LA MAGIA DEL 3.
Se ha ido al otro mundo Agustín
García Calvo y parece que se ha llevado con él su mejor secreto. Lo que a mí me
parece su mejor secreto, mientras que a otros no les parecerá que el asunto dé
para tanto, o que otros rasgos de su personalidad son mejores.
Creo que prometió divulgarlo,
pero ignoro que lo hiciera. Sé de ese asunto porque se lo oí decir a Chicho
Sánchez Ferlosio, tras un concierto de Amancio Prada, en la cafetería de Teatro
Infantas, me parece, donde dirigiéndose a un grupo de amigos que tomábamos algo
en torno a unas mesas bajas.
Estuvo hablando del talento extraordinario de Agustín respecto al latín. Yo tenía idea de ello porque de él fue discípula mi amiga Teresa cuando preparaba oposiciones a cátedra de latín de instituto. Quien me decía que la clarividencia de su maestro era asombrosa para iluminar y hacer fácil los más oscuros recovecos de la gramática latina.
Estuvo hablando del talento extraordinario de Agustín respecto al latín. Yo tenía idea de ello porque de él fue discípula mi amiga Teresa cuando preparaba oposiciones a cátedra de latín de instituto. Quien me decía que la clarividencia de su maestro era asombrosa para iluminar y hacer fácil los más oscuros recovecos de la gramática latina.
Pues bien, volviendo al discurso
de Chicho, decía que en materia de paleografía tenía García Calvo un instinto
singular, porque conseguía descifrar inscripciones que a cualquier otro paleógrafo
le escapaban, al poder inferir el sentido de partes muy erosionadas ateniéndose a patrones rítmicos universales.Y una forma esencial de ritmo muy arraigada en los seres humanos está basada en el número 3.
Decía Chicho que decía Agustín
que etimológicamente del tres procede triunfo. Y de ahí expresiones tales como:
¡Hurra, hurra, hurra!
¡A la vin, a la van, a la vin,
von, van!
¡Ita, ita, ita, el Betis (o el que sea) - es el
que pita!
Y que existen unos patrones de
cadencias, que suelen pasar desapercibidos pero que están profundamente impresos en
la mente humana. Determinados por secuencias de 3 elementos. Separadas a veces
por uno o por dos. Y que eso se repite en todas las culturas y latitudes.
Pienso por ejemplo en:
La Santísima Trinidad: Padre,
Hijo y Espíritu Santo.
La Tríada Hindú: Brahama, Shiva y
Visnú.
El tridente de Shiva.
Las tres dimensiones del espacio.
Y expresiones populares como:
¡A la una, a las dos y a las
tres!
A la tercera -va -la vencida.
Preparados - Listos - ¡Ya!
Y una extensa iconografía
relativa al 3 como la representación divina de un ojo dentro de un triángulo.
Me contaba mi hija Ana que cuando
iba a tomar clases de baile por alegrías en Casa Patas no disponían ni de
guitarrista ni siquiera de un aparato reproductor de música, pero que no
importaba porque seguían un ritmo numérico como:
1-2-3/ 4-5-6/ 7-8/ 9-10/ 1(11)/
2(12)/ y se repetía el mismo patrón compuesto por dos sucesiones de tres elementos
y tres sucesiones de dos.
Muy recientemente, cuando tenía redactado este post, mi amigo Pedro, con quien hago caminatas por la mañana para mantener a raya la glucosa, me contó algo fantástico relativo al número 3:
Me decía que estando de misionero en Panamá fue a ver a un colega suyo que asistía a los indios Kuna (son los que hacen las molas) que viven en comunidades verdaderamente comunistas, con un grado de pobreza considerable. Son pescadores y en la zona donde trabajan son muy abundantes las langostas. Pensó el cura de aquella parroquia que si les proporcionaba motores fuera borda se facilitaría mucho el trabajo y aumentaría el rendimiento pesquero.
Puesto en marcha todo el proceso el resultado fue catastrófico, la pesca escasísima ¡un fracaso!
Mi amigo Pedro se entrevistó con el cacique y le preguntó que qué pasaba.
Pues mire, que nosotros estamos acostumbrados a trabajar en grupos de tres hombres y el padre nos pone a trabajar en la lancha a cinco o a siete y así no podemos.
Sin decirle por qué, Pedro le recomendó a su colega que en cada cayuco pusiera 6 ó 9, pero ni 4, ni 5, ni 7, ni 8 como acostumbraba. Así hizo y volviero con una pesca que se salía. Luego le dijo el por qué del éxito y lo dejó sorprendido.
Esto que digo no es más que una
paupérrima versión de lo que nos hemos perdido, porque ni Agustín ni siquiera
Chicho están aquí para ilustrarnos.
Este género de cosas son las
propias de la muerte ¡Por eso tiene tan mala prensa!
2 comentarios:
Pues si que es alucinante... Además en todas las culturas... Porque ya has dicho lo de occidente y el cristianismo, en la India, en América... Y en China con el i-Ching... Y en realidad todo el tiempo (años, meses, días, horas, minutos y segundos) son también múltiplos de tres. Bueno, ahí aparece el 12 que es también un bonito número además múltiplo de 4 (estaciones). Habrá que investigar un poco más a ver si Agustín García Calvo dejó algo que aclare esto... Algo tan emocionante no se lo puede guardar uno...
Pues sí el tres tiene mucha sustancia.
A propósito de este post me escribía un mail mi discípulo Alfred y q hace 5000 años la civilización indoeuropea, a la q pertenecemos, configuró la sociedad según un sistema tripartito: La casta político-militar, la sacerdotal, y la productiva de comerciantes y artesanos.
Me pregunto q a cuál pertenezco.
Mucho me temo q a la sacerdotal, lo digo por exclusión.
Porq de político-militar nada.
De artesano sí pero de comerciante no.
Lo de sacerdotal no por lo religioso, sino por lo prediocador q soy.
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