Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

viernes, 21 de septiembre de 2007

¡Marchando un neologismo!

Este es el horrible dibujo del Salterio que parece apropiado a este post que dedico a Ana y a José Luis.
SER Y NADAR

Todo el mundo conoce “el sabor del ser”. Es la sensación que produce lo que existe, lo que puede verse y tocarse, lo que se tiene. Como también se conoce “el sabor de la nada”. Tal sensación la produce cuando se pierde lo que se ha tenido al desvanecerse en la nada.

Tiende uno a pensar que el ser es bueno y la nada mala, y no es así necesariamente porque si lo que se pierde es malo la nada correspondiente es buena. Por ejemplo reducir una gripe a la nada es bueno.

Para referirse al ser está el verbo ser. ¿Y para la nada? También el verbo ser. En realidad para el ser están el infinitivo, el gerundio y el presente de indicativo, porque todos los demás tiempos son para la nada. Si es pasado es nada porque ya no es y si es futuro es nada porque aún no es. Si es condicional o subjuntivo, pues casi, pero nada.

A pesar de que el verbo ser se utiliza mayormente para la nada en sus múltiples variedades lo suyo sería emplear un verbo específico para la nada. Propongo el verbo nadar, en una nueva acepción.

La nada no es solo la total vacuidad, la oscuridad más absoluta. También es nada cuando se acabó lo que se daba. Está el ámbito del ser en el que las cosas están siendo y el de la nada, donde están nadando. Una, ciudad, por ejemplo, es un ámbito del ser, donde las cosas están siendo. Mientras que un cementerio es un ámbito de la nada, y lo que hay allí está nadando. No hay que ponerse tan dramático, porque, por ejemplo, en mi casa la propia casa es el ámbito del ser, donde todo lo que hay está siendo. Mientras que el trastero es el ámbito de la nada, donde lo que hay está nadando. Cuando meto algo en el trastero se pone a nadar. Y allí está como si no estuviera. A veces redimo algunas de esas cosas y vuelven a ser. Y alguna vez saco cosas del trastero para tirarlas, con lo que nadan más profundamente al volverse irrecuperables, pero pudiera ser que las recupere alguien.

Toda esta berza del reciclaje creo que responde al horror a la nada y al nadar y se está pescado todo para que vuelva a ser. Es el horror a la entropía, al segundo principio de la termodinámica. Según el primero nada se crea ni se destruye...Según el segundo algo se pierde a efectos prácticos... Bueno pues no queremos que nada se pierda a efectos prácticos, ni a ningún efecto…Porque vivimos una era de conservadurismo feroz que no sólo afecta a la derecha (que sería lo suyo) sino también a la izquierda. Pero simultáneamente mandamos a nadar cosas que están en perfecto estado de funcionamiento, o que se repararían fácilmente, si no fuera porque estamos engolfados en esta contradicción estúpida.

A mi el asunto de esta “natación” me agobia un poco. Me gustaría vivir remansado en el ser, pero no es posible. Vivir es un pespuntear con el ser y con el nadar. Por ejemplo va uno al cine, y el ser es la película. Y muchas veces, mientras estoy viendo la película estoy pensando: esto se va a acabar, ya verás como se acaba, y claro, se acaba, pero no sólo la película, sino que se acaba cada una de las escenas para dejar sitio a la otra. Anoche mismo, unos fuegos artificiales preciosos, enormes, que se veían desde casa como si nos lo hubieran hecho sólo para nosotros. No es que se fueran a acabar, que se acabaron, es que están haciéndose y deshaciéndose continuamente. Siendo y nadando sin parar, hasta que se paran y nadan del todo. Pero entonces se dedica uno a otra cosa, por ejemplo a dormir, que ya era muy tarde.

Con los viajes pasa lo mismo. Está uno viendo mezquitas en Estambul, pagodas en Pekín, o pallozas en Los Ancares y cuando se da uno el piro todas esas cosas se ponen a nadar. Es verdad que si uno repita los viajes reaparecen ¡pero no siempre! Porque hace un año que fui a Valença do Minho y en la plaza del ayuntamiento estaba la fuente de la que hice el dibujo que aparece reproducido a continuación y en la primera de las dos fotos.




Pero vuelvo hace unos días ¡¡y ya no está!! Como puede comprobarse en la segunda foto ¡me encuentro que está nadando! Me dicen que donde está siendo es en un convento de un pueblo cercano, concretamente Ganfei…porque era suya…


No creo que el acoso del nadar me agobie a mi solo. Tratamos, inútilmente, de aminorar ese efecto haciendo fotos o tomando vídeos, de ahí que vacaciones si Kodak vacaciones perdidas. Con Kodak o sin Kodak las vacaciones se pierden cuando se terminan. ¡Y menos mal! Porque de vacaciones anda uno como puta por rastrojo. Pero claro, tienen un gran encanto haber puesto a nadar, haber reducido a la nada provisionalmente, todas las cosas que son habituales, el curro, la propia casa. Que son indispensables y también un coñazo, porque son una responsabilidad, una pesada carga.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

hola tomás, me encantaria hacerme con un trastero como el tuyo y de vez en cuando rescatar algun naufrago. a mi no me gustan los recuerdos, no se por que. Los mando al espacio esterior donde nadan de veras y ya no hay quien los pesque. pero con el paso del tiempo...bueno quizas sea muy peligroso no tener trastero, te conviertes en nadador, qué miedo! ¿conservadurismo? qué lio! me pierdo.

Saltes dijo...

¡Hola Edu! ¿estás en la India o la tienes nadando?

Andar sin retovisores tiene su gracia...porque en realidad lo pasado pasado. Un día creo que hablé de eso, de que no hay presente pasado ni futuro, sino presente contínuo. Lo que viene siendo de antes y seguirá siendo y lo que no ¡pues no! Ni nada ni nada. ¡Viva el gerundio! Los demás tiempos no existen verdaderamente.

Los trasteros son una leche. Cuando yo pequeño a lo que hoy se llama trastero se le llamaba cuarto de las ratas y servía para amenazar a los niños con encerrarlos allí y asustarlos y a golpe de acojono mantenerlos en cintura.

Lo mejor es no comerse el coco.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

¡¡¡Hola Edu!!!
¿Ya has vuelto?
Oye, q con eso de no tener trastero a ver si nos vas a mandar a nadar a nosotros!!! Pasate un día por el estudio y nos tomamos unas cañitas, no? Que tengo muchas ganas de q nos cuentes tu viaje!
Besos!!!

Anónimo dijo...

Muy profundo...me encanta! felicito nuevamente a Ana y Rafa por la magnífica idea de este blog. Ha propiciado la entrada en el ser, y por la puerta grande, de una nueva faceta de este "peaso d'artiíhta"!!!