QUIEREN QUE CONFUNDAMOS LA VELOCIDAD CON EL TOCINO.
¡Me voy a tirar el tercer pegote de la temporada!
Voy a hablar por tercera vez seguida de energía, cuando yo de energía no sé más que el común de los mortales que en remotos días de bachillerato cursó, o como yo malcursó, asignaturas de física.
¡Estamos muy mal acostumbrados!
Le damos a diversos interruptores y como por arte de birle birloque se encienden la luz, la tele, la radio, la estufa eléctrica, o el ventilador...
Antes no se encendían tantas cosas con darle al interruptor.
La misma palabra lo dice: interruptor. Indica que la electricidad si no la interrumpimos se sale.
Es decir que la energía eléctrica está ahí ¡dispuesta a entrar en acción, esperando a que le demos la salida pulsando el interruptor!
Cuando yo era niño no era así.
La luz ¡y gracias!
Y si acaso la radio. Esas radios góticas tan bonitas...
Y con más frecuencia de lo deseable se "iba" la luz.
Y había que encender una vela, o un candil ¡Experiencia que he vivido en mi niñez miles de veces!
Cuando enciendes la luz pulsando el interruptor, o el pulsador, estaba allí la energía dispuesta a salir, como cuando se abre el grifo que estaba el agua dispuesta a salir.
Pero el caso de la vela es distinto, porque una vela no es un depósito de energía, como lo es una pila de una linterna.
Una vela es un generador de energía, que surge cuando se inicia su combustión.
¡Y aquí viene el quid de la cuestión!
Porque los generadores de energía se guardan bastante bien, aunque con peligro, como la leña, el carbón, la gasolina...Pero es que la energía ¡se guarda muy mal!
Cuesta muchísimo guardarla. Y transportarla. Y si además se es tan irresponsable ¡como ocurre habitualmente! cuando se guarda masivamente energía en circuitos de transporte energético ¡pasa lo que pasó el otro día!
Por eso los productores de electricidad tendrían que ocuparse de almacenarla si no se puede transportar en el momento en que se genera porque esté saturada la red.
Almacenar la electricidad en tremendos acumuladores puede resultar inviable por el enorme coste económico. En tal caso tendrían que utilizar la electricidad sobrante para descomponer agua y guardar el hidrógeno en tanques, para, más tarde, bien transportarlo en trenes, camiones o barcos para venderlo, o alimentar con él generadores de electricidad para transportarla en ese estado por la red eléctrica. Lo que no se puede es producir electricidad a lo loco y echarla en la red ¡Y que salga el Sol por Antequera!
¡Es que los listos parecen tontos! o es que los listos están persuadidos de que los tontos somos nosotros.
Ahora desvían el asunto en un conflicto entre energía nuclear y energía renovable...
¡El problema no fue ese!
El problema fue que atiborraron de tal modo el circuito de transporte eléctrico ¡que reventó por un punto!
Da igual que la electricidad que atiborró el sistema fuera del origen que fuera, ecológica o contaminante ¡fue la cantidad excesiva de electricidad la que desbordó el canal!
Que podremos ser ignorantes
¡Pero no bobos!
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