Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

martes, 9 de junio de 2020

Vivir peligrosamente.



APRENDICES DE BRUJO. 

Me hacía eco, como me hago ahora, de premios nobel del ramo de la biología que pensaban que el COVID 19 es artificial. Y mi amigo Agustín decía que no basta con ser premio nobel, que hay que 
probarlo.

Lleva razón, no obstante a la vista de lo divulgado en estos meses de terrible crisis epidemiológica se sabe, no sé cómo, que los científicos se las pueden ingeniar para cortar cadenas de RNA, suprimir trozos y añadir otros con el sano propósito de fabricar vacunas.

Y también se sabe que el COVID 19 es un trozo de cadena de RNA con una envoltura proteínica, que tampoco me lo explico muy bien, con una incontenible voluntad de vivir y multiplicarse. De modo que si consigue meterse en las vías respiratorias de alguien a través de su tejido mucoso se pone a replicarse como loco invadiéndolo completamente y de ahí a propagarse a otros individuos, corriendo las víctimas diversas suertes. Desde no notarlo apenas hasta terminar con su vida...

El caso es que los virus no tienen patas ni alas por lo que no pueden ir en pos de sus víctimas...

Pero no necesitan alas ni patas porque cuentan con la inestimable cooperación de sus víctimas que hablan, gritan, cantan, tosen y estornudan y con ello esparcen su saliva emponzoñada y en poco tiempo se propagan por todo el mundo valiéndose de las piernas de sus víctimas, de las alas de los aviones que transportan en poco más de un día a las antípodas, y si es más cerca llegan antes.

Lo que más favorece la propagación de los virus son las multitudes. Y como a sus víctimas lo que más les gusta son precisamente las multitudes diríamos que se junta el hambre con las ganas de comer.

Porque las mejores urbes son las multitudinarias, los mejores negocios florecen en las multitudes con multitud de currantes y multitud de clientes, los mejores espectáculos son los multitudinarios...

Y cuando se forma una de estas hay que fabricar vacunas ¡a todo gas!

Y como se fabrican manipulando cadenas de RNA y produciendo engendros ultramicroscópicos que puede que sean inofensivos ¡o no! que las cadenitas de RNA las carga el diablo y si algún negligente les dé alas ¡pues ya la tenemos! como me contaba una compañera mía, de un instituto, que antes trabajaba en un laboratorio, que tuvo que dejarlo presa del terror porque a veces se volcaba en la mesa o en el suelo una probeta de un líquido de apariencia inocente pero lleno de diabólicas criaturas...¿Y qué hacían? Pues qué iba a hacer ¡tirar de bayeta y de fregona! Y como además la mujer era muy miope vio, paradójicamente, que su vida corría peligro.

Visto lo visto, asegurar en esto la supervivencia de la especie pasaría por cambiarle el rollo a la gramola.

Pero no nos engañemos...

¡No se le va a cambiar!

Porque nuestros líderes sociales y económicos tienen muy claro cuál es su norte:

¡Forrarse a todo trapo!

¿Y el común de los mortales?

No privarse de ningún capricho ¡hombre!



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