Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

sábado, 26 de enero de 2013

¡Lo que yo diga!



NIETOS.

Tengo tres nietos. 

Dos de ellos, Nico y Jorge, lo son literalmente. Puesto que son hijos de mi hija Isa. 

Y uno, Alberto, es adoptado, porque es hijo de mi sobrina Elena. 

Habrá quien diga que este último no es mi nieto ¡Pues lo es! 

Lo es porque su madre quiere, su padre también y yo quiero. Ergo es mi nieto. Salvo que él se opusiera, pero hay que esperar para confirmar o revocar el nombramiento porque acaba de cumplir un año. 

Se dirá que eso no es legal ¡pues a buenas horas! con lo de alianzas familiares que hay que no son legales! Ser legal es una manera de ser. Y hay más maneras, de sobra conocidas. 

Hay que reconocer que esta alianza familiar tiene un punto original.

¿Cuál es el fundamento de este parentesco?

Veamos, hay varios planos en las relaciones entre la gente: el genético, que puede ser, o no, legal, el amical y algunos otros.

El plano amical es libérrimo. Los amigos forman una especie de familias que no está ligada por vínculos genéticos, ni legales. Sino por la más estricta voluntad. Y esos vínculos pueden ser más fuertes que los familiares.

Digo más: si los vínculos familiares no son simultáneamente amicales ¡son una verdadera KK! Y hay ejemplos para aburrir.

Dada la circunstancia de que el abuelo materno fetén de este nieto adoptado mío hace mucho que, desgraciadamente, no está entre nosotros ¿Se va a quedar este chico sin abuelo materno? ¡Pues NO! si puedo evitarlo ¡Y PUEDO!

Ergo este niño, pues, tiene dos abuelos como es lo usual ¡y tres abuelas! Para todo lo que se desea de los abuelos: "me voy a casa de mi abuelo", "oye abuelo ¿me compras una piruleta?" o "abuelo ¿me haces un avión?". Lo que le ofrezco es muy bueno, porque hay que reconocer que soy un abuelo muy cojonudo. Con todo salgo ganando, porque es un niño de primera y no da más que satisfacciones.

Habrá quien disienta ¡Pues como si no!

Y hay más. Este nieto mío ha venido a resucitar en cierta medida a su abuelo materno, porque debido a la voluntad de su padre, y para satisfacción de su madre, se llama como el abuelo. Y cuando se le nombra se nombra a los dos. De distinto modo, pero a los dos. Y aunque parezca mentira, este hecho ha producido mucho consuelo.

Diré por último que esto mismo, si se dan las circunstancias, lo puedo hacer más veces.

6 comentarios:

Ana dijo...

¡Yo también me he pedido ser su tía!

saltes dijo...

¡¡¡YA ERES TÍA!!!

Angelarcardona dijo...

Pues ya puedes ir pensando en hacer un nuevo cuento. Tienes tiempo, porque hasta que no tenga tres años no se coscará del valor del regalo.
Por cierto, yo he crecido sin abuelos, sólo tuve abuela paterna y no era muy cariñosa. Mi madre era huérfana y el padre de mi padre murió cuando yo era muy pequeña. Lo digo por si cuela.
Un beso, Ángela

edu dijo...

Felicidades Tomás! los dos salís ganando.

Anónimo dijo...

Ángela, para eso soy joven. Bss

¡Muchas gracias Edu! A ver si nos vemos y nos tomamos una merienda en el Círculo. Un abrazo

saltes dijo...

El anterior no era anónimo, sino mío, Tomás