Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

miércoles, 7 de octubre de 2020

Escondidos.


 

EL MILAGRO DE LOS PANES.

He contratado con Mundopan que me traigan el pan a casa.

Han puesto una caja metálica blanca con cerradura al lado de la puerta  y me han dado la llave.

¡Y cada mañana se obra el milagro!

Cada mañana introduzco la pequeña llave en la pequeña cerradura...

y si es muy pronto ¡no hay nada!

Pero si no es muy pronto hay ¡un pan!

¡Verdadero milagro!

Como mis nietos, que hace unos días estuvieron sacando de las cajas de cartón la compra que habían llevado.

Los rollos de papel higiénico esparcidos por el suelo y todo lleno de paquetes y mi nieto, con tres años, levantando triunfalmente el paquete de galletas Príncipe...

Bueno ¡pues así!

Disfrutando del milagro diario. Como San Antonio Abad que también disfrutaba del milagro diario de recibir un pan en su ermita. Aunque no por obra de un repartidor en furgoneta sino de un cuervo...

El pan no está nada mal, aunque me gusta más el de la panadería Ébano ¡pero tenía que ir a comprarlo! Lo que no era verdaderamente una molestia ¡Pero pandemia obliga! Y tiene que estar uno escondido como San Antonio Abad.

Y no por santidad, sino por necesidad, para evitar el contagio que invisiblemente acecha.

Y la verdad es que no sé para qué.

Porque los confinamientos no curan,

tan solo dan un tiempito para que las autoridades espabilen.

Y estas autoridades madrileñas no espabilan.

Se están jugando la fortuna a la ruleta rusa.

Lo malo es que las sienes las ponemos nosotros.

 

 

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