Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

martes, 3 de mayo de 2016

Teología subyacente.


LO MÁGICO Y LO SAGRADO EN EL ARTE.

El arte es mágico ¡lo tengo la mar de comprobado!

Por ejemplo, en el viaje que hicimos a la Toscana hace unos años, cuando me detenía a dibujar algo se acercaba gente, a veces chicas monísimas, a las que se les notaba la admiración. Y los dibujos no tenían especial mérito ¡Pero es que no hace falta ni siquiera que haya dibujos! como indica lo siguiente: Hace poco en el aeropuerto de Los Rodeos, en el control policial descubren en mi mochila una petaca metálica de las usadas para contener licor que llevaba con agua para las acuarelas.

¿Qué es esto?

Es agua.

¿Se puede tirar?

Sí, claro.

Amablemente me dice la señora de aquella inspección que si quiero que la puedo rellenar en el aseo que es potable.

Gracias, no es necesario porque la llevo para pintar y ahora no voy a tener ocasión.

¡Para pintar! dijo con cara de admiración.

Ya digo, el arte es mágico y los artistas magos. Es un valor que se les supone.

Pero, claro, magos al estilo Tamariz, no más que eso.

¿Y eso está bien? Pues yo creo que sí, porque depara amenidad a esta vida que puede llegar a ser tediosa.

Pero la gente no se para ahí, sino que sacraliza el arte.

Llama la atención como en esta era en la que progresa el ateísmo proliferan los creadores ¡Creadores, nada menos!

También se dice de los artistas muy reconocidos que "se han consagrado".

Se ha sacralizado el arte. Y a los considerados mejores artista se les ha elevado a los altares.

Y la gente acaudalada atesora colecciones de obras de arte en cuya adquisición han gastado muchísimo dinero, con lo que ellos mismos, tras alcanzar una colección importante, también quedan sacralizados. Y hacen exposiciones ¡de cuadros que no han pintado ellos!

El arte parece que sirve para conservar fortunas "congeladas" aunque, como dice un galerista que conozco, muchos coleccionistas se van a llevar un chasco cuando pretendan liquidar esos valores.

El caso es que el arte como magia me parece bien. Pero la sacralización del arte, francamente, me parece una exageración.

Porque no hay que ser elitista. Los artistas con talento, como toda la gente con talento, no están hechos de una pasta especial. No hay "elegidos" y plebe. La gente normal y corriente se apaña por sí misma y puede alcanzar cotas elevadísimas sin dejar por ello de ser normal y corriente.


La gente afortunadamente es así. Ya sé que todo el mundo no está de acuerdo con esto, pero es lo que creo.


4 comentarios:

pumuki corre dijo...

Pues muy bien. Pa mi que La gente normal es mayoritariamente excepcional

saltes dijo...

Pues sí. Hay excepcionales de profesión q son unos sobraos, cuya mayor habilidad consiste en arrimar el ascua a su sardina y dar gato por liebre.

Angelarcardona dijo...

Yo tengo una petaca, Chicago años treinta, bañada en plata. La compré en un mercadillo de N.Y.
Pero si viajo con ella, no va con agua.

Beso,
Ángela

saltes dijo...

¡Es q no es lo mismo! Mi petaca es de lata de la q cagó la gata y me la compré en Tiger ¡Si fuera de Chicago ya la rellenaría con algo más emocionante!