Salterio Online

Bienvenidos al blog de Tomás Garcia Asensio también conocido como Saltés. Los que me conocen sabrán de que va esto, y los que no, lo irán descubriendo...

martes, 8 de mayo de 2007

Una vieja historia

Tras este dibujo del Salterio os traigo hoy este relato que os cuento por indicación de mi hija Ana, a la que dedico esta entrada. Ya me direis qué os parece. Hasta pronto, abrazos.





NO FLEMES, NO FLEMES…




Esto que voy a contar ahora parece un chiste, pero a mi me lo contaron, hace más de cincuenta años, como algo que ocurrió verdaderamente.

El suceso se produjo en Huelva, supongo que en los años cuarenta, o poco antes o poco después, en la calle del Puerto, que en aquella época era muy importante, ya que allí estaban el Ayuntamiento, la Diputación, la Casa Cuartel de la Guardia Civil y el palacio de Mora Claros, cuyo titular fue alcalde de la ciudad en los años 20. Salvo el citado palacio, que era como Dios manda, los otros edificios oficiales eran sobrios caserones encalados, con bellos patios, acordes con aquel pueblón que era Huelva en esa época.

Tengo una imagen de la escena que es como si la hubiera visto: Tarde canicular, a la hora de la siesta, con el sol cayendo a plomo –derretido, naturalmente- sobre la ancha y desierta calle. En ese momento había poca gente por allí: un carrero que vociferando bregaba denodadamente con su mula que parecía hacer gala de la terquedad propia de su especie. Un ciudadano de porte distinguido, posiblemente forastero, que indignado gritaba también, por ver si podía sofocar la verborrea blasfema del carrero. Y un policía municipal que en la puerta del ayuntamiento hacía guardia, un poco adormilado por el tremendo calor y la digestión todavía en curso.

¡Guardia, guardia! gritaba el distinguido ciudadano ¡Este individuo está blasfemando! EL agente se sobresaltó ante el vehemente requerimiento, desconcertado y alarmado por la aparente gravedad del hecho, que no alcanzaba a comprender del todo, con voz ronca pero muy fuerte exclamó ¡¿Quién flema, quien flema?! y dirigiéndose al carrero, que necesariamente tendría que ser el infractor, le gritó ¿Estás flemando? Y sin esperar una respuesta continuó ¡No flemes, no flemes!, que como flemes más me voy a cagar en el Dios que te crió!



9 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenooo... q honor tener la dedicatoria de una historia tan buena!!!
Y ahora que ya has introducido el tema teológico obsequianos con el "Misticismo ateo" que nos habías prometido en tu segunda entrada, ¿no?
Oye, pero que blog más bueno es éste!!!!

Anónimo dijo...

jajajajaja!!!
bravo!!!!!!
más!!!

Saltes dijo...

Buenoooo...tengo la recámara cargadísima. Enseguida irá marchando el misticismo ateo y otras paridillas

Rafol dijo...

Buenisimo!!!
Recomiendo que hagais click en las imagenes para poder apreciar la calidad gráfica de las ilustraciones.

Por cierto, yo he tenido el honor de estar en el mismo sitio donde ocurrienron los actos que aquí se narran y escuchar la historia insitu.

Esta entrada se merece una buena "flemada" con felicitación incorporada :-D

Anónimo dijo...

J'adore los dibujos, y la historia claro, es que le pongo voz y me parto!

Anaïs dijo...

¿los dibujos son todos del libro? no me he enterado bien...

Anaïs dijo...

PD: ¿porqué Rafol tiene foto?

Saltes dijo...

¡Un beso Anaïs!

Hola Lady Grey. Gracias por entrar. El primer dibujo de cada entrada pertenece al libro de marras. Además del dibujo del libro puede haber otro u otros para ilistra el texto. ¿vale?
Por otra parte Rafol tiene foto porque es un friki total. Lo podrás comprobar si entras en su blog: ¿Quién gana? ¡hasta pronto!

Saltes dijo...

¡Besos Ana! Besos Arancha ¡jefa!