LOS TRES PODERES.
No es que nuestros antepasados
pertenecieran alguna vez a la cultura Indoeuropea. No. Nosotros pertenecemos AHORA
a esa cultura. Y el que lleve existiendo desde hace al menos 5.000 años no le
resta vigencia. Y la estructura que tuvo en sus inicios es la que
tiene ahora. Más o menos complicada que en cualquier otro momento histórico,
pero es la misma.
¿Cuál es esa estructura?
El trifuncionalismo.
Es decir que hay tres funciones:
Doctrinal, militar y económica.
El marcar la pauta es lo propio
de la primera, e impropio de las otras dos. La hipertrofia de esta función
produce dogmatismo y fanatismo.
En época de guerra hay una
hipertrofia de la función militar.
Y la crisis económica actual es
debida a la hipertrofia de la función económica.
La función doctrinal que es la
más importante, porque determina la conducta social, suele llamar función
religiosa porque ese rasgo es el que ha venido teniendo durante toda la
historia, ya que las doctrinas más eficaces son las que no se discuten, las
dogmáticas, por lo que las creencias fundamentales son dogmáticas,
indiscutibles. Es lo que ha pasado siempre y lo que pasa ahora, por ejemplo, el principio DEMOCRACIA es un dogma indiscutible. La función doctrinal se ocupa de la política en
general. Y además de la cultura, la educación, de la sanidad, y de la
administración de justicia.
La función militar se ocupa
verdaderamente de la "última instancia". Cuando ya no hay otro
recurso para resolver un conflicto se recurre a la fuerza, que se desarrolla en
época de guerra. En la paz la desempeña la policía. Y como su poder es también disuasivo la maquinaria bélica
se alimenta intensamente también en época de paz. A esta función coercitiva se
adscriben los monarcas, en tal sentido tenemos un ejemplo muy próximo.
En la función económica se pueden
distinguir dos sub-funciones: la productiva y la comercial. Y en la actual
coyuntura la pauta de conducta de nuestra sociedad la marca la sub-función
comercial.
Las tres funciones están
interrelacionadas. La primera rige también a las otras dos. La segunda las
defiende y la tercera las hace viables. Pero cuando alguna se hipertrofia
arruina a las otras dos y a la postre a ella misma.
Actualmente está hipertrofiada la
sub-función comercial. Hasta el extremo de que en buena parte de Europa toda la
sociedad tiende a paralizarse porque toda su actividad gira en torno a
proporcionar lucro al estamento comercial, que ha prestado recursos irresponsablemente
a quienes no podían responder de ellos y ahora lo embargan absolutamente,
imponiendo los intereses que les da la gana. Sumiendo a toda la sociedad en la
miseria y en la disfunción. Marcando las pautas de conducta que más le
convienen y poniendo a las otras funciones a operar a su favor: a los
tribunales de la primera función y a los policías de la segunda. Y al propio
estado que englobaría a las tres.
5 comentarios:
Oí a un psicólogo de una Universidad Americana decir que, al menos, quedaban doscientos años para que la gente dejara de creer en Dios, por esto que cuentas de la función doctrinal.
Sobre la función militar nada que decir.
Pero sobre la función económica podemos decir y mucho: desde el trueque hasta la bolsa...En realidad debería ser sencillo, producimos, consumimos, y puede haber un equilibrio en el sistema.
Yo creo que los Estados y sus gobiernos han perdido el control de la economía, y no hay líderes que se atrevan a un intento de control.
Los políticos, hijos de los partidos...un asco.
Interesante columna, Tomás, da que pensar.
La función doctrinal no es necesariamente creer en Dios. Y puede ser, y lo es para mucha gente, NO CREER EN DIOS.
La función doctrinal comprende el código de conducta de una sociedad. Lo q pasa es q se tiende a dogmatizar para q se respete y no se cambie.
En nuestra sociedad la fe en Dios no es universal. Lo es mucho más la fe en la democracia.
Excelente corrección Tomás. Se ve que no he sabido leerte.
Aunque creo que la creencia es ancestral, y sin ese circuito cerebral, seríamos menos fieles.
Yo me he encontrado a mí misma siendo demasiado fiel al partido socialista,aun a sabiendas de que son canallas, pero creo que menos que los otros. Y no, hace tiempo que debería verlos como lo que son y han sido. Pero de pequeña creía en Dios y sin este programa en mi cerebro, probablemente me habría deshecho antes de mi fe en el PSOE.
Otra cosa es qué papeleta meter en la urna, o no votar, cosa que tampoco se "no hacer"
un beso, Ángela
Querido Tomás,
Me alegra que hayas sacado este tema precisamente en el aniversario del encuentro entre Oriente y Occidente a traves de los magos persas. La raíz "mog" en la lengua persia antigua significaba sabio/sabiduría, pero cuando Occidente importó esta palabra a traves del término magia, se reservó para el saber heterodoxo. Nuestra herencia indoeuropea implica que nuestro modo de estar en el mundo es a través de la tríada. El tríangulo entre política, religión y economía que se acopla que permite numerosos intercambios y alianzas. El único gran movimiento que intentó contarrestar esta concepción fue el maniqueísmo (o hay luz pura o hay oscuridad)y a punto estuvo de re-escribir nuestra historia, sino hubiese sido por el denodado esfuerzo de un antiguo auditor-maniqueo de Tagaste convertido al cristianismo, San Agustín y su magnífico texto de retórica arrojadiza, Contra Manicheos.
Supongo Alfred q los maniqueos pecaron de maniqueos. Si en vez de oponer lo bueno a lo malo y viceversa hubieran introducido un tercer elemento, por ejemplo lo regular, a lo mejor hubieran tenido más suerte ¿no?
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