Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

viernes, 17 de julio de 2015

En amor y compaña.

EX-VÉRTICE.

En un ángulo el vértice es un punto singular ¡qué duda cabe! pero es un punto más del ángulo y del plano donde este está dibujado.

¿A qué viene esto? A que en España estaba el vértice de un ángulo que antes abarcaba una buena parte del mundo. Ángulo que cuyos puntos compartían lengua, costumbres y entidad política.

Desde hace dos siglos ya no es tal vértice de una realidad política que ni siquiera existe. Ni volverá a existir jamás. No es que se haya trasladado ese vértice a otro sitio, es que ya no existe.

Pero cuando desaparece una macro realidad política de esa naturaleza quedan rescoldos que tardan mucho en apagarse. Rescoldos que están formados por la trama cultural determinada sobre todo por el idioma, por las costumbres y por el modo de ver la vida.

Caso paradigmático es la cultura romana, cuya lengua, el latín, desapareció casi completamente, pero que originó las lenguas romances, que son las de los países que se formaron por la desmembración de ese mundo. y todavía forman una comunidad con perfiles inconfundibles.

La lengua española y las costumbres correspondientes son las de ese ángulo político ya inexistente y la de un mosaico cultural aún muy vigoroso que ha sobrevivido.

Una tesela de ese mosaico es España. Que, insisto, no es vértice de nada, ni volverá a serlo. Es una pieza más de ese puzle. Que no es mejor que otras, pero que tampoco es peor. Que está tan dentro de ese complejo como cualquier otra. Con sus peculiaridades, como todas.

A ese puzle se le ha llamado de diversas formas que han sido rechazadas, tales como "Cultura Hispánica", "Hispano-América", "Ibero-América". Sustituidas por "Latino-América". Pero, claro, como España no está en América ¡quedamos fuera!

¿Solución?

Curiosamente los enemigos en esto la han dado. Porque los gringos a todos los que somos de países donde se habla español nos llaman "hispanos". Ellos, que son de natural racistas, han dado la solución: "Raza hispana" ¡Pues dabuti! No somos de la raza blanca (ni puta falta). Somos de la raza hispana.


¡Pata negra, hermano!


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