Este es el dibujo del Salterio correspondiente a este post que está dedicado a Ana Marcos, a quien conté hace tiempo esta historia y me pidió que la contara aquí. EL SKAI
El skai es un material, que me parece que está ya casi en desuso. Se emplea para tapizar sillones y sofás. Es una especie de simulacro de piel que parece más lo que es, puro plástico, que la piel que torpemente pretende imitar. El colorido también dista mucho del propio del paradigma. El tacto correoso, resbaloso y sudorante. El brillo como de globo inflado a tope, que se acentuaba en los lugares de más roce y se atenuaba bajo una pátina polvorienta en lo lugares más recónditos de los muebles. Tiende a quebrarse y a dejar ver la fina base de goma-espuma.
El skai es un componente esencial, como se verá, de una historia onubense verdadera, como la de “no flemes”, pero moderna, que oyó mi hermana desde una sombrilla vecina en la playa de Punta Umbría, hace unos pocos veranos. El discurso no sería como el expresado aquí, pero seguro que da una idea.
Me imagino perfectamente a la protagonista: mujer todavía joven, entradita en kilos, con bikini de colorido llamativo, maquillada lo justo y debidamente protegida con filtros solares.
¡Jartita! Jartita estoy.
Me levanto a la cei y media.
Preparo er desayuno a mi marío y a loj niñoo.
Llevo a loo niñoo alautobú.
Luego a la plaza, a la cola de la cahne, a la der pescao, a la de la verdura, a la de la fruta, a la chacina, ar pán.
Cargá como una burra y pa caza.
Arrastrando ece carro por lajescalera.
Chiquilla ¡qué agobio!
A ponée la lavadora, a fregá, a barré, a mapeá, a pazá er porvo.
La comida: limpiá er pescao, lajabishuela, pelá las papas, y to lo demá.
Otra ve a buhcá los niñoo a lautobú ¡cómo vienen de zucio!
A lavahle la cara y a poné la meza.
Que llega Manolo de mala leshe como ciempre porque dice que está canzao ¡canzao?
De no hacé na, de mové papele de un lao pa otro ¡arriñonao!
Y yo ¿qué? A ponehle buena cara.
Por Dió ¡qué crú!
A comé, a recojé la meza, loj casarro.
Manolo se va, y se lleva a log niñoo par yudo.
Y yo me queo reventaita.
Ahora que… cuando den lag cuatro.
Pongo la telenovela.
¡¡Jinco er shosho en el skai!!
¡Y no me levantan a míí
ni con la grúa flotante!
5 comentarios:
Pue con eo y con to' podíamo hacé un dicionario del poquito de po favó playero... y como primera aportación, ofrezco la de un portero del barrio de salamanca (de cuyo nombre no quiero acordarme)que hablando de un canalón me dijo que recogía las aguas fluviales...
Muy bueno, Anais. Aunque el caso de la maruja de la entrada de Saltés realmente hablaba con propiedad, aunque no muy fina ella... :-)
Yo me he acordado de otra anécdota playera y del estilo de la de Anais que me contó mi amiga Olga (que de estas tiene miles). En esta ocasión fue en una playa de Oropesa del mar, toda llena de niños alemanes, cuando una maruji le dice a su amiga: ¡Ay que ver!, ¡cómo está toda la playa llena de niños lesbianos! :-)
Estoy con Ana en que diferencia del portero y la mari, la de la playa llevaba la metáfora un poco lejos, pero se expresaba con toda propiedad sin deslizar ningún lapsus lexical.
Cierto es, la señora de la playa hablaba con propiedad y probablemente además, con toda la razón.
Ahora que esta mañana bajo la ducha, asociando las cañerías con la anécdota playera, pensaba en el sofá de Skai y en la posibilidad de traducirlo del inglés como el sofá de cielo, que era lo que le parecía a ésta mujer a la hora de la telenovela...
bueno, cuando cuente lo del shosho y el skay a mis amigos se van a descojonar! nosotros siempre hemos sido muy fans del skay y por fin recibe un homenaje, como dios manda, en tu pagina.
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