VENUS.
Hay una astronomía muy directa que puede verse a simple vista. Principalmente la componen cuatro astros. Hay otros muchos que también pueden verse a simple vista, pero solo en condiciones ambientales favorables.
El más inmediato de esos cuatro es la Tierra. Dicen que es una bola, pero poca gente la ha visto como tal. Aunque hay muchas imágenes de satélite y es como si la hubiera visto uno.
Otro astro inmediato de día, aunque no de noche, es el Sol. No se puede, o mejor dicho no se debe, mirar directamente porque se achicharraría uno las pupilas, y luego ¡a vender cupones! Pero se puede mirar con un cristal ahumado, o con la parte más negra de una radiografía, y en tal caso se ve un círculo más claro. De ello infiere uno que es una esfera. Pero no hace falta mirar al sol para darse uno cuenta de su presencia porque lo ilumina todo. Y también lo calienta. No se ve por la noche, pero al anochecer y al amanecer se puede mirar perfectamente porque como lo coge uno así sesgadito, el tocho de atmósfera que tienen que atravesar los rayos solares es considerable, por lo que se debilitan y deslumbran poco. Uno de los grandes lujos de esta vida es bañarse en una playa por la tarde y ver como el Sol termina por zambullirse en el mismo mar que lo baña a uno. Bueno, ya sé que no es eso exactamente, pero lo parece.
Un tercer astro cuya visión dificulta el Sol durante el día, pero que adorna maravillosamente la noche es la Luna ¡que voy a decir yo que no sepáis de la Luna!
A estos tres astros los tenemos muy presentes. Pero hay un cuarto astro al que nadie, o casi nadie, le hace puñetero caso. Es el planeta Venus.
Es el Lucero de la Mañana o el Lucero de la Tarde. Antiguamente se creía que se trataba de dos estrellas distintas. Es un punto fascinante que veo como una estrella, con rayitos o puntas. Me quedo embobado mirándola. Y cuando la atmósfera está tan espesa y asquerosa que quedan ocultas el resto de las estrellas, Venus luce perfectamente.
A mi ese punto luminoso me fascina, tan blanco y tan brillante. Se lo enseñé la otra noche a mi amigo Jorge que vino a cenar a casa y estuvo de acuerdo con la belleza del lucero vespertino, aunque decía que eran dos.
¿Dos? No, uno.
¡Son dos! ¿no ves que son dos?
No quise discutir, porque eso de la visión es más subjetivo de lo que parece. Y pienso que, por otra parte, pudo influir el riego de la cena.
De la observación directa no veo como sacar más información, pero sí de la lectura de Wikipedia y otras fuentes.
Dicen que es muy parecida a la Tierra en tamaño, densidad y volumen, aunque es algo menor. No tiene océanos, pero si tiene una atmósfera con una espesísima capa de nubes que al reflejar el 70% de la luz que recibe del Sol resulta tan brillante.
Pero claro, desde el suelo siempre está nublado y con un calor de cojones de casi 500 grados. Eso es debido al efecto invernadero, ya que el 30% de energía solar que absorbe ya no la suelta. De modo que las sondas que envían a la litosfera se achicharran enseguida. La atmósfera es de anhídrido carbónico y claro con tanto calor no prosperarían los vegetales que hicieran una atmósfera más respirable. No hay propiamente agua sino que las nubes están formadas por gotas de ácido sulfúrico, así como la lluvia. Por eso los ecologistas se la tienen jurada. La ven como la hermanita mala de la Tierra:”¿Ves? es igual que la Tierra pero jodida por el efecto invernadero ¡aquí va a pasar lo mismo como no cambiemos el chip!”
Tiene otras singularidades como que los días son más largos que los años. Y estos algo más cortos que los nuestros. Y su órbita que es casi una perfecta circunferencia, que recorre en sentido contrario que la Tierra y los demás planetas recorren las suyas, de modo que levante está al oeste y poniente al este.
Las fotos de la superficie sólida son de un dorado precioso, pero ¡a saber el color que tienen realmente! Además no se puede ir allí a mirar. La litosfera de Venus es de roca volcánica que se ha renovado casi en su totalidad entre 300 y 500 millones de años ¡que en términos geológicos no es nada! Y ¿cómo ha podido ocurrir tal cosa? Piensan que “cada poco” se produce una erupción generalizada y total en todo el planeta, brotando lava, fuego, polvo y humo simultáneamente por todas las grietas y agujeros que ya existían o que se forman por el efecto de las terribles explosiones ¡debe ser un espectáculo maravilloso!
Bueno, pues como sé lo que ese punto resplandeciente del cielo encierra, lo miro arrobado cada noche.
¡Y además es gratis!
2 comentarios:
Además tiene el nombre mas bonito de todos los planetas. ¿sabes porque lo llamaron así?
No lo sé, Edu ¿lo sabes tú? La gente antigua no era nada tonta y daba en el clavo increiblemente. Nos creemos que hasta que llegara esta generación estaban en el guindo, pero nada de eso.
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