Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

viernes, 28 de marzo de 2014

Subyugados por el poder.

                                                        Dibujo de la época publicado en Triunfo.

ENTRE MUERTOS ANDA EL JUEGO.

No sé qué lío faraónico se traen entre manos, pero esto es muy sospechoso ¡Menudo entierro el de Suarez! Y mira que no lo estuve viendo en la tele todo el rato.

La verdad, la verdad de los hechos es algo a lo que ya me referí en su día: Franco, como era de carne y hueso, llegó un día en el que se le terminó su tiempo vital. Y ¿cómo mantener el régimen? Pues bajo el liderazgo del rey, como estaba previsto, atado y bien atado.

Pero el rey no era Franco. Intentó poner al timón a Arias Navarro, el topoyiyo que anunció en la tele, entre sollozos, que el dictador había fallecido. Pero el apodado "Carnicerito de Málaga" fracasó, porque tampoco era Franco. Y quiso inventarse otra "democracia orgánica" y no coló.

El monarca lo intentó de nuevo. Y en este caso acudió a una vieja guardia con las pilas puestas en su sitio, con cultura política y dispuesta a transar debidamente. Tú me das y yo te doy. Tú me das legitimidad y una vestimenta adecuada para el muñeco y yo te doy poder (dentro de un orden).

La máquina estuvo dispuesta. El taladro a punto. Pero se necesitaba la broca adecuada, para perforar el duro muro. Y aquellos, que debían conocer el percal, recurrieron a Suarez, al chuletón de Ávila ¡Y acertaron!

Una de sus mayores hazañas fue transar con Carrillo la sumisión de la rojería. Porque en aquella época la rojería la manejaba el PCE. El PSOE se estaba autogestando de nuevo y apartando al legítimo PESOE, al exiliado, apodándolo histórico para deslegitimarlo y dejarlo en la cuneta.

Aquella broca se salió con la suya. Pero se recalentó y se quemó ¡Se fundió vaya!

Con el camino expedito. El monarca firmemente entronizado. Y muchas expectativas de poder accesible. Irrumpieron los ambiciosos. Desmontaron la broca y la tiraron a la basura. Porque lo habían colocado allí para hacer el boquete, no para gobernar propiamente.

Y en la basura ha permanecido todos estos años. Hasta que se ha muerto físicamente. Y ahora sí que lo han enterrado a lo grande ¡Menudo cristo en el parlamento! Desfile multicolor. A mí lo que me ha hecho raro es el carro fúnebre. Un poco parecido a un armón militar, pero no exactamente. Tirados por caballos montados por jinetes con uniforme más propio de un concurso hípico. Un poco sucedáneo lució aquello. Y lo que me llegó a acojonar un poco es lo de las salvas ¡aquellos soldados con la culata del fusil en el careto y pegando tiros!

Y luego un segundo acto en la catedral de Ávila. Con gran solemnidad, pero sin reyes. Y entierro en el claustro ¡Qué megalomanía tan pueblerina! y además allí en el suelo ¡Para que lo pise todo el mundo!


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