Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

martes, 30 de enero de 2018

La circulación del cuadrado.



HACER DE TRIPAS CORAZÓN.

Los independentistas catalanes lo tienen cada vez más difícil.

¿Imposible?

Eso no se sabe.

Porque hace algo más de 45 años asistí a un mitin de Juan Mari Bras, líder independentista puertorriqueño, en el que dijo que el que los independentistas puertorriqueños fueran minoría no es un impedimento metafísico para alcanzar la independencia, porque Jorge Washington lideró en su día un movimiento independentista muy minoritario que, no obstante, triunfó. El caso es que casi medio siglo más tarde de dicho esto los independentistas siguen con las ganas.

Es distinto lo ocurrido en la antigua Yugoslavia que se fraccionó sangrientamente en muchos estados minúsculos.

¿Qué será de la pretendida república catalana?

No sabemos, no tenemos a mano una bola de cristal. Pero no está nada claro que vaya a tener fortuna ese proyecto.

Además de los independentistas y de los no independentistas está una mayoría de catalanes defensores del "derecho a decidir".

Y siguen con esa inercia

¡Pues está de más!

Porque tras la últimas elecciones ha quedado claro que más de la mitad de la población catalana está por seguir dentro de España y menos de la mitad por independizarse. Ergo ¡los números cantar! Supongo que sigan insistiendo en la conveniencia de darle curso a esa formalidad.

Algo menos de la mitad de independentistas de los ciudadanos catalanes ¡son muchos independentistas! Claro que eso cambia con el tiempo. Y lo que está claro es que un sitio no puede ser independentista y no independentista a la vez! ¿o sí?

Pues sí. No exactamente, pero sí.

¿Cómo?

Estableciendo un estado federal o confederal.

Afortunadamente nadie se ha pronunciado a favor de dividir el territorio catalán como hicieron en Irlanda, formando en una parte una república independiente y siguiendo la otra como está. Y metiendo, con calzador a los independentistas en la parte independiente u a los unionistas en la parte unionista. Con calzador o a sangre y a fuego, como hicieron en Yugoslavia cuando quedó desmembrada.

Ergo no queda más salida que la solución federal o una confederal.

Por lo tanto seguir erre que erre con independizarse, cuando no se puede. O aprovechar la obcecación de los independentistas para recentralizar, son caminos que conducen al desentendimiento.

Aducen los nacionalistas que nada de "café para todos" y que "federación asimétrica".

¿Qué es eso? Que lo digan, a ver qué es.

En una federación cada uno hace en su estado de la capa un sayo en coherencia con unas leyes y un estado general, federal, o común. Y establecer estatuariamente, si es que llegan a eso, en qué circunstancias una región podría independizarse.

En vez de poner todo el empeño en preservar el "derecho" del presidente fugado o el de mantener el orgullo de desobedecer ¡que vaya orgullo!. Y el Estado en hacer valer las reglas de juego en curso, podían ponerse a urdir un estado descentralizado en el que todos estuvieran cómodos. O, por lo menos, menos incómodos de como están hoy.

Porque eso no es una rareza ¡Es la regla más universal hoy día!



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