Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

domingo, 10 de marzo de 2019

La era primaveral.



LAS PALMAS DE COCO, LOS LIRIOS Y LOS AGAPANTOS.

Cuando hablan del calentamiento global como amenaza, la verdad, tengo mis dudas.

Hay algunas cosas que me escaman:

Sobre todo el miedo al futuro.

Cuando tenía un alma aún tierna vivía en un país ensombrecido por la dictadura, y la esperanza liberadora estaba en el futuro. Por lo que el futuro adquirió para mí, y para los de mi quinta, un gran prestigio.

Pero ahora a la gente joven el futuro le produce una gran desconfianza. Peor aún, certeza de catástrofe. Y mira como está. Muchos sin perspectiva de trabajo o con un trabajo que no les da para vivir. Virgencita, virgencita que nos quedemos como estamos... ¡Pero si estamos jodidos!

Hoy por hoy se necesita mucha energía para vivir.

Y ¿de dónde se saca?

De la combustión que produce humos y ce o dos ¡que te kagas!

Malo ¡malísimo!

O de los saltos de agua: Que requieren embalses que deja expoliado el paisaje.

O de los modernos molinos de viento ¡que estos sí que son gigantes! que producen contaminación visual.

Entonces ¿qué?

Pues un manantial energético abundante e inagotable...

Y ¿dónde está ese mirlo blanco?

¡En la energía nuclear!

¡Pues peor el remedio que la enfermedad!

Ya, ya, pero puede haber otro remedio...

En el futuro, claro.

Oh no ¡en el futuro no!

Le decía yo a un amigo que cómo es posible que la civilización potente se haya generado en el inhóspito y frío note, con este sur tan cojonudo que tenemos.

Porque en el norte criar una vaca es gratis, llueve mucho, crece la yerba y engordan las vacas. Mientras que aquí, en este secarral hay que sudar de lo lindo para llevarse algo a la boca.

Bueno. Para mí el futuro es lisonjero, lo cual no le quita que sea incierto.

¡Y del frío no me fío!

Porque de los 4.500 millones de años de existencia de este planeta, solo el pico y poco más se ha podido vivir como a nosotros nos gusta. El reto con 40 grados bajo cero como lo más tórrido que se despachaba. Y como esto vaya por ahí ¡apañados estarán! Nosotros no. Calvitos. En cierto modo un consuelo.

El periodo geológico más vivible ha sido sin duda el mesozoico, el de los dinosaurios y los ammonites. Calentito ¡y con mucha lluvia!

De ser así el futuro ¡yo me apunto!

Que Holanda iba a quedar sumergida...¡Pero Siberia será un vergel! Pues tendrán los holandeses que pillar el transiberiano para ir a criar tulipanes a la estepa. Y podrá uno ir a veranear al Mar del Norte, si es que Marbella se inunda permanentemente...O a Madrid que volverá a tener playa. Como la tuvo en el Carbonífero. Playa donde hoy está, más o menos, Miraflores de la Sierra. 

Bueno, que uno de los periodos más felices de mi vida, si no es el que más, fue el de los tres años que viví en Puerto Rico ¡maravilloso!

Allí es verano todo el año. Y se cría la palma de coco. Lo cocoteros que decimos por aquí. Mira que han traído a nuestro país palmas de toda laya: Palmas canarias, guachintonas ¡incluso palmas reales! que son la belleza en forma de palma. Pero palmas de coco no. Aquí no se dan ¡Porque esas palmas son exigentes con el medio ambiente!

A mí el invierno matritense me mata. Por frío y sobre todo por oscuro ¡pero tenemos más de medio año de felicidad! Y ahora estamos en ello.

No hay cocoteros pero hay un desfile vegetal que ya ha empezado. Del que destaco los lirios en primavera y los agapantos en verano.




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