Este post nº 182 del Salterio se lo dedico a varios queridos amigos que las están pasando bastante putas.
EN DEFENSA DE LA MUERTE.
No me quiero ponerme gore, sino todo lo contrario.
Esta última temporada han fallecido varios amigos, o familiares inmediatos de amigos, en circunstancias dramáticas y muy dolorosas. Ello induce a temer o a repudiar la muerte, como causante de tanto dolor.
Eso es equivocarse de enemigo. Porque si no hubieran estado tan enfermos no se hubieran muerto. Luego la muerte no es una causa, es un efecto.
Y como no hay que temer a los efectos sino a las causas, es un grave error temer a la muerte. Es un disparate hacerla culpable de algo que es inocente. No hay que guardarse de la muerte sino del mal que la provoca.
Ya he dicho anteriormente en este blog que la muerte no es un problema. Sino una solución. La menos deseada generalmente. Pero es el último socorro para los que sufren inútilmente en una situación irremediable.
Lo digo, sobre todo, porque no se puede vivir aterrado bajo la amenaza de la muerte. Aunque sea seguro que todo lo que está vivo estará muerto, y todo lo muerto estuviera vivo.
Lo que hay que hacer es ponerse a salvo de los verdaderos enemigos. De los que impiden seguir viviendo. Tendremos que morir ¡Ya lo sabemos! ¡¡¡Pero no hay prisa!!!
2 comentarios:
Y cuanta razón tienes...
¡Gracias Elena!
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