Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

viernes, 4 de octubre de 2013

El pretérito sublimado.




HISTORIAS DE ESPAÑA.

Hay una historia de España edulcorada y heroica que es la que le meten a los chiquillos en el colegio y otra agria escrita por los enemigos. Y claro, cuando se huye de la primera se cae fácilmente en la segunda. Se huye de la primera porque es tendenciosa, pero es que la segunda también lo es. Hay historias más leales, hechas por historiadores decentes, pero hay que buscarlas afanosamente y con suerte se pueden encontrar.

El caso es que España es un sitio interesantísimo. La Península Ibérica, Portugal y España, es un balcón abierto al Océano Atlántico, el mar exterior, como Grecia antes e Italia después lo fueron para el Mediterráneo, el mar interior. Y desde esos balcones se ha civilizado una buena parte del Mundo.

Y no solo es interesante el papel activo de la Península Ibérica, también el pasivo. La romanización de la Península Ibérica fue un hito que motivó el inicio de una nueva era, la Era Hispánica. El papel de Hispania en el Imperio Romano fue sobresaliente, prueba de ello es que dio algunos emperadores. 

Por otra parte dos civilizaciones, la judía y la musulmana, nombran este país a su gusto: Sefarad y Al Ándalus. Y ambas tienen como timbre de gloria el haber  estado radicadas en la Península Ibérica, Los sefarditas forman una de las dos grandes ramas de la civilización judía y aunque no hay un equivalente en la musulmana nuestro país es el pretérito añorado por ellos.

Me sorprendió mi amiga Manola cuando me dijo, hace ya mucho tiempo, que España fue hasta el XIX un país enorme, como lo es hoy los Estados Unidos. Cuya lengua se hablaba en todo el mundo, todavía se habla en una buena parte, y que todo el mundo seguía, como se hace hoy respecto a los Estados Unidos, sus criterios, sus costumbres y su moda, por ejemplo el sombrero de tres picos tuvo un alcance universal, y era una moda española. Luego esa confederación hispánica se fraccionó, porque ese era el signo de los nuevos tiempos.

El español no fue propiamente un imperio al estilo británico. Fue un estado confederal con monarcas comunes a todos los estados confederados. Hace ya mucho le oí, por la radio o por la tele, al historiador venezolano Pietri que había hecho una historia de su país dividida en tres partes: Precolombina, Colonial e Independiente. Y que al segundo periodo lo había titulado así por seguir la convención al uso y no porque su país hubiera sido nunca colonia de nadie. Lo diría porque su país formaba parte de la  Corona de España con paridad con los demás países confederados, entre ellos la propia España. Es humillante para los países latinoamericanos tener un pasado colonial ¡no sé por qué lo aceptan! Si además no es verdad. No es más que una interpretación de la realidad ¿por qué adoptar la más adversa?

Verdaderamente yo no defiendo ninguna historia oficializada, ni propia ni extraña, porque no me las creo, pero si uno se arrima a una historia verdaderamente profesional se queda admirado. Y no lo digo con orgullo, porque no me siento orgulloso por nada y mucho menos por algo en lo que no tengo ningún mérito. 

Me parieron aquí sin preguntarme siquiera.

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