El dibujo del Salterio correspondiente a esta entrada, que está dedicada a Xilei, a Rosa y a Xu.
LOS INMORTALES.
LOS INMORTALES.
Los chinos que hay aquí deben ser inmortales, porque nunca se tiene noticia de que muera alguno. No se ven esquelas de chinos. Ayer vi la primera y me conmovió por su belleza, por su ternura y por el dolor que expresa. Es como un haikú con sus tres versos característicos, en este caso en el primero está el nombre, en el segundo la dedicatoria y en el tercero la fecha. Es la que reproduzco a continuación.
Aquí decimos que los chinos que se mueren van a los rollitos de primavera. Es que somos más burros…Mi amigo Pedro, que entiende mucho de migraciones, me ha dicho que le dijo un chino influyente que no se ven esquelas porque cuando se mueren los entierran como pueden, dicen lo menos posible y aprovechan el pasaporte para un vivo que viene de China. En parte la confusión es por culpa nuestra, porque los vemos con los ojos rasgados y nos parecen todos iguales. Pues no son iguales. Y la pasma que distingue las huellas de los dedos y los DNA no distingue a los chinos ¡es el colmo! Ya deben estar espabilando, porque vi una vez a una poli de aquí que es china.
Hace unos días fui a la inauguración de la exposición de caligrafía de mi amigo Xu Zonghui que aún podéis ver en el restaurante Buen Gusto, en Santa María de la Cabeza 60 (por cierto que es uno de los restaurantes chinos más genuinos de Madrid, que por nada del mundo deberíais perderos, porque tiene una carta de 270 platos dedicados a su clientela china que es mayoritaria, unos pocos más al gusto español y otros pocos exóticos de pegolete). No nos dieron un vinito y unos canapés más o menos pringosos ¡no! sino un banquete oriental que se fundían los plomos. Y allí estuvimos departiendo con Rosa, la mujer de Xu, con Xilei, jovencita estudiante de medicina, hija de ambos, y con unas señoras jóvenes chinas muy simpáticas, una de ellas, cuando era jovencita, había trabajado de bailarina en la Ópera de Pekín. También oíamos o escuchábamos, según fuera en chino o en español, los interminables discursos. Lo que más me gustó de todo, aparte de la lubina en salsa agridulce y el bogavante frito, y el arroz con verduras y más cosas, fue que los chinos se dirigían a sus compatriotas presentes como “amigos de ultramar” ¡estamos en ultramar!
Estar en ultramar es estar en el quinto carajo. Como en lo alto de una cumbre o de un árbol altísimo, que todo se ve distinto y uno dice: “a ver cómo me bajo ahora” Pero aquí no hay que bajarse, porque se es de aquí, se vive aquí ¡pero en ultramar! que es mucho más interesante. Es como viajar muy lejos, pero sin molestias y sin pagar un duro. Si uno hace un pequeño esfuerzo mental y se imagina que es emigrante o guiri. Madrid es que mola cantidad.
La emigración nos ha puesto en el mapa. Es verdad que podría hacerse mejor, pero no me parece que esté resultando muy mal. Es archisabido y está archiexpresado los muchos inconvenientes producen los emigrantes… ¿y las ventajas? Una gran ventaja es que ya no es indispensable recorrer el mundo para enterarse uno de cómo son los chinos, o los rumanos, o los ucranianos, o los dominicanos, etc. ¡vienen aquí y nos ahorramos el viaje! Pero claro, hay que hablar con ellos. Y ¿quién se pone a charlar con un emigrante para ver qué le cuenta? Yo por la calle o en el metro no me atrevo, porque me da lacha, pero si viene alguien a trabajar a casa no me corto. Porque escuchar lo que dice la peña es mejor que lo que dice la tele. Y casi tan bueno como lo que se dice uno mismo.
Esta es una de las cientos de bellas fotos que hizo en China mi sobrina Elena.
8 comentarios:
Me ha parecido muy acertado lo que has dicho al final de tu post y yo también pienso que Madrid es un lugar más interesante ahora que es multiétnico lo que dará lugar en mi opinión, a unas generaciones más cosmopolitas que las anteriores.
Probaré el restaurante ese a ver que tal, :-)
Un saludo, Javier.
Hola Javier. Gracias por entrar y por tu comentario. Le eche una ojeada a vuestra página, que más adelante leeré detenidamente ¡etás muy puesto! A mí me interesa mucho todo lo relativo a la cultura china y muy especialmente la escrtura. Un saludo Tomás
Gracias a ti Tomás :-) Ya he ubicado el restaurante que dices y me pasaré un día de estos, ya que tengo ganas de cambiar de los que siempre voy, ,diré en el tuyo que fui recomendado.
Que vaya bien.
Desde Paris con amor...
(perdon por el teclado azer... que podria merecer una entrada especial en el salterio)
Aqui tambien hay chinos por un tubo (y africanos, y eslavos, y de to') y una cosa que me gusta mucho es ver los puestos del mercado con todas esas mercancias que antes no existian.
Hace 7/8 anios ningun ninio madrilenio habia visto una raiz de gengibre o un lichi y ahora estan en todas partes.
Habria que organizar "recorridos del descubrimiento" para sacarle todo el partido a la ciudad, porque es verdad que es como viajar y ademas, no como un guiri, sino siendo autoctono en todas partes.
¡ya me contarás Javier, es escelente! no como comida china, sino como comida simplemente, o comida en general. Es buenísimo, cosa que va siendo muy rara, porque ahora proliferan una cocinas de "creación" que son, por lo general, un pestiño, pretenciosas y malas, no siempre pero sí frecuentemente. Otros restaurantes chinos que conocerás lo más seguro son: Don Lay del paseo de Extremadura 30, que está muy bien, la "metre" se llama Nieves, es muy simpática y muy lista. También El Rey de los Tallarines de San Bernardino 1 ó 2. El dueño hace los tallarines a mano y es primor, parece un número de circo. Antes estaba en un sitio muy chico en la calle del Río que sale de Leganitos. Me quedé admirado y le pregunté que si era difícil, me dijo que sí, pero que probara, a tal efecto me dió una pella de masa de buen tamaño, algo pegajosa, que me llevé a casa en el Metro. Lo difícil fué llegar a casa con aquel montón de masa. Hacer los tallarines no fué difícil, fué imposible.
Otro que también tiene buena comida es Jumbo,en Suero de Quiñones 40. Además está decorado de modo que parece el palacio de la Ciudad Prihibida, lleno de dragones y brocados. Mi nieto que tenía como dos años cuando fué estaba como loco. Y otro sitio que seguro que conoces es el que está en el sótano, junto al aparcamiento de la Plaza de España, que antes de ser chino se llamaga Cafetería el Guerrero, y así lo conocemos en casa. Ahora se llama algo así como "pequeña comida del país natal" sólo que está escrito en chino. Creo que hay uno en Arturo Soria que también es bueno, pero no he ido nunca ni se exactamente donde está.
Un saludo Javier.
¡Por supuesto Anaïs que la ""ñ"" merece un post! Empezaré a prepararlo enseguida. Del moño de esa letra, coño, los españoles hemos acuñado desde niños la patria enseña. Y ahora que nos la ningunean la defendemos, con verdadera saña.
Tres besos, que estás en Paris.
Doy fe de todos los restaurantes que comenta Saltes! son una maravilla.
Como trabajo al lado del subterraneo de Plaza de España muchas veces bajo a coger comida para llevar en el restaurante y mientras la hacen aprovecho para hacer la compra en el super chino de al lado. Ahi venden autenticos Woks!! de hecho nos compramos uno y ya se nos he cubierto de la caracteristica capa de roña que le da a la comida ese sabor tan autentico. :-)
Me has dado mogollón de recomendaciones, muchas gracias, de verdad, a ver cuando me digno a ir :-) Has dos que conocía, El rey de tallarines y el del sótano, pero la verdad es que he dejado de ir a los dos porque los platos me parecen demasiado aceitosos para mi gusto. Ahora al que más voy se llama tiantian (el caracterer de cielo), pero sólo sé ir, pero no sé como se llama la calle, ya te lo diré. Un abrazo.
Hola Tomás! Hola a todos!
soy Nadia Martín (alumna de 2 grupo 3 de Dibujo del Natural II de este pasado año) y he estado visitando la página bastantes veces. Lo primero, creo haber visto tus ilstraciones (geniales! :))publicadas en algún sitio siendo yo muy pequeña, hace ya ni se sabe la de tiempo...el caso es que al verlas me resultaron familiares.Segundo, me meto en este tema porque también conozco el chino que hay en los aparcamientos de Plaza de España y, además e probar la comida genuina china y de ser los únicos clientes occidentales (buena señal!)la carta venía escrita en chino, con lo cual añadía un punto de emoción al pedir, porque no teníamos ni idea de lo que íbamos a comer. Por cierto los panes chinos estupendos!.
En fin, quería añadir un pequeño comentario y felicitaros por este blog tan divertido.
Un saludo!
Nadia.
Publicar un comentario