Este post nº 140 del Salterio se lo dedico a los que como yo prefieren el infierno, porque seguro que el el cielo hace frío. HAY QUIEN PONE AL BUEN TIEMPO MALA CARA.
Mucha gente es de natural siesa. Ante un tiempo espléndido pone unos morros hasta el suelo. Esa gente agorera dice: “Me gusta lo natural: que haga calor en verano y frío en invierno” “Este caluroso otoño es impropio”
¡Pues a mí no me gusta eso! A mí me gustaría que siempre hiciera buen tiempo. Los años más felices de mi vida fueron los tres que pasé en Puerto Rico. Y cuando veníamos de vacaciones era verano ¡Tres años seguidos de verano! ¡¡Qué felicidad!!
Que si en Madrid no hay primavera. Que si el otoño madrileño. A mí el otoño que me gusta es el de este año. Que es casi como un verano. No ese agónico verano de San Martín o del membrillo. Nos hemos metido en la segunda semana de Noviembre con un tiempo fenomenal. Ni siquiera me ha importado este año que cambiara la hora. Con el perverso fin de que se haga de noche más pronto.
Aún tengo medio melón en la nevera. Es todo un síntoma, porque en verano como casi exclusivamente melón de postre. Mientras que en otra estación sería incapaz. Y el que haya llegado el melón tan lejos es, como digo, sintomático.
La mejor explicación –para mi gusto- del clima en las estaciones la ofreció en la tele un “hombre del tiempo”: Dijo más o menos que, como se sabe, lo característico del invierno es el frío y del verano el calor. Mientras que -¡y esto no se sabe!- lo característico de la primavera y del otoño es que se intercalen días de invierno y días de verano. Ergo si en estas estaciones de transición hace frío o hace calor, hace lo que tiene que hacer. La diferencia entre ambas es que una desemboca en verano y la otra en invierno.
Este año el otoño se ha portado divinamente al inclinarse tan sostenidamente al verano. El frío llegará ¡es inevitable! pero por lo menos hemos podido disfrutar de un tiempo muy benigno. Y queda menos para la llegada de la primavera, en el sentir de los chinos, que comienza en Febrero. Donde, no lo olvidemos, “busca la sombra el perro”.
No ha empezado aún, pero no veo la hora de que se acabe el invierno.
2 comentarios:
ey, jefe, tú sabes que estoy contigo en esto!
y que dure mucho más este otoño!
¡Pues claro jefa!¡¡¡que estoy ya de fundamentalistas cartujanos hasta las gónadas!!!
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