Este post nª 165 del Salterio se lo dedico a Carmen y a Manolo, que nos veremos mañana. DEBILIDAD PITAGORÓRICA.
Pitágoras es mi ídolo, o por lo menos uno de ellos.
No solo por su conocido teorema.
Que es una verdad apodíctica. Ya que en cualquier triángulo rectángulo la suma de los cuadrados que tengan como lados los catetos es igual al cuadrado que tenga como lado la hipotenusa ¡Es pura magia!
Sino sobre todo por lo que ha dejado dicho:
Que a las olimpiadas acude gente de tres clases:
Los mercaderes que acuden para ganar pasta vendiendo chucherías. Y son por eso los más tirados.
Los atletas que acuden para ganar gloria. Y son algo menos tirados, pero lo son de todos modos.
El público en general, que acuden para pasárselo pipa contemplando los juegos y consumiendo las chucherías. Y por eso son los más cojonudos.
No obstante Pitágoras tenía una debilidad que no compartimos. Su aversión a las habas. Y es que a lo mejor era alérgico a esa legumbre, porque el polen resulta venenoso para algunos. De hecho cuando descargan soja, que es una clase de habas, en el puerto de Barcelona se levanta un polvillo que fastidia a mucha gente ¡Y algunos palman y todo!
A mí las habas me gustan mucho, porque ofrecen muchas maneras de ingestión:
Al modo murciano, cuando los granos están formados pero muy tiernos. Se sacan de la vaina y se van comiendo crudos con lonchitas de jamón. Así es como le gusta a mi amigo Agapo, que no puede refrenarse mientras que haya habas y termina embotado.
Cuando los granos están aún muy pequeños que se comen cocinadas, con vaina y todo, troceadas. Hay dos modos de cocinarlas: guisadas y estofadas.
Guisadas es pochando cebolla muy picada en un poco de aceite y a continuación se echan las habas , un poco de agua y sal.
Estofadas es poniendo en crudo el aceite, la cebolla, las habas, un poquito de harina, agua y sal. Se deja hacer y punto pelota. Se le pueden añadir alcachofas y guisantes.
Guisadas y estofadas son totalmente distintas a pesar de tener prácticamente los mismos ingredientes.
Si los granos son muy pequeños se pueden guisar sin vaina y con taquitos de jamón. Son las famosas habitas con jamón.
Cuando las vainas están ya duras, se pasa de ellas y se pueden guisar los granos con sepia o con butifarra de la llamada de habas y están divinas. Un modo de que no se sequen y se peguen es tapándolas con la tapadera del revés y echando agua en ella.
Cuando las habas están grandes y tienen el pellejo duro aún tienen un guiso muy bueno. Son las famosas “habas enzapatás” que son hervidas, con ajos frescos, sal y perfumadas con hierbabuena o con poleo. Se pueden comer templadas o fría, se desgarra con los incisivos un poco el pellejo y se comen como altramuces. Es una tapa muy buena con cerveza o con vino latonero.
Después de secas se pueden comer fritas, como frutos secos. Y también en potaje que se cocina después de remojadas. Así no las he comido nunca y esas grandonas no resultan muy apetecibles. Pero hace unos días en León vi unas pequeñas y secas que seguro están buenas.
Y mira que en León tienen poco aprecio por las habas, porque le llaman “habas caballares” para distinguirlas de las fabes que les llaman habas.
Es que en eso son muy pitagóricos.
4 comentarios:
Me gusta mucho el dibujo! mira que burro no conocía ese teorema, me he quedado boquiabierto!
¡pero cómo no vas a conocerlo Edu! si andan torturando a todos los niños en el colegio desde q le salen los dientes con el maldito teorema ¡tu es q tienes una pose q como no la controles va a ser tu ruina!
Ah sí, perdón. Conozco la famosa fórmula pero de repente no la asocié a la representación gráfica, me despisté.
Con lo de la pose tienes toda la razón.
Claro, te despistaste porque siempre dicen q la suma de los cuadrados etc. refiriéndose al 2 pequeñito q se pone arriba y no cuadrado como polígono.
Lo de la pose es q la gente se encarama en su pose para sacar ventaja, y otros como tú, y como yo, llevamos la pose como una cruz a cuesta hacia el calvario...Y aunque es difícil librarse del enemigo cuando es uno mismo, habría q intentarlo alguna vez...
Publicar un comentario