moda de feminizar, pues tampoco está mal, en la mayoria de los casos no chirría mucho. sin embargo mi lengua se ha trabado con algunas de las neutralizaciones que propones. Yo no me atrevo a proponer nada (cobarde) en todo caso me gustan las de anais.
de todas formas, esta discusión a cerca de la igualdad de genero en el lenguaje no me interesa mucho, parece buscar tres pies al gato y hay que andar con tanto cuidado que al final caes en el absurdo. pienso que se debería resolver antes en esferas mas peliagudas...no se.

Saltes dijo...

Ana, me encantan tus reflexiones y estoy con Edu en que lo peor de todo es el chirriar. Y si mis "propuestas" chirrían no valen, pero es que no son propuestas son cosas para echar el rato. El chirriar es lo que me molesta, que chirrien las palabras: la presidenta (que es palabra aceptable porque no chirría)Esperanza Aguirre ha sotado una perla que chirría cantidubi al declararse LIDERESA.

Anónimo dijo...

Me apunto a lo de inventar palabras, pero antes algún comentario.

1)
GENERO natural= Categoría gramatical fundada en la distinción natural de los sexos.

GENERO gramatical = Categoría fundada en una distinción puramente convencional.

2)
Los nombres terminados en -o- cambian la -o- en -a-, para formar el femenino ( ejemplo: chico - chica )
Los que terminan por consonante forman su femenino añadiendo una -a- ( ejemplo: señor - señora ).

Dicho lo cual opino, que es totalmente lícito, lógico y natural, utilizar la distinción de sexo, para los sustantivos.
Contrariamente al comentario central de este debate se debería decir: " el juez " " la jueza ", tal y como se dice y distingue para: " el cocinero " " la cocinera ".
Y aunque suene mal o nos parezca raro, si la regla gramatical es -o- en -a-, para la formación del femenino, deberíamos decir: " el médico " " la médica " / " el marido " " la marida " / "el fiscal " " la fiscala "... porque la regla gramatical es así.
Todo ello, a pesar de Lázaro Carreter, en cuanto a: " fiscala " y " jueza " ; en cambio, estoy de acuerdo con él en que sería mucho más correcto y elegante que se distinguieran por el sustantivo " azafate" (*), tanto "la azafate" como "el azafate", en lugar de " la azafata" y " el azafato".

(*)Azafate = bandeja ( siglo XV), voz heredera del árabe "safat" ( cestillo donde las mujeres colocaban objetos variados, entre ellos, los de tocador ).

(*)Azafata = voz antigua de la aviación comercial, en donde se requería que, entre la tripulación, hubiera personas encargadas de atender y servir a los pasajeros durante el viaje.
El machismo, en este sector industrial, llevó a que los servidores o "atendedores" de la tripulación, fueran mujeres = amas de casa= cuidadoras,...ect...
Por este motivo, estoy totalmente de acuerdo con el masculino " AZAFATO", que suena como a insulto, hasta que la horrorosa palabra o designación de este oficio(?), se cambie por la de "azafate".......
" el azafate " " la azafate ".

Así pués, como palabra nueva propongo " AZAFATE ".

Anónimo dijo...

Ok, anónimo anterior, ok... Así que me aguanto con mi título de ARQUITECTA que ya he ido a recoger... puesveníayoconuncabreo....

Saltes dijo...

Q+da Anaïs, eres sobre todo un encanto y un talento.