Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

viernes, 12 de julio de 2019

¡Lo suyo!



LA CALÓ.

Me watsaappea mi querida sobrina Mónica desde Huelva, mi tierra natal:

(Con la venia):

              Tío. No paro de acordarme de tí!!!!
              Hace mucho caló y a mí me encanta!!!!
              En verano, como tú dices, es ....lo que tiene que pasá.

Me encanta la caló.

No tengo más que decir que en este tiempo soy feliz.

A mí lo que me mata es la oscuridad y el frío.

Noviembre y diciembre los borraba.

Los tres años más felices de mi vida fueron los que viví en Puerto Rico.

Verano permanente todo el año.

En noviembre, en diciembre, en enero y en febrero. Por mí, en ese plan el año puede tener catorce meses si quieren.

Supongo que gravite sobre mí el ancestro reptiliano. Antepasados y descendientes a los que el calor les vivifica.

Aquí, en este paraíso fuencarralero en invierno no se ve un alma. Pero cuando despunta la primavera se aprecia el correteo de las primeras lagartijas ¡que me llena de felicidad!

Y en la noches de verano las salamanquesas deambulan por las paredes y techos exteriores, y por los interiores si las dejáramos. Y por el día se esconden en los rincones más frescos.

En estos tórridos días la tele no hace más que dar la vara con la ola de calor insoportable...

Hace unos años entrevistaron a uno en Sevilla para que manifestara su sentir ante el proverbial calor sofocante, y dijo, más o menos:

¡Pues claro que hace calor! Estamos en verano. Y lo suyo es que haga calor en verano y frío en invierno.

La gente se ha vuelto muy inconformista con lo que necesariamente tiene que ser. Con lo que debe ser.

Por ejemplo: Se gasta la pasta en "cremas antiedad".

¡Pero cómo va a ser eso!

El más eficaz recurso antiedad ¡es palmarla!

¡Y no es plan!

A mí no es que me guste envejecer, la verdad es que me da igual, lo que pasa es que la alternativa me gusta menos. No es que no quiera salir de este valle de lágrimas. Preo prisa...no tengo.

Volviendo al tema, a mí el calor me gusta no por prudente conformismo.

¡Me gusta porque me gusta!

¿Torrarme?

¡No, hombre, no!

Me pongo a la sombra.






1 comentario:

Mónica dijo...

Mi querido tío, debo haber heredado el gen reptiliano porque a mí el calor no me inhibe de realizar cualquier actividad que me propongo, con las debidas precauciones como "coger por la sombra...."

El día te da para mucho con tantas horas de sol. Hoy he salido a pasear por la ría a las seis y media de la mañana, ves amanecer, te vas a trabajar, almuerzas un gazpacho fresquito, te pegas la siesta a las horas del sol justiciero, una duchita y con la fresquita a la calle a tomarte unas cañas con caracoles hasta que llegue la hora de acostarse, tarde.... para aprovechar el frescor nocturno habitado por las salamanquesas, reptiles nocturnos tan simpáticos como las lagartijas.

Y todo esto sin aire acondicionado!!!! cuánta mariconada..... Si aprieta el calor, una ducha si no tienes playa cerca y si el calor te hace difícil dormir, siempre queda el truco de mi compañera Chus, del piso de estudiantes que me contaba que un remedio casero que no he probado aún: toda la familia dormía en colchones que tiraban en el suelo de la cocina con la nevera abierta.

Lo dicho!!!!! A disfrutar de estos largos, luminosos, extrovertidos y calurosos días de Verano.

ME ENCANTA LA CALÓ.