Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

domingo, 7 de noviembre de 2010

El minimalismo orgánico.

Este post nº 191 del Salterio se lo dedico a Maria Jesus.

WABI SABI.




Mi discípula Maria Jesús, a la que seguro que le habré enseñado algo, me ha correspondido enseñándome qué es el WABI-SABI. Poniendo a mi alcance el famoso libro de Leonard Koren “ Wabi-Sabi para artistas, diseñadores, poetas y filósofos”.

Lo que ocurre es que lo que del WS se dice en la primera aproximación a mí no me convence. Porque se suele afirmar que el WS es la belleza imperfecta, impermanente e incompleta. Luego se suele decir que es propio de esta estética la asimetría, aspereza, sencillez o ingenuidad, modestia e intimidad.

Si el WS respondiera a todo eso a mí no me gustaría.

A mí lo que me parece es que WS es MINIMALISMO ORGÁNICO.

¿Cómo va a ser imperfecto? En todo caso será irregular, dando por cierto que la regularidad es una cualidad geométrica, y por ello artificial ¿Es que lo que se produce de modo natural es imperfecto porque no se ajusta exactamente a la morfología geométrica? ¡Por favor!

Intuyo que ahí se entiende por "perfecto" el estado en que están las cosas en las tiendas. De modo que se puede devolverse lo que perdure en ese estado. Pero de no ser así no se pueden devolver, a pesar de que en otro sentido “estén perfectas".


Puede ser áspero y asimétrico, o no. Identificar sencillez con ingenuidad lo encuentro, paradójicamente, demasiado ingenuo. Y tanto la modestia como la intimidad pueden muy bien no venir al caso.

Un paisaje del desierto me parece un perfecto ejemplo de WS. También son buenos ejemplos de WS los cantos rodados.




El WS está ligado al ZEN, no hay que alarmarse, porque es una religión atea. Y en cualquier caso está ligado tan solo en el origen. Y a estas alturas la vinculación es débil. También tiene que ver con la Ceremonia del Te y con los jardines ZEN de grava y piedras, que poco tienen de modestos porque son sencillamente impresionantes.

WS son los grandes espacios vacíos, los grandes silencios y los sutiles deterioros producidos por el óxido. Pero no lo que es francamente cochambroso. No obstante, WS puede estar en total conformidad con la geometría, porque los productos de la marca MUJI me parecen totalmente WS.

A pesar de su fama, de su mala fama, WS no me parece ni melancólico ni triste, sino potente.

En la estética WS hay sustancias muy valoradas, aunque –paradójicamente- tengan poco precio. No son estimados ni el oro ni las gemas. Pero sí el hierro y el vidrio. La plata puede ser WS, pero también el zinc y el estaño. La madera meteorizada, en tablas o en palos. La tierra y la arena. Un artista WS es, por ejemplo, Tapies.

Esta estética tan poco lujosa es bastante desconocida en nuestro medio cultural, que es más dado a lo grandioso, monumental, apabullantemente rico.

Y el caso es que aquí se ha optado por la abundancia y al derroche ¡y no hay tanto lujo para todos! Y, no obstante, estamos embargados por este afán consumista ¡gastando en comer copiosamente, gastando en adelgazar! Viviendo en almacenes donde se van sedimentando todo lo que se va comprando, reduciendo el espacio vital. Amontonando libros que no podría uno leer aunque viviera cien años. Ni tampoco se detiene uno a mirar sus estampas. Es frecuente tener un cajón llenos de máquinas de fotos que cada vez tienen mayor definición. Se tienen teles cada vez más grandes y más planas.

En el reciente viaje a Lanzarote, que ya os comenté, estábamos en un apartamento mínimo donde no había nada superfluo y no faltaba nada esencial ¡qué felicidad!

Hay mucho tercer mundo que estaría muy bien como está si se le dejara en paz y apenas necesitaría más que mejorar su sanidad, pero como se le deslumbra con esa estética de la abundancia y el despilfarro, se producen indeseables migraciones que terminan en frustración y en miseria.

Pero a escala personal el WS no es un tren fatalmente perdido. Se puede recuperar cuando se quiera. Basta con apurar lo que se tiene y no perderse en delirios megalómanos. Lo malo es que el mínimo indispensable es a veces muy difícil de alcanzar. Pero, paradójicamente, se puede no haber alcanzado ese mínimo y estar inmerso en un montón de brillantes cosas perfectamente inútiles.





3 comentarios:

edu dijo...

Muy interesante. Yo no sabía nada de esto y he buscado alguna imagen. La mejor que he encontrado es la de tu colección de piedras.

Saltes dijo...

Muchas gracias Edu. Hasta hace poco no sabía nada del tema y las alusiones q pudiera haber encontrado me pasaron totalmente desapercibidas. Creo q es algo realmente interesante.

Anónimo dijo...

Saltés, ya sabes que soy devoto tuyo y de tus dibujos. Tienen una gracia especial. La falta de costumbre y el trabajo me hacen que pase mucho tiempo sin visitarte; cada vez que lo hago, me prometo volver pronto. No lo cumplo,pero es defecto mío. Cuando miro tu normativismo, siempre veo los dibujos de Saltés retozando entre los triánguulos o jugando a pasar de una a otro. Tu amigo infiel. Tomás Paredes